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ASÓCIATE

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Programas para el control de la conducta en el aula - un artículo de Cadah Cantabria

Fuente: Cadah Cantabria

Hemos hablado muchas veces de la importancia que tiene un docente en el aula en general, siempre. Pero cuando hablamos del TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad) su papel se vuelve mucho más relevante. Es indiscutible que para que un docente pueda mejorar la conducta de un alumno con TDAH en el aula es preciso, primero, que conozcan el trastorno, para tener toda la información relativa a lo que se van a encontrar en el aula, y segundo, que sepan que estrategias y recursos tienen a su alcance para poder modificar la conducta del alumno.

Son muy numerosas, variadas y flexibles las pautas y estrategias que podemos seguir en el aula con los niños con TDAH, y por ello, conocer qué tipo de percepción tienen ellos, como se comportan o cómo reaccionan ante determinadas circunstancias nos será de mucha ayuda para aplicar la metodología más adecuada en cada caso.
En este artículo presentamos dos programas para mejorar el control de las conductas en el aula.
Debemos tener en cuenta que el aula es un entorno dinámico, en constante cambio, po lo que la aplicación de los programas completos, e de ciertas pautas o estrategias, deberán irse adaptando a medida que el aula lo solicite, estando en un continuo reajuste para adaptarnos a los cambios.
Por un lado tenemos el COMP (Classroom Organization and Management Program) basado en la investigación del Dr. Carolyn M. Evertson y desarrollado por esta misma.
Este programa ofrece a los profesores las herramientas para aprender pasos hacia un aula bien organizada, teniendo como objetivo ayudar a mejorar a los docentes sus habilidades generales de gestión de instrucción y de comportamiento a través de la planificación, implementación y mantenimiento de prácticas eficaces en el aula.
Para cada una de estas estrategias se dispone de un cuestionario de autoevaluación, un resumen de la investigación relacionada, sugerencias e ideas, casos prácticos y actividades para ayudar a aplicarla en clase.
El Good Behavior Game es otro programa de control del comportamiento, que se basa en el refuerzo positivo de las conductas adecuadas durante la clase.
Emplear el refuerzo positivo nos ayudará a aumentar poco a poco las conductas que deseamos mantener y eliminar las que resultan disruptivas. Esto, evidentemente, es algo que se puede trabajar también de manera grupal.
Para ello, se divide a la clase en dos equipos, se establecen unas reglas y se concede un punto cada vez que uno de los alumnos de ese equipo se salta una de las reglas. Al final del día, el grupo con menos puntos gana una recompensa, pero si los dos equipos tienen menos puntos que el límite que se haya establecido, ambos comparten la recompensa.
Para implantarlo se siguen unos pasos:
Decidir en qué momentos del día se va a aplicar el juego. Lo más común es hacerlo durante las explicaciones, el trabajo personal o el tiempo de lectura individual.
Definir con claridad qué comportamientos reciben puntos. Son muy habituales: levantarse del sitio, hablar sin permiso o interrumpir la clase. Es importante dejar muy claro en qué consisten esos comportamientos y si hay alguna excepción (por ejemplo: hablar para responder a una pregunta del profesor).
Establecer las recompensas: algunas posibilidades son: un rato al final del día para dedicarlo a juegos educativos, colocarse los primeros en la fila para la comida, poner sus nombres en un cartel de ganadores,… Se recomienda que la recompensa esté muy relacionada con las actividades de clase.
Presentar el programa: se explica a los alumnos, se forman los equipos (normalmente los alumnos que están sentados en la parte izquierda de la clase y los que están sentados en la parte derecha), es habitual que los equipos busquen un nombre que les dé un poco de sentido de grupo. Se dejan claros los comportamientos que puntúan (los propios alumnos pueden preparar demostraciones de los adecuados y los inadecuados), se prepara un cartel o un lugar de la pizarra donde se registren los puntos.
Poner en marcha el programa: se sigue trabajando en clase con normalidad, pero se anotan los puntos cuando aparece un mal comportamiento. Es importante ser sistemático en la puntuación y en la aplicación de las reglas, y no cambiar nada (criterios para dar puntos o recompensas) sin haberlo expuesto antes a toda la clase. Las normas se repasan con frecuencia, y es importante evitar que haya discusiones cuando se dan puntos por no seguir las reglas.
Estas son solo algunos programas que podemos emplear, pero lo más importante es conocer a nuestros alumnos, separar las conductas a mantener de las que deseamos eliminar y plantearnos un proyecto para llevarlo a cabo.

