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ASÓCIATE

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Una aproximación general al TDAH




Una aproximación general al TDAH,
Criterios de diagnóstico, evaluación, comorbilidades, tratamiento multimodal

§  El TDAH son las siglas que nombran al trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

§  Este trastorno está caracterizado por tres síntomas característicos y prototípicos que son eldéficit de atención, la hiperactividad y la impulsividad.

§  Es uno de los trastornos psiquiátricos de mayor presencia en la edad infantil y la adolescencia, más de un 6% de la población infantil lo padece. Se trata de un trastorno crónico, de manera que no va a desaparecer con la edad adulta. Constituye un problema muy importante que influye de manera drástica en las personas que lo padecen.

§  Es generador también de grandes comorbilidades y de desajustes en los niños, adolescentes y adultos.
§  El TDAH supone un importante escollo en la adaptación de niños, adolescentes y adultos a una vida adaptada y efectiva.

El TDAH no es un trastorno reciente como muchos comentan. Aparecen referencias a él, con distintos nombres,  desde el siglo XIX. Lo que sí parece evidente es que en los últimos 20-30 años ha recibido un fuerte e importante impulso en cuanto a conocimientos, investigaciones y avances sobre el tema.

La etiología del trastorno no es del todo clara. Se encuentra una fuerte influencia genética en los estudios recientes, pero también se muestra una importante influencia ambiental. Sea como sea los mecanismos que causan este trastorno no están claros del todo.

Hasta la fecha ningún factor ambiental se ha mostrado como causa necesaria y suficiente para que el trastorno se manifieste. Dentro de los factores biológicos se le da gran importancia a los sucesos durante la gestación como por ejemplo el uso del tabaco. También parece existir relación entre la aparición de TDAH y problemas con la gestación o el parto, como hemorragias preparto o estrés fetal. Pero todos estos estudios no son concluyentes, lo único que hacen es darnos una serie de pistas acerca de factores que están presentes y parecen predisponer a la aparición del trastorno, hablamos de mayor vulnerabilidad general y no específica para el TDAH. Es decir estos factores provocan mayor incidencia de problemas en los niños como el trastorno que nos ocupa, pero puede influir también en la aparición de otras patologías que no necesariamente sean TDAH. De manera que la causa principal no son los factores ambientales sino más bien parece existir un importante factor genético que influye en cómo va a funcionar el cerebro.

Los factores psicosociales determinan más un riesgo psicopatológico general y no concreto para el TDAH. Es decir, estos factores psicosociales no determinan necesariamente la aparición del TDAH, pero si existe TDAH sí que pueden agravarlo. Por ejemplo se encuentra relación entre la aparición del trastorno y problemas como discordias maritales, clase social, trastorno mental materno y otros. Son una serie de factores de riesgo que afectan a la persona en más de un ámbito y que predisponen a la aparición o más bien al agravamiento de muchos trastornos y en concreto del TDAH.

En este punto debemos volver al factor genético. Hay una gran influencia genética en el TDAH, es decir, de la herencia. Con ello podemos ver que muchos de estos problemas sociales pueden estar provocados, a su vez, por la existencia del trastorno dentro de la unidad familiar, en cualquiera de sus miembros; los propios padres pueden padecer el trastorno y verse influidos por él en su relación con los hijos. Por tanto, muchos hablan de que los aspectos psicosociales son más un potenciador del trastorno.

Los estudios realizados en cuanto a genética del trastorno parecen apoyar la importante influencia de la herencia en el TDAH. Los estudios hechos al respecto demuestran que existe un riesgo mayor de padecer el trastorno cuando alguno de los padres también lo tiene, este riesgo es prácticamente del 57% según estos estudios. Hay muchos estudios realizados con gemelos e hijos adoptados que también señalan en la dirección de una fuerte influencia genética.

El modelo de déficits cognitivos y alteraciones conductuales dentro del TDAH hace dirigir la mirada hacia deterioros en las funciones ejecutivas y la memoria de trabajo, se encuentran similitudes cuando los comparamos con adultos que han sufrido alteraciones en el lóbulo frontal. Este hecho nos sugiere que existe una disfunción en esta zona y áreas relacionadas. La mayor parte de estudios con técnicas de neuroimagen encuentran evidencias de anomalías estructurales en la corteza frontal y ganglios basales que incluyen problemas con los neurotransmisores.



