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“Dialogando con los expertos: El TDAH en la adolescencia y la edad adulta”. Parte II

“Dialogando con los expertos: El TDAH en la adolescencia y la edad adulta”.

El TDAH en jóvenes y adultos

Isabel Orjales, Doctora en Pedagogía y Profesora de la Psicología Evolutiva y de la Educación de la UNED, miembro de la Comisión de Asesoramiento Científico de la FEAADAH.


En el diagnóstico de los adultos predomina, más que la atención a los síntomas, la atención al grado de desadaptación que presentan.

Los adultos con TDAH presentan índices más elevados de depresión, ansiedad, problemas con el entorno, sensación de no haber dado todo su potencial. Suelen aparecer dificultades en el trabajo, en este punto, podemos encontrarnos con personas que funcionan bien y otras que no. Nos encontramos con adultos que se adaptan muy bien y otros que no funcionan.

La autorregulación y el control de los impulsos es uno de los problemas en el adulto.

Cuanto más tiempo ha pasado más probabilidades que se hayan sumado problemas adicionales.

FOTO: Julien Haler enlace a la foto


El DSMV tiene en cuenta el TDAH en adultos, con menos cantidad de síntomas se puede diagnosticar a un adulto, teniendo en cuenta que la sintomatología aparezca antes de los 12 años.

Evaluar el TDAH en adultos puede ser complicado. Podemos encontrarnos que nos faltan evaluadores objetivos de la situación como los padres o los profesores, o no están o ya no recuerdan bien. El adulto no podrá dar una versión objetiva porque el TDAH afecta también a la capacidad de autoevaluar por lo que es probable que minimice y quite importancia a los síntomas. Los adultos con TDAH cuentan con cierta inmadurez (también en niños) que correlaciona siempre con el TDAH y con un trastorno ejecutivo, esto hace que sus expectativas sean por lo general muy altas y que no bajen. Por ello su evaluación de la situación no es buena. Lo vemos por ejemplo ante un examen, ese al que van con todo preparado, que les ha salido a las mil maravillas, que suspenden y que no entiende por qué puesto que lo había hecho perfecto –“Me lo sé todo y apruebo seguro” – “Me ha salido perfecto” – “ Pero si me salió perfecto”. En este sentido, la pareja o un buen amigo cercano pueden servirnos para la evaluación, siempre que el paciente lo permita.

La sintomatología emocional es de lo más importante con la sintomatología nuclear del TDAH.

Debemos valorar el ámbito social, escolar, laboral y familiar.

Pero, a veces, es difícil que sea consciente y reconozca parte o toda la responsabilidad ante los problemas que surgen en estos ámbitos.

Se necesita una entrevista estructurada y observación durante la entrevista, es importante hacerlo para ver el desarrollo y ver sospechas en ello.

¿Qué hago?

“Empieza la intervención cuando existe riesgo de TDAH”

“Consigue un buen diagnóstico médico o psicoeducativo”

“Ajusta energía, economía y tiempo”

“Busca un profesional guía”

“Ten en cuenta necesidades futuras, planifica, busca siempre un plan B”


Para abordar un problema recordar que primero debo modificar el entorno y luego cambio yo, para por último intentar ayudar a cambiar a los otros.

No debemos dejarnos llevar por el miedo a un deterioro futuro (profecía auto-cumplida). No exagerar, pero al mismo tiempo no debemos confiarnos. No conformarse, adelantarse a los problemas y elaborar un Plan B.


Adolescencia y juventud

El adolescente con TDAH sigue necesitando de apoyos psicopedagógicos y psicológicos, estos apoyos no son apagafuegos, no podemos dejar el tratamiento para retomarlo cuando las complicaciones saltan a la vista. Debemos tomar conciencia que apagar fuegos es más complicado que prevenirlos.

Muchas veces cuando en lo académico va bien dejamos de llevarlo y luego vienen los problemas mayores al llegar a la adolescencia, estos se amplían también a lo académico y más adelante. Al final queremos solucionar algo con urgencia, algo que ha surgido por dejar de lado o no dar importancia.