Lee el artículo original en este enlace

Técnica del espejo para mejorar el autoconcepto y la autoestima en afectados de TDAH

Según el Doctor Rojas Marcos, la autoestima es el sentimiento de aprecio o de rechazo que acompaña a la valoración global que hacemos de nosotros mismos.
El autoconcepto es un amplio espectro de actitudes y comportamientos que forman la concepción que tenemos acerca de nosotros mismos, como una imagen total de cómo somos como personas.
Este sentimiento es algo propio y personal, ya que cada uno construimos la imagen de nosotros mismos. En el proceso de esta construcción intervienen multitud de factores:
  • La imagen que proyectamos en los demás: según como nos comportamos, cómo tratamos a la gente, etc.
  • Los logros personales: ya sean académicos, deportivos o sociales.
  • El nivel de integración en el grupo: en clase, en casa, con el grupo de amigos, etc.
  • Las cosas materiales que poseemos.
  • Cómo nos relacionamos con el entorno.
En ocasiones, los sujetos con TDAH y en especial los niños y adolescentes, no tienen ni una buena autoestima ni un correcto autoconcepto de ellos mismos, por lo que podrán enfrentarse de una manera más pobre a situaciones diarias, como responsabilidades, retos escolares, etc.
Una técnica para mejorar este concepto, está basada en la observación personal de cada uno frente al espejo, así como en la que realiza el entorno en el que nos desarrollamos.
Desarrollo de la actividad. 
La hemos llamado `Frente al espejo`, persigue mejorar el autoconcepto de los niños y en ella, con la ayuda de un espejo, y a través de una serie de preguntas podremos guiar al niño para que se observe, para que realice una introspección y exprese qué ve en el espejo cuando se mira.
Está destinada a trabajar con niños y adolescentes de todas las edades, puesto que siempre es un buen momento para mejorar el autoconcepto que tienen de ellos mismos.
Será importante tener información previa a su realización, por lo que haremos una serie de preguntas a los niños que nos arrojarán luz sobre cual es la opinión de los niños sobre ellos mismos.
  • ¿Cuándo te miras en el espejo te ves guapo/a?
  • ¿Piensas que tienes cosas buenas que aportar a los demás? ¿Cuáles?
  • ¿Crees que les gustas a tus amigos y compañeros tal y como eres?
  • ¿Qué cambiarias de tu apariencia?
  • ¿Cuándo te sientes y te ves bien, te sientes más seguro de ti mismo?
Una vez hemos logrado que el niño nos cuente su punto de vista sobre estos aspectos, será hora de pasar al espejo. Deberemos situarlo a su altura, en un sitio que sea cómodo para él, e ir haciéndole preguntas del tipo:
  • ¿Qué ves en el espejo?
  • ¿Cómo es la persona que te mira desde el espejo?
  • ¿Lo conoces?
  • ¿Qué cosas buenas tiene esa persona?
  • ¿Qué cosas malas tiene quien te mira desde el espejo?
  • ¿Qué es lo que más te gusta de esa persona?
  • ¿Cambiarías algo de la persona del espejo?
Tenemos que hacerle ver todos los aspectos positivos que tiene el niño del espejo, que son muchos, y que aprenda a valorarlo.
Podrán llegar a impresionarnos expresando las características personales que perciben de ellos mismos, y la sinceridad con la que en muchas ocasiones se juzgan personalmente.
Podremos apoyarnos también en los compañeros con los que realicemos la actividad, realizando un intercambio de información: saber si están de acuerdo con lo que opina su compañero, qué cosas ven ellos en él que no haya dicho, etc.
Con esta actividad podremos conocer cual es la imagen que tiene el niño sobre él mismo, cómo se percibe, qué impresión cree que causa, etc.
De esta manera podremos trabajar sobre los aspectos más relevantes.

Rocío Meca Martínez
Maestra de Educación Especial de Fundación CADAH

TDAH, POSIBLES DIFICULTADES EN LA EDAD ADULTA



Más afectación por dificultades académicas que se han mantenido en el tiempo.

Se mantienen déficit de las Funciones Ejecutivas.

Mas nivel estrés total en sus vidas que el resto de la población.

Comorbilidad con otros trastornos : TDM, TC, TDO.

Mayor riesgo de consumo alcohol, tabaco, cannabis…

Mayor desajuste psicológico y emocional.

Dificultades en sus empleos: peor relación con los compañeros, problemas de conducta, despidos,             abandono de las actividades aburridas, sanciones.

Empleador: presente síntomas atencionales, más deterioro realización del trabajo, falta de puntualidad, peor control y gestión del tiempo, peor gestión responsabilidades diarias.

Problemas judiciales.

Más problemas relacionados con la conducción vehículos.

Peores hábitos de cuidado salud y  Estilo sexual con más riesgo.

Peor gestión económica.


Hijos: más síntomas déficit atención, TOD, TC y mayor   desajuste psicológico. 


TRATAMIENTOS QUE HAN MOSTRADO MAS EFICACIA EN EL TDAH ADULTO.

TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS
Los psicofármacos empleados en el tratamiento del TDAH en adultos son los mismos que los utilizados en el TDAH infantil

TRATAMIENTO COGNITIVO-CONDUCTUAL Y PSICOSOCIAL.