Para diagnosticar el TDAH se utilizan los criterios recogidos en el DSM-IV o el CIE-10.
Criterios diagnósticos del DSM-IV:

Falta de atención

a) a menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido en las tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades
b) a menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades lúdicas
c) a menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente
d) a menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos, u obligaciones en el centro de trabajo (no se debe a comportamiento negativista o a incapacidad para comprender instrucciones)
e) a menudo tiene dificultades para organizar tareas y actividades
f) a menudo evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos)
g) a menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades (p. ej. juguetes, ejercicios escolares, lápices, libros o herramientas)
h) a menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes
i) a menudo es descuidado en las actividades diarias

-          seis (o más) de los siguientes síntomas de hiperactividad-impulsividad han persistido por lo menos durante 6 meses con una intensidad que es des adaptativa y poco lógica en relación con el nivel de desarrollo:

Hiperactividad

a) a menudo mueve en exceso manos o pies, o se remueve en su asiento
b) a menudo abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en que se espera que permanezca sentado
c) a menudo corre o salta excesivamente en situaciones en que es inapropiado hacerlo (en adolescentes o adultos puede limitarse a sentimientos subjetivos de inquietud)
d) a menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio
e) a menudo “ está ocupado” o suele actuar como si “ estuviera impulsado por un motor
f) a menudo habla en exceso

Impulsividad

(g) a menudo emite bruscamente las respuestas antes de haber sido terminadas las preguntas
(h) a menudo tiene dificultades para esperar su turno
(i) a menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros (p. ejemplo se entromete en conversaciones o juegos)

-          Algunos síntomas de hiperactividad-impulsividad o desatención que causaban alteraciones estaban presentes antes de los 7 años de edad.

-          Algunas alteraciones provocadas por los síntomas se presentan en dos o más ambientes (p. ej., en la escuela y en casa)

-          Deben existir pruebas claras de un deterioro clínicamente significativo del funcionamiento social, académico o laboral.

-          Los síntomas no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno psicótico, y no se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.

Se consideran tres subtipos dependiendo de que predomine la hiperactividad o la falta de atención. Tenemos por un lado el TDAH con predominio de déficit de atención en el que predominan los criterios de desatención, no se da hiperactividad. Otro subtipo es el hiperactivo-impulsivo, aquí lo que se dan los criterios de impulsividad-hiperactividad pero no los de desatención. Por último tenemos el tipo combinado, el más frecuente, que combina tanto los síntomas de hiperactividad-impulsividad como de desatención.

Criterios diagnósticos del CIE-10:
Lo denomina trastorno hipercinético.

Déficit de atención:

1. Frecuente incapacidad para prestar atención a los detalles junto a errores por descuido en las labores escolares y en otras actividades.
2. Frecuente incapacidad para mantener la atención en las tareas o en el juego.
3. A menudo aparenta no escuchar lo que se le dice
4. Imposibilidad persistente para cumplimentar las tareas escolares asignadas u otras misiones.
5. Disminución de la capacidad para organizar tareas y actividades.
6. A menudo evita o se siente marcadamente incómodo ante tareas tales como los deberes escolares que requieren un esfuerzo mental mantenido.
7. A menudo pierde objetos necesarios para unas tareas o actividades , tales como material escolar, libros, etc.
8. Fácilmente se distrae ante estímulos externos.
9. Con frecuencia es olvidadizo en el curso de las actividades diarias

Hiperactividad:

1. Con frecuencia muestra inquietud con movimientos de manos o pies o removiéndose en su asiento.
2. Abandona el asiento en la clase o en otras situaciones en las que se espera que permanezca sentado.
3. A menudo corretea o trepa en exceso en situaciones inapropiadas.
4. Inadecuadamente ruidoso en el juego o tiene dificultades para entretenerse tranquilamente en actividades lúdicas.
5. Persistentemente exhibe un patrón de actividad excesiva que no es modificable sustancialmente por los requerimientos del entorno social.

Impulsividad:

1. Con frecuencia hace exclamaciones o responde antes de que se le hagan las preguntas completas.
2. A menudo es incapaz de guardar turno en las colas o en otras situaciones en grupo.
3. A menudo interrumpe o se entromete en los asuntos de otros.
4. Con frecuencia habla en exceso sin contenerse ante las situaciones sociales.