Adelantarse a los problemas:

No centrarse únicamente en lo académico sino también en lo social y emocional.

En la adolescencia lo primero es conseguir cierto ajuste emocional y social, lo académico cambia de prioridad (no quiere decir que no lo abordemos sino que cambian las prioridades).

Entender la inmadurez crónica que va aparejada al TDAH. Los niños con TDAH maduran más lentamente, tiende a presentar entre dos y tres años de retraso en este sentido. Debemos pensar en ellos siempre con la perspectiva de esos dos o tres años menos.

Por ejemplo:
Si un chico tiene 18 años, su nivel madurativo estará en 15 años.
Si un niño tiene 16, su nivel madurativo estará en 13.
Etc…

Aunque este desnivel madurativo va a ser complicado tanto para ellos como para nosotros, sobre todo porque la sociedad no nos acompaña; yo controlo,  pero sus amigos son más independientes le piden más y quiere más, el chico querrá estar a su nivel.

Girl thinking de Julien Haler enlace a la foto



El control parental y el autocontrol

Tenemos que pasar del control externo (que ejercen los padres) a la autorregulación, autocontrol y autonomía (el joven sobre sí mismo). Para esto puede ser necesaria la ayuda de un terapeuta, un coterapeuta u otros familiares. Se trata de conseguir que haya otro adulto que sirva de apoyo para poder distanciarse y dejarle esa autonomía que necesita, ese control parental, pero que al mismo tiempo tenga cierta tutorización o una figura en la que apoyarse o a  la que acudir: el  médico, el terapeuta, otro familiar, coterapeutas.

 “A veces no sabemos que hacer ante un problema pero lo que si tenemos claro es lo que no debemos hacer”

Ponernos histéricos y poner histérico al niño/a no sirve para nada. Se trata de intentar afrontar las cosas con calma, sin anticipar, pero con ese plan B debajo del brazo. Sin tener claro que hacer pero pensando en ello, y sí teniendo claro que es lo que no podemos ni debemos hacer.


¿Y si el adolescente no quiere ir a terapia o dice que no la necesita?

Lo más fácil es decir que si no quiere venir no puedo actuar. Pero el terapeuta debe saber cómo enganchar al adolescente, debe saber cómo actuar para que el adolescente quiera ir y como enseñar a los padres a convencerle.

Lo 1º es tenerlo claro nosotros. Tener clara las prioridades y trasmitirlas con convicción, dejar claro que es negociable y que no es negociable.

No argumentar que lo necesita: lo hacemos por nosotros mismo, no por él, no hablar a la razón, no entrar a discutir, no quiero mirar atrás y ver que no he hecho nada quiero estar tranquilo al mismo tiempo conseguir que no sea un porque sí, por mis narices.

Destacar algo positivo



Hay que saber reconocer cuando el TDAH no es el único problema

No quiere medicación. No quiere terapia. Abandona los estudios. No cumple las normas. Se vuelve ofensivo-agresivo.

Poner la situación en su justo lugar y nuestra ansiedad en su justo lugar. Pero también ponernos en el peor de los casos (perfil disocial+TDAH) ¿Y si tiene un trastorno disocial? Este es el peor pronóstico para meterse en problemas. Actuar rápido nos ayudará a minimizar los problemas.

No podemos cerrar los ojos. No podemos hacer NADA.

No hay culpables, solo responsables. Pero es importante tener en cuenta que él no puede iniciar el cambio por si solo, necesita que empecemos nosotros.

Reconocer que el chico/a no es el único que necesita ayuda y buscar ayuda también para nosotros es importante.

Estudiamos la situación, organizamos un plan, comenzamos modificar entorno y buscamos apoyos.

Hay que saber reconocer cuando el TDAH no es el único problema. Valorar la existencia de trastorno comórbidos como el abuso de sustancias por ejemplo, trastornos graves de conducta, etc

Cuando los problemas son my gordos hay que tomar distancia y comenzar a tirar de una cosa cada vez (imagina un ovillo de lana, para sacar el hilo tiras solo de un extremo y no de varios). Pero no podemos dormirnos, debemos actuar.





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