Equipo del SOTEP
ATIMANA-DAH

¡¡¡SUSPENDIDA MESA REDONDA!!!!

Estimados socios y amigos:

Por recomendaciones del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y debido al fenómeno meteorológico adverso que estamos viviendo, debemos de suspender la mesa redonda prevista para hoy, quedando pendiente comunicar nueva fecha para este evento.




“Dialogando con los expertos: El TDAH en la adolescencia y la edad adulta”. Parte II

“Dialogando con los expertos: El TDAH en la adolescencia y la edad adulta”.

El TDAH en jóvenes y adultos

Isabel Orjales, Doctora en Pedagogía y Profesora de la Psicología Evolutiva y de la Educación de la UNED, miembro de la Comisión de Asesoramiento Científico de la FEAADAH.


En el diagnóstico de los adultos predomina, más que la atención a los síntomas, la atención al grado de desadaptación que presentan.

Los adultos con TDAH presentan índices más elevados de depresión, ansiedad, problemas con el entorno, sensación de no haber dado todo su potencial. Suelen aparecer dificultades en el trabajo, en este punto, podemos encontrarnos con personas que funcionan bien y otras que no. Nos encontramos con adultos que se adaptan muy bien y otros que no funcionan.

La autorregulación y el control de los impulsos es uno de los problemas en el adulto.

Cuanto más tiempo ha pasado más probabilidades que se hayan sumado problemas adicionales.

FOTO: Julien Haler enlace a la foto


El DSMV tiene en cuenta el TDAH en adultos, con menos cantidad de síntomas se puede diagnosticar a un adulto, teniendo en cuenta que la sintomatología aparezca antes de los 12 años.

Evaluar el TDAH en adultos puede ser complicado. Podemos encontrarnos que nos faltan evaluadores objetivos de la situación como los padres o los profesores, o no están o ya no recuerdan bien. El adulto no podrá dar una versión objetiva porque el TDAH afecta también a la capacidad de autoevaluar por lo que es probable que minimice y quite importancia a los síntomas. Los adultos con TDAH cuentan con cierta inmadurez (también en niños) que correlaciona siempre con el TDAH y con un trastorno ejecutivo, esto hace que sus expectativas sean por lo general muy altas y que no bajen. Por ello su evaluación de la situación no es buena. Lo vemos por ejemplo ante un examen, ese al que van con todo preparado, que les ha salido a las mil maravillas, que suspenden y que no entiende por qué puesto que lo había hecho perfecto –“Me lo sé todo y apruebo seguro” – “Me ha salido perfecto” – “ Pero si me salió perfecto”. En este sentido, la pareja o un buen amigo cercano pueden servirnos para la evaluación, siempre que el paciente lo permita.

La sintomatología emocional es de lo más importante con la sintomatología nuclear del TDAH.

Debemos valorar el ámbito social, escolar, laboral y familiar.

Pero, a veces, es difícil que sea consciente y reconozca parte o toda la responsabilidad ante los problemas que surgen en estos ámbitos.

Se necesita una entrevista estructurada y observación durante la entrevista, es importante hacerlo para ver el desarrollo y ver sospechas en ello.

¿Qué hago?

“Empieza la intervención cuando existe riesgo de TDAH”

“Consigue un buen diagnóstico médico o psicoeducativo”

“Ajusta energía, economía y tiempo”

“Busca un profesional guía”

“Ten en cuenta necesidades futuras, planifica, busca siempre un plan B”


Para abordar un problema recordar que primero debo modificar el entorno y luego cambio yo, para por último intentar ayudar a cambiar a los otros.

No debemos dejarnos llevar por el miedo a un deterioro futuro (profecía auto-cumplida). No exagerar, pero al mismo tiempo no debemos confiarnos. No conformarse, adelantarse a los problemas y elaborar un Plan B.


Adolescencia y juventud

El adolescente con TDAH sigue necesitando de apoyos psicopedagógicos y psicológicos, estos apoyos no son apagafuegos, no podemos dejar el tratamiento para retomarlo cuando las complicaciones saltan a la vista. Debemos tomar conciencia que apagar fuegos es más complicado que prevenirlos.

Muchas veces cuando en lo académico va bien dejamos de llevarlo y luego vienen los problemas mayores al llegar a la adolescencia, estos se amplían también a lo académico y más adelante. Al final queremos solucionar algo con urgencia, algo que ha surgido por dejar de lado o no dar importancia.


Adelantarse a los problemas:

No centrarse únicamente en lo académico sino también en lo social y emocional.

En la adolescencia lo primero es conseguir cierto ajuste emocional y social, lo académico cambia de prioridad (no quiere decir que no lo abordemos sino que cambian las prioridades).

Entender la inmadurez crónica que va aparejada al TDAH. Los niños con TDAH maduran más lentamente, tiende a presentar entre dos y tres años de retraso en este sentido. Debemos pensar en ellos siempre con la perspectiva de esos dos o tres años menos.