-          El inicio del trastorno no es posterior a los siete años
-          Los criterios deben cumplirse en más de una situación
-          Los síntomas de hiperactividad, déficit de atención e impulsividad ocasionan malestar clínicamente significativo o una alteración en el rendimiento social , académico o laboral.
-          No cumple los criterios para trastorno generalizado del desarrollo, episodio maniaco, episodio depresivo o trastorno de ansiedad.



LA EVALUACIÓN:

Para comenzar la evaluación y diagnóstico del TDAH se hace necesaria la entrevista con los padres. La entrevista con el propio paciente puede despistar ya que resulta ampliamente subjetiva y muchos niños y adolescentes pueden mantenerse muy controlados en el entorno médico. En algunos casos se opta también por entrevistarse con los profesores y otros miembros de su entorno, aunque no es actualmente práctica muy común.

Es muy importante obtener información acerca del rendimiento escolar, sobre cómo se comporta, cómo es su aprendizaje, cursos superados, notas. También se puede solicitar información a otros profesionales que hayan tratado al niño como pedagogos por ejemplo.

Tanto a padres como a profesores se les suele pasar una serie de test indicadores de TDAH.

Además se le pasan al niño varias pruebas para evaluar otros aspectos educativos, principalmente no debe faltar un test de cociente intelectual, y normalmente suelen realizar pruebas para comprobar la existencia o no de dificultades del aprendizaje ya que estas son una de las principales comorbilidades que aparecen junto con el TDAH.

En muchas ocasiones se usa la observación. La observación en el medio natural proporciona mucha información acerca de la dinámica entre niños y padres y también sobre la dinámica existente entre el niño y los docentes, el resto del personal del colegio y los compañeros, sacando a la luz posibles trabas, defectos en la manera de llevar el trastorno o problemas añadidos.

Cuando tratamos de evaluar y diagnosticar ante la sospecha de un TDAH no debemos olvidar nunca la evaluación médica. La evaluación médica debe incluir la historia clínica del paciente y un examen físico, debe hacerse constar la medicación que se toma o por ejemplo si se ha tomado algún tipo de droga ilegal, por supuesto deben descartarse déficits visuales y auditivos. En muchos casos, sobre todo en adultos, se debe descartar cualquier patología que este influyendo en la sintomatología como puede ser la apnea del sueño que suele causar problemas de concentración, también debe descartarse la presencia de hipertiroidismo entre otros trastornos. En todo caso, siempre será el médico el que realice las pruebas que considere oportunas en relación al historial del paciente.

COMORBILIDADES EN EL TDAH

La comorbilidad se presenta en más de dos terceras partes de los niños remitidos a las consultas.

Los trastornos más frecuentes que se presentan junto al TDAH son:
ü  El Trastorno Oposicionista Desafiante (TOD),
ü  los Trastornos de Conducta (TC),
ü  los Trastornos de Ansiedad,
ü  Trastornos afectivos (depresión por ejemplo),
ü  Trastornos del sueño,
ü  Tics y Gilles de la Tourette,
ü  Problemas de rendimiento académico o dificultades del aprendizaje y
ü  Predisposición a lesiones y accidentes.

El trastorno oposicionista desafiante o TOD consiste en un patrón de conductas persistentes, desafiantes hacia los otros, hostiles y negativistas, que incluye discusiones con los adultos, mentiras, culpabilizar a los demás, desafío de la autoridad, resentimiento, rebeldía, rabietas.

Los trastornos de conducta o TC están conformados por una serie de conductas que violan reiteradamente las normas sociales preestablecidas, las leyes y los derechos básicos de los demás. Se pueden dar conductas agresivas como intimidación o amenazas, crueldad y  peleas, uso de armas. Además pueden presentarse conductas que impliquen destrucción de la propiedad, robos y violaciones graves de las normas.

El trastorno de ansiedad es junto al TDAH uno de los trastornos de tipo psiquiátrico más presentes en la infancia. Cerca de un 25% de los casos presentas ambos trastornos a la vez, además la presencia de TDAH aumenta significativamente el riesgo de padecer un trastorno por ansiedad, multiplica por tres dicho riesgo. Son respuestas defensivas e instantáneas antes supuestas situaciones de peligro, que pueden resultar muy turbadoras cuando se presenta sin razón aparente y disparando respuestas excesivas. Se dan reacciones de miedo o huida. Es por tanto una reacción de tensión sin causa aparente, más difusa y menos focalizada que los miedos y fobias; esta reacción de miedo se manifiesta mediante una serie de respuestas fisiológicas, cognitivas y conductuales que resultan muy turbadoras y problemáticas incluso a nivel fisiológico.