Por ejemplo:
Si un chico tiene 18 años, su nivel madurativo estará en 15 años.
Si un niño tiene 16, su nivel madurativo estará en 13.
Etc…

Aunque este desnivel madurativo va a ser complicado tanto para ellos como para nosotros, sobre todo porque la sociedad no nos acompaña; yo controlo,  pero sus amigos son más independientes le piden más y quiere más, el chico querrá estar a su nivel.

Girl thinking de Julien Haler enlace a la foto



El control parental y el autocontrol

Tenemos que pasar del control externo (que ejercen los padres) a la autorregulación, autocontrol y autonomía (el joven sobre sí mismo). Para esto puede ser necesaria la ayuda de un terapeuta, un coterapeuta u otros familiares. Se trata de conseguir que haya otro adulto que sirva de apoyo para poder distanciarse y dejarle esa autonomía que necesita, ese control parental, pero que al mismo tiempo tenga cierta tutorización o una figura en la que apoyarse o a  la que acudir: el  médico, el terapeuta, otro familiar, coterapeutas.

 “A veces no sabemos que hacer ante un problema pero lo que si tenemos claro es lo que no debemos hacer”

Ponernos histéricos y poner histérico al niño/a no sirve para nada. Se trata de intentar afrontar las cosas con calma, sin anticipar, pero con ese plan B debajo del brazo. Sin tener claro que hacer pero pensando en ello, y sí teniendo claro que es lo que no podemos ni debemos hacer.


¿Y si el adolescente no quiere ir a terapia o dice que no la necesita?

Lo más fácil es decir que si no quiere venir no puedo actuar. Pero el terapeuta debe saber cómo enganchar al adolescente, debe saber cómo actuar para que el adolescente quiera ir y como enseñar a los padres a convencerle.

Lo 1º es tenerlo claro nosotros. Tener clara las prioridades y trasmitirlas con convicción, dejar claro que es negociable y que no es negociable.

No argumentar que lo necesita: lo hacemos por nosotros mismo, no por él, no hablar a la razón, no entrar a discutir, no quiero mirar atrás y ver que no he hecho nada quiero estar tranquilo al mismo tiempo conseguir que no sea un porque sí, por mis narices.

Destacar algo positivo



Hay que saber reconocer cuando el TDAH no es el único problema

No quiere medicación. No quiere terapia. Abandona los estudios. No cumple las normas. Se vuelve ofensivo-agresivo.

Poner la situación en su justo lugar y nuestra ansiedad en su justo lugar. Pero también ponernos en el peor de los casos (perfil disocial+TDAH) ¿Y si tiene un trastorno disocial? Este es el peor pronóstico para meterse en problemas. Actuar rápido nos ayudará a minimizar los problemas.

No podemos cerrar los ojos. No podemos hacer NADA.

No hay culpables, solo responsables. Pero es importante tener en cuenta que él no puede iniciar el cambio por si solo, necesita que empecemos nosotros.

Reconocer que el chico/a no es el único que necesita ayuda y buscar ayuda también para nosotros es importante.

Estudiamos la situación, organizamos un plan, comenzamos modificar entorno y buscamos apoyos.

Hay que saber reconocer cuando el TDAH no es el único problema. Valorar la existencia de trastorno comórbidos como el abuso de sustancias por ejemplo, trastornos graves de conducta, etc

Cuando los problemas son my gordos hay que tomar distancia y comenzar a tirar de una cosa cada vez (imagina un ovillo de lana, para sacar el hilo tiras solo de un extremo y no de varios). Pero no podemos dormirnos, debemos actuar.





5 apps para educación imprescindibles

Mundo Primaria, una interesante página con contenidos educativos nos ofrece esta entrada con aplicaciones educativas muy interesantes

Solo tienes que seguir el enlace, aquí debajo

¿Cuáles son las Apps para educación más populares?

TDAH en el adulto: ¿CRITERIOS DIAGNÓSTICOS IGUAL QUE LOS NIÑOS?

SU EVALUACIÓN.

– Es fundamental comenzar con una historia clínica completa con exploración neurológica.
– El diagnóstico del TDAH debe ser clínico, apoyado por las escalas de autoevaluación.
– Evaluar condiciones psiquiátricas. Descartar posibles comorbilidades con el TDAH.

– Descartar problemas médicos.


Foto: “Pareja”, Miguel Ángel Garrido


¿CRITERIOS DIAGNÓSTICOS IGUAL QUE LOS NIÑOS?

¿Nuevos 9 criterios para el diagnóstico?  Nueve síntomas que representan un deterioro de la funcionalidad ejecutiva.
R. Barkley, k. Murphy y M Fischer. El TDAH en Adultos.


      A menudo se distrae con facilidad por estímulos superfluos o pensamientos irrelevantes (FE).
       A menudo toma las decisiones impulsivamente (FE).
       A menudo tiene dificultades para abandonar sus actividades o su conducta cuando debería hacerlo (FE).
       A menudo empieza un proyecto o tarea sin leer o escuchar atentamente las instrucciones (FE).
       A menudo muestra un incumplimiento de las promesas o compromisos que pueda adoptar frente a los demás (FE).
       A  menudo tiene problemas para hacer las cosas en su orden o secuencia apropiado (FE).
       A menudo tiene más probabilidades de conducir vehículos a motor más deprisa que los demás (velocidad excesiva) (FE).
       Elemento sustituto en los adultos sin experiencia en la conducción de vehículos: A menudo tiene dificultades para participar en cosas o en hacer las cosas divertidas con tranquilidad.
       A menudo tiene problemas para mantener la atención en tareas o actividades (DSM opcional).
       A  menudo tiene problemas para organizar tareas y actividades (DSM opcional).

Por el equipo del SOTEP 

ATIMANA-DAH








“Dialogando con los expertos: El TDAH en la adolescencia y la edad adulta”.

El TDAH en jóvenes y adultos 


Dr. Javier Quintero, Psiquiatra Jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, miembro de la Comisión de Asesoramiento Científico de la FEAADAH.

Documento extraído a partir de las jornadas celebradas durante el VI Encuentro de Asociaciones de Ayuda al TDAH celebrado el 25 y 26 de octubre y con carácter formativo.



“Dialogando con los expertos: El TDAH en la adolescencia y la edad adulta”.

El TDAH en jóvenes y adultos


Dr. Javier Quintero, Psiquiatra Jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, miembro de la Comisión de Asesoramiento Científico de la FEAADAH.

Aunque ha habido un gran avance en el conocimiento sobre el TDAH en lo que respecta al TDAH en adultos todavía estamos en pañales. A partir de los años 60 es cuando se empieza a investigar sobre el TDAH en adultos y desde entonces se ha avanzado bastante pero aún quedamos lejos de lo que supone el TDAH en la infancia. Debemos conseguir que se tome consciencia de que el TDAH en adultos existe.

Muchas veces caemos en la tentación de no hacer nada, de esperar, con la típica frase “¡Ya madurará!” “¡Ya cambiará!”. El riesgo más importante es no hacer las cosas bien o no hacer nada, porque las cosas no van a cambiar van a seguir ahí, empeorando incluso.
¿Qué causa el TDAH? No conocemos bien cuál es su causa exacta (cosa que ocurre en la mayor parte de enfermedades) pero conocemos algunas cosas de por qué se produce. Es una causa genética que predispone a cierta condición, luego esa condición puede desarrollarse o no.

Waiting - foto de SovodebBanerjee enlace a la foto:  https://www.flickr.com/photos/suvodeb/3554478971/


Los puntos clave son un diagnóstico precoz y conocer la transición a adulto.

Todavía hoy hay grupos que niegan la existencia del TDAH en la infancia pero cada vez son menos, la pregunta ¿El TDAH existe? está casi superada en niños. No ocurre lo mismo en adultos y aún hoy hay quienes se centran en este debate. Ante esto cabe preguntar a aquellos que lo niegan ¿Cuál es la alternativa que nos dan? ¿Qué me ofrecen práctico y que pueda ser útil? ¿Cuál es la solución?¿Qué es lo que está pasando entonces y cómo abordarlo? Pocos sabrán darnos una respuesta adecuada y segura.

La prevalencia en adultos es de aproximadamente un 3% (3 al 4 %).

Los pacientes con TDAH van cambiando con la edad, los síntomas se presentan de forma distinta, son diferentes en niños y adultos.
El TDAH en adultos esta infra diagnosticado, infra tratado y aparece con muchas comorbilidades que pueden esconder el verdadero origen de los problemas, es decir, el TDAH. Esto hace que muchos profesionales de la salud solo traten unos síntomas que derivan de un TDAH pero sin profundizar y encontrar el verdadero origen (el TDAH) y por tanto sin una solución verdadera.
El TDAH en adultos puede significar más problemas en el trabajo, con el humor, con el temperamento, en la autogestión, en las relaciones sociales y en el cumplimiento de reglas. No todos tendrán problemas y muchos los compensan, pero no siempre ocurre esto.
Muchos profesionales no tienen claro cómo manejar el TDAH. Necesitamos que los Psicólogos y médicos generales estén más familiarizados con el TDAH en adultos. Cuando no conocemos no podemos ver bien que ocurre y tampoco podemos dudar. Es decir, si  no sabemos a qué nos enfrentamos, qué buscar, difícilmente podremos dudar de algo y dar una respuesta adecuada.