Por otro lado tenemos los trastornos afectivos como puede ser la depresión mayor o distimia. Los niños con TDAH tienen un riesgo cinco veces mayor de padecer este tipo de trastornos. Además parece ser, según algunos estudios, que el pronóstico es peor cuando se asocian al TDAH este tipo de trastornos.
La depresión es un trastorno del estado de ánimo, un estado de abatimiento, tristeza o infelicidad que puede ser transitorio o permanente. También afectan de manera profunda al individuo y su desarrollo y rendimiento.

En el TDAH también encontramos como comorbilidad los trastornos del sueño, en cuanto a su conciliación, mantenimiento y duración, normalmente tardan más en dormirse, se despiertan durante la noche y se levantan más temprano. Además se pueden presentar casos de terrores nocturnos, pesadillas, movimientos involuntarios, somniloquio (hablar dormido) y sonambulismo. A pesar de todo esto parece ser que la calidad del sueño en estos niños es similar a la de cualquier otro.


Los tics y el Síndrome de Gilles de la Tourette. La presencia de TDAH no parece incrementar el riesgo de presencia de tics, aunque el SGT sí presenta riesgo aumentado de presentar TDAH también si lo comparamos con la población normal.

Asociados al TDAH encontramos con frecuencia problemas de rendimiento académico, problemas de aprendizaje, debidos tanto a los síntomas propios del TDAH como a otros trastornos específicos que se puedan dar aparejados. Las Dificultades del Aprendizaje aparecen fuertemente ligadas al TDAH, dándose problemas principalmente en la lectoescritura pero también en otros ámbitos.



TRATAMIENTO 

En cuanto al tratamiento siempre debemos hablar de una intervención multimodal en la que se intervenga con medicación, tratamiento psicológico y pedagógico, adaptaciones en el aula y adaptaciones familiares. Tampoco debemos olvidar el tratamiento para la propia familia.

En cuanto a al tratamiento farmacológico la primera opción utilizada es el metilfenidato. Este tipo de fármacos mejoran la atención y el tiempo de reacción ante los estímulos externos, mejoran también la memoria, sobre todo a corto plazo, también influyen positivamente sobre la impulsividad. De esta forma disminuyen las interrupciones verbales y físicas, aumenta la concentración y por tanto el rendimiento, favorece la cooperación e interacción, también produce mejoras en las relaciones familiares ya que al mejorara los aspectos de atención, impulsividad, se provoca una disminución de los roces familiares. Los efectos secundarios de la medicación son leves. Cabe destacar la falta de apetito  y los problemas del sueño, actualmente se controlan por medio de las revisiones periódicas con el especialista. El metilfenidato se presenta en forma de acción inmediata durando su efecto 4 a 5 horas o también en forma de acción prolongada con una duración de 8 a 12 horas.

Una segunda opción para el tratamiento del TDAH después del metilfenidato es la atomoxetina (antidepresivo tricíclico) inhibidora de la re captación de la noradrenalina.

Existen otros fármacos para el tratamiento si los anteriores no pudiesen usarse.

En todo caso siempre será el especialista el encargado de sopesar que medicamentos se pueden usar en cada caso.

A parte del tratamiento con medicamentos o farmacológico tenemos las intervenciones psicoterapéuticas. En los últimos años se ha hecho evidente la necesidad de este tipo de tratamiento para la optimización de los resultados en el tratamiento del TDAH, además debemos tener en cuenta también el porcentaje de afectados con este trastorno que no responden adecuadamente a la medicación o cuyos efectos secundarios son intolerables, por lo que esta opción psicológica y pedagógica es el principal apoyo.

Dentro del ámbito psicológico se han utilizado y se utilizan diferentes técnicas como:
§  el manejo de contingencias,
§  la terapia conductual o modificación de conducta,
§  intervenciones cognitivo-conductuales y
§  entrenamiento en habilidades sociales.

La terapia conductual pretende entrenar a padres y profesores en el manejo de las conductas, el diseño de programas de refuerzo, el uso de consecuencias y castigos, y el manejo de diferentes técnicas para la modificación de la conducta.

Las intervenciones cognitivo conductuales se realizan directamente con el paciente, se le entrena en auto instrucciones, resolución de problemas para manejar la planificación, auto-refuerzo y aprendizaje del error para redirigir la conducta ante situaciones de error o conflicto.