El adulto puede evolucionar en diferentes direcciones:
-          Que desaparezca los síntomas.
-          Que se mantenga la clínica pero con un buen ajuste funcional y adaptación, sin grandes problemas.
-          Que continúe la clínica del TDAH con aparición de problemas y comorbilidades como depresión, dificultades de conducta…
Muchos adultos no han tenido problemas significativos en su infancia y siguen así adaptándose adecuadamente a su vida adulta y laboral, pueden estar en juego varias razones para ello, como un TDAH leve, unos buenos ajustes desde niño, el haber conseguido herramientas de autorregulación efectivas o simplemente que su vida actual se ajusta a la perfección a su trastorno por lo que no supone un problema.
Otros grupos presentan dificultades cuando llegan a la edad adulta o la juventud, la niñez consiguen superarla sin llamativos desajustes. Es en la adolescencia o más adelante cuando hay que actuar.
Existen adultos que presentaban signos de TDAH en la infancia y continuaron con los desajustes en la vida adulta. Puede ocurrir que no sean destacables las comorbilidades sumadas a su TDAH pero que los problemas supongan una interferencia importante en su vida. Puede ocurrir que las comorbilidades sean importantes y detrás de ellas se encuentre el TDAH. En ambos casos el TDAH ha supuesto un desajuste importante para estas personas y ha causado una baja en la calidad de vida de estas personas.

Psicopatología con TDAH:

El escenario puede ser devastador:
TGC, trastorno de personalidad, consumo de drogas.
El TDAH está ahí pero casi no se ve por todo lo demás, la prioridad de atención es hacia los otros trastornos y el TDAH se deja detrás. En muchas ocasiones el TDAH no se ve y no atacamos al origen del problema sino a sus consecuencias. Con ello nos encontramos con una cronicidad de sus efectos, de las comorbilidades, porque el verdadero origen sigue oculto ante nuestros ojos. Por eso es tan importante que existan profesionales especializados que sepan ver lo que hay detrás.

Clínica del TDAH en adultos:
-          Déficit de atención: problemas para terminar tareas, problemas en la gestión del tiempo, problemas de organización.
-          Hiperactividad: sensación subjetiva de inquietud
-          Impulsividad: interrumpe, no deja hablar al otro, no deja terminar, problemas para esperar el turno, termina las frases del otro.
-           
Para evaluar el TDAH en adultos no podemos usar criterios de niños de 6 a12 años pues no encajarán bien, necesitamos criterios para adultos.

El papel del ambiente:
Normalmente nos encontramos con un círculo de acontecimientos que nos lleva a un mal final: “Me esfuerzo en clase, suspendo y hay una reprimenda, en casa hay bronca por el suspenso, vuelvo a esforzarme, suspendo otra vez, superbronca, ……, llega un momento en que digo NO y ya no me esfuerzo más, para qué voy a hacerlo si el resultado es siempre el mismo”
Aparece la conducta desafiante o negativista como defensa.
El TND podemos encontrarlo tanto en niños como en adolescentes pero suele darse mucho en la adolescencia y debemos estar atentos.
Por ello es importante “Reforzar el proceso y no el resultado”. Es decir, debemos reforzar todo éxito, todo aquello que haga bien por mínimo que sea, comprender que las notas no son prueba definitiva de nada (ni inteligencia, ni conocimiento, ni esfuerzo), darnos cuenta de su verdadero esfuerzo.
El TND (Trastorno negativista desafiante)  – lo que más correlaciona es el abuso de sustancias
El TDAH – no correlaciona tanto con consumo de sustancias pero sí con TND, con él se triplica el riesgo. Pero debemos tener en cuenta que el TND es una de las comorbilidades más frecuentes en el TDAH.
Por tanto es importante estar atento a las complicaciones que surjan para atajarlas a tiempo.
El TDAH debe tratarse siempre desde una perspectiva multidisciplinar. No podemos abandonar el tratamiento porque sí o centrarnos solo en lo académico y olvidar los demás, porque luego nos enfrentaremos a problemas que costará más solucionar. No podemos ni debemos apagar fuegos sino evitar que se produzcan.

Foto:  AdrianoAgulló
Enlace a la foto 
https://www.flickr.com/photos/lost__in__spain/3531074789


El adulto
Los pacientes adultos vienen por:
-          Padres de niños con TDAH que toman conciencia de lo que tienen por el niño
-          Un adulto con depresión o ansiedad puede mostrar los trastornos del TDAH
-          Normalmente van mezclados TDAH y Depresión y se olvida el TDAH



El camino del TDAH adulto
Crecer con un TDAH no reconocido causa mucho sufrimiento. El adulto termina en un peregrinaje de opiniones y atribuciones distintas hasta llegar al diagnóstico correcto.
La solución  es tratamiento multimodal y adaptado a las necesidades individuales.
“No se trata el TDAH, se trata a la persona con TDAH”
 “Lo farmacológico es necesario pero no suficiente”
“Casi siempre necesario, casi nunca suficiente”
  TNG
Coaching  y TDAH
El Coaching es una buena estrategia de ayuda para muchos pacientes con TDAH, se maneja con intervenciones cortas con objetivos estabilizados y concretos, definir cuáles son los objetivos es importante.