Cuando estamos ante el TDAH se hace imprescindible comunicar los conocimientos básicos acercar del trastorno a todos los implicados, tanto paciente, como padres y profesores deben tener información suficiente acerca de que es el TDAH:
§  cuál es su   origen,
§  que tratamientos existen,
§  consecuencias que se derivan tanto del trastorno como de los diferentes tratamientos,
§  síntomas que muestra el TDAH….
El conocimiento es importante porque permite eliminar creencias erróneas, mitos e ideas preconcebidas que limitan la ayuda que podemos darle al niño o adolescente o, incluso, pueden llegar a perjudicarle. Asimismo el conocimiento profundo de los diferentes aspectos del TDAH permiten comprenderlo mejor y de esta forma tratarlo de forma más efectiva.

El conocimiento del TDAH facilita la intervención con éxito, la aceptación del niño dentro de la familia y la escuela, la integración social del niño y otros aspectos fundamentales para el buen desarrollo psicosocial del individuo.



Además de informar sobre todos los aspectos relativos al TDAH una parte del tratamiento está enfocada a dirigir los esfuerzos de los padres por un camino correcto para conseguir resultados óptimos en la educación de los hijos. De esta forma se intenta proporcionar técnicas que les permitan adoptar un estilo educativo optimo para la educación, que les permitan manejar de forma adecuada y efectiva las conductas disruptivas que presentan los niños con TDAH, ayudándoles también en la mejora de las capacidades para el estudio y el manejo de los diferentes aspectos en los que presentan dificultades.

Por último, para tratar el TDAH, no podemos olvidar las adaptaciones escolares y el tratamiento psicopedagógico.

El conocimiento de los profesores acerca del TDAH así como su implicación en el problema, son muy importantes en el tratamiento del TDAH. Es importante fomentar y conseguir una buena relación profesor-alumno en la que prevalezca la comprensión hacia el alumno y su trastorno, esto determinará en buena medida el éxito académico del niño e incluso su mejoría a nivel de relaciones sociales.

Por todo lo anterior debemos hacer consciente al profesor de que:

-          El trastorno es una discapacidad para el aprendizaje de causas biológicas, pero muy sensible a las variables ambientales.

-          Aún controlando el ambiente adecuadamente los síntomas persistirán en diferente medida.

-          Es un trastorno sobre el “cómo hacer lo que se sabe” y no sobre “saber que hacer”; es decir, no se carece de conocimientos o habilidades sino de las capacidades para organizar las actividades.

-          Precisa de mayor estructura y organización, más refuerzo positivo y más inmediato y mayor consistencia en las consecuencias.

-          Reajustes especiales, que irán en relación a las características particulares de cada niño, para el desarrollo de las diferentes tareas.

-          Coloración entre padres y profesores, y apoyo mutuo. Evitar las culpabilización, reconocer fallos y capacidades, y trabajar en conjunto hacia una misma meta.

Es raro que en el TDAH se generalicen conductas de mejora de un ambiente a otro. Es decir, lo que mejora en la familia o en la consulta del psicopedagogo no necesariamente se va a extrapolar al colegio. Por eso es importante trabajar en cada ambiente y establecer programas complementarios que abarquen la intervención conjunta y coordinada en los diversos ambientes en que el niño se desenvuelve.



Fuentes:
Manual para padre de ACANPADAH 
Niños hiperactivos, Barkley.
Guía de supervivencia para niños hiperactivos, Taylor.
TDAH Amador, forns y González.
Federación de asociaciones españolas de TDAH
UADA ULL
Wikipedia
Mediplus



CONSEJOS PARA EL ESTUDIO Y LA TAREA





No hace mucho que publicamos en nuestro blog un artículo sobre la memoria y como optimizarla para alcanzar un mejor beneficio. Pero un buen rendimiento en los estudios no solo depende de una buena memoria.

Un buen rendimiento pasa por manejar de forma eficaz buenas estrategias de aprendizaje y manejar adecuadamente el aspecto afectivo y el entorno físico.

Las estrategias de aprendizaje nos facilitaran la tarea de aprender. Las estrategias cognitivas constituyen un grupo de estrategias de aprendizaje (los otros tres grupos son las estrategias comunicativas, las metacognitivas y las socio-afectivas). Consisten en actividades y procesos mentales que se realizan de manera consciente o inconsciente; con ellas mejoran la comprensión del lenguaje, su asimilación, su almacenamiento en la memoria, su recuperación y su posterior utilización.