Prevenir mejor que curar
Evitar problemas en el futuro es importante. Las conductas agresivas o problemas graves de conducta suelen avisar y dar evidencias. No podemos apagar fuegos cuando aparecen debemos evitar que se den.
Antes de la primera agresión hubo una amenaza y antes de esa amenaza hubo un golpe a algún objeto y antes de eso hubo un insulto y un grito, etc. Debemos cortar desde el principio.
“Tolerancia 0 a la violencia”

Por todo ello es tan importante que
Concienciemos sobre el TDAH
Conozcamos el TDAH
Conozcamos las comorbilidades
Nos formemos sobre el TDAH
Tratemos de forma precoz y no dejemos los tratamientos a mitad




ATIMANA-DAH


TDAH en adultos

TDAH EN ADULTOS


Hasta hace poco se consideraba que el TDAH era un trastorno infantil y que con la edad, al llegar la adolescencia, desaparecía. Pero esto no es así. El TDAH es un trastorno crónico por lo que dura toda la vida.
A muchos niños con TDAH se les descarta el trastorno y se les retira el tratamiento al llegar a la adolescencia, pero el trastorno no desaparece sigue ahí. En otros casos el infradiagnóstico causa que muchos lleguen a adultos con TDAH sin saberlo y enfrentándose a grandes problemas. Por ello son muchos los adultos que tienen el trastorno y no los saben. Sentir que es imposible organizarse, recordar y cumplir con citas, pueden ser algunos signos de alerta. Las tareas diarias, como levantarse por la mañana, prepararse para ir al trabajo, llegar al trabajo puntualmente y ser productivo pueden ser especialmente difíciles para los adultos que padecen del TDAH.
Además es posible encontrar antecedentes de fracasos escolares, problemas en el trabajo o relaciones difíciles o frustradas, accidentes de tráfico, etc. Los adultos que padecen TDAH pueden parecer más inquietos e intentar hacer varias cosas a la vez, la mayoría sin éxito; a pesar de que es la hiperactividad la que más disminuye con los años. La impulsividad sigue ahí jugando malas pasadas. También el déficit de atención sigue desestructurando con fuerza la vida del adulto.
El TDAH en la edad adulta se está estudiando  y considerando desde hace muy poco, pero se han dado grandes avances en su diagnóstico y en su comprensión.
El TDAH en adultos existe y es importante tomar conciencia de ello.

Comprender como funciona el trastorno en la adolescencia y la edad adulta es esencial. Debemos aprender a afrontarlo en cada una de estas etapas para lograr una mayor calidad de vida en las personas que lo padecen. El TDAH cambia, igual que el individuo cambia al madurar. Las herramientas que usamos para afrontarlos han de cambiar también con el TDAH y la persona.

ATIMANA-DAH trabaja también para los adultos con TDAH, intentando conseguir una mejorar sustancial en su calidad de vida ayudándoles a llevar un tratamiento adecuado, a armarse con las estrategias adecuadas para manejar los síntomas y concienciando a la sociedad de la existencia de este problema y de la necesidad de darle una solución.

CONOCE MÁS

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MIS PACIENTES CON TDAH: Una experiencia de una paciente con TDAH

MIS PACIENTES CON TDAH: Una experiencia de una paciente con TDAH: El relato de la experiencia y de los sentimientos de una paciente adulta con Tdah. Del blog Mis paciente con TDAH



Fuente: MIS PACIENTES CON TDAH



Os paso el relato de la experiencia y de los sentimientos de una paciente adulta con Tdah, no es una paciente mía,  es un relato que me ha pasado mi amiga Mercedes, y creo que este relato no enriquece a todos  y nos hace mas fácil entender en profundidad el tdah.


Imagínense lo que se siente no saber cómo comunicar tus pensamientos, tus sentimientos o tus ideas. Tener los conceptos corriendo por toda tu cabeza, pero no la habilidad para comunicarlos, imagínense que no pueden hablar o escribir en la forma que los demás lo saben hacer.
Intentar hacer un resumen del libro que te tardaste más de un mes en leer y que la maestra no le entienda nada, que todas las ideas están desorganizadas y que está lleno de faltas de ortografía.
Y después de que le dedicaste más de 4 o 5 horas a la tarea se te olvida en la mesa de la cocina.
Imagínense tener que repetir la mayor parte de los trabajos varias veces por qué está sucio, le falta estructura, se te olvidó la fecha o ponerle título y por supuesto que la maestra lo identificara por tu mala letra, o por qué era el único que no traía nombre.
Mi vida escolar fue muy desagradable: No entendía bien lo que leía, las matemáticas me parecían cuentos de extraterrestres.
Odiaba los quebrados, no le encontraba ningún chiste a pasármela cortando pasteles imaginarios en trozos iguales, si lo importante era comérselo ¡y ya!
Nunca pude quedarme sentada, sin moverme ni siquiera un ratito. Mis maestras me decían que si tenía chinches en la silla o qué me pasaba, que ya estaba grandecita para saberme sentar bien y respetar el trabajo de los demás.
Molestaba a los demás con mis ruidos, no los dejaba concentrarse o prestar atención, y como yo nunca había experimentado lo que era eso de concentrarse o prestar atención me preguntaba ¿a quién se la presto?, ¿sería un material escolar que seguramente ya había perdido y que ni cuenta me había dado?
No entendía lo que nos decían los maestros, casi siempre llevaba a la escuela una tarea que no tenía nada que ver con la que mis compañeros hacían.
En las clases soñaba, me fluían mil ideas. Sí estábamos tratando el tema de los ríos entonces mentalmente me ubicaba en alguna historia que me había pasado con anterioridad y de repente cuando regresaba de mi recuerdo ya estaban mis compañeros realizando un ejercicio de matemáticas. Siempre me pregunté ¿Cómo a qué horas cambiaron de actividad?, y ¿Por qué no me avisaron?
Por supuesto que me la pasaba castigada, haciendo páginas y páginas. Repitiendo sin cesar las tablas de multiplicar, para que al día siguiente... se me olvidaran.
Si, si me distraía hasta con el vuelo de una mosca.
Era muy difícil que me creyeran tantos olvidos, me decían: ¿Qué te pasa?, ¡No eres tonta para lo que quieres!, ¡Sí su quisieras tú podrías lograrlo todo, tu podrías ser la primera de tu clase!, ¡Lo que pasa es que eres una floja, no le echas ganas...Espabílate!
Todavía hoy cuando oigo esas palabras me retumban los oídos. ¡Por supuesto que SÍ quería sacarme buenas calificaciones!, ¡Por supuesto que prefería pasar de año asuspender!, Me gustaba jugar y no pasármela castigada, pero ¿Realmente sería YO una tonta?, me lo cuestionaba muchas veces, bueno....... y hasta me lo llegué a creer durante muchos, muchos años.
Ahora se preguntarán, ¿Y para qué era buena?
Hacía las mejores travesuras, me encantaba patinar, andar en la bici, construir avalanchas, organizar fiestas, contar chistes y disfrazarme.
Siempre fui la más audaz entre mis compañeros y mis vecinos.
Me facilitó a entender y a no tenerle miedo a los cambios. Volé lejísimos con mi imaginación, era muy creativa y por lo tanto no me aburrí nunca.
Siempre he dormido muy poco, eso me ocasionó muchos problemas con mis padres, pero era el único momento donde yo podía hacer lo que me gustaba: Dibujar, bailar, cantar enfrente del espejo, sentirme artista y soñar con que llegaba una hada y mágicamente acababa con mis problemas escolares. Recuerdo que en esas noches, yo sola en mi cuarto no me sentía juzgada, criticada y sobre todo nadie me decía que estaba perdiendo el tiempo. Pero... ¿Qué es perder el tiempo?¿Hacer lo que yo sabía hacer?¿Hacer actividades que no eran "calificables"?, ¿Eso es perder el tiempo?Siempre sentí que no le daba gusto a mis maestros ni a mis padres, ellos esperaban más de mí, pero yo no sabía cómo hacer las cosas para que me salieran como ellos querían.
Poco a poco me di cuenta que YO necesitaba hacer más cosas que los demás: Organizarme, llevar una agenda, aprender a leerla, proponerme oír una clase aunque fueran sólo 10 minutos.
Aprendí a conocerme y a saber que mis períodos de atención eran mejor por la noche. Aprendí que EL NO ENTENDER NO SIGNIFICA SER TONTA, Aprendí que QUERER NO SIGNIFICA PODER, sino que no podía por qué no sabía cómo y que en muchas ocasiones lo que me faltaba era sólo entender las instrucciones.
Ahora que soy adulta, todavía me pasan mil cosas, pero he aprendido también a reírme de ellas, ¡No pasa nada!, lo vuelvo a intentar, y si no sale pues pido ayuda.
Me sigue costando mucho trabajo organizarme, escuchar una instrucción completa,avisarme a mí misma cuando estoy distraída, sigo siendo intolerante e impaciente. Si, aprendemos de manera distinta, miramos al mundo con otra lupa, pero somos muy inteligentes, muy creativos, perspicaces y sobre todo tenemos una gran capacidad de aprendizaje.
El Trastorno por Déficit de Atención es una INCAPACIDAD INVISIBLE para los demás pero dolorosamente demasiado visible para quienes lo vivimos.
Yo los invito a ver más adentro de cada persona, a entender que querer NO es poder y así dar lo mejor de nosotros para ayudar a ser y hacer mejores personas.