Las estrategias cognitivas operan sobre la información, manipulándola hasta conseguir aprender, son conductas u operaciones mentales que nos permiten el aprendizaje. La motivación, la emoción y las actitudes también juegan un papel importante en la cognición. La clarificación o verificación de la información para confirmar su compresión, relación con conocimientos previos, razonamiento deductivo, repetir la información, relacionar conceptos, son estrategias cognitivas.

Las herramientas de tipo cognitivo favorecen la atención, mejoran la velocidad en el estudio y favorecen seguir explicaciones de forma eficaz.

Las estrategias metacognitivas son procesos que desarrollamos sistemáticamente y de forma consciente que nos permiten procesar información, buscar y evaluar información, almacenarla y recuperarla. Algunas estrategias metacognitivas son, por ejemplo, la revisión anticipada  del material por aprender, la atención selectiva o decidir por adelantado atender detalles específicos que nos permitan retener el objetivo de la tarea, la autoevaluación, autoadministración o detectar las condiciones que nos ayudan a aprender, etc.

Las estrategias metacognitivas cuentan con una serie de ventajas.  Dirigen nuestra atención hacia información clave, lo más importante. Estimulan la codificación, vinculando la información nueva con la antigua, forman asociaciones que facilitan el aprendizaje y dan sentido a la información. Ayudan a construir esquemas mentales que organizan y explican la información. Favorecen la vinculación de informaciones provenientes de distintas áreas. Permiten conocer las acciones, situaciones y estrategias que nos facilitan el aprendizaje para poder repetirlas o crear las condiciones óptimas para aprender. Permiten organizar la información de manera adecuada y que facilite el posterior acceso.

Otros aspectos importantes a la hora de aprender son el aspecto afectivo y el entorno físico. Manejar el aspecto afectivo es importante porque supone conseguir una actitud positiva ante el estudio, conseguir y mantener una buena motivación, controlar la ansiedad y controlar las emociones. Y conseguir un buen entorno físico también es un hito importante a la hora de mejorar en el estudio, se trata de conseguir las condiciones ambientales adecuadas y  que influyen de manera significativa en los resultados (el lugar de estudio debe ser el adecuado).


CONSEJOS PRÁCTICOS PARA ESTUDIAR MEJOR:


Descansar.

No hay un número máximo de horas para estudiar, pero debemos tener en cuenta que si pasamos mucho tiempo estudiando nuestro rendimiento bajará, cada cinco o seis horas de estudio el rendimiento disminuye.

Es importante hacer descansos para recuperar fuerzas. Cada cuánto tiempo hacer un descanso depende de cada persona y su ritmo de estudio.



El sueño.

Dormir bien y el tiempo suficiente es esencial para conseguir un buen rendimiento en los estudios. El tiempo depende mucho de la edad, pero no se debería de dormir menos de ocho horas diarias. Por ejemplo los adolescentes y niños más pequeños pueden necesitar dormir de 9 a 10 horas.

Es importante cuidar la calidad del sueño, que debe ser descansado y sin interrupciones; para ello debemos evitar bebidas estimulantes como las colas, también tenemos que evitar ver televisión antes de acostarnos (al menos programas que nos exciten demasiado), hacer deporte o cualquier actividad que estimule y active el sistema nervioso (como estudiar, jugar en la consola, el ordenador).

No es aconsejable estudiar a última hora de la noche, debemos ir a la cama relajados, estudiar activará nuestro cerebro. Nunca debemos quitar horas de sueño para el estudio, dormir menos y descansar poco influye negativamente en nuestra capacidad de atención y retención, empeorará nuestros resultados y rendimiento. El rendimiento óptimo en el estudio se consigue cuando hay un equilibrio entre el tiempo que estudiamos y el tiempo que dormimos.



El ambiente.

El área de estudio influye notablemente. Es aconsejable que siempre se estudie en el mismo sitio, que el ambiente sea tranquilo, sin ruidos y distracciones, también debe estar bien ventilado.

Debemos contar con suficiente luz y que esté dispuesta de forma adecuada, preferiblemente si es natural, pero en caso de tener que echar mano de la luz artificial asegurarse de que es suficiente y está bien colocada (si eres diestro la luz debe colocarse a la derecha y si eres zurdo al contrario).

La mesa debe de estar ordenada pues nos ahorrará tiempo y distracciones. Y es conveniente tener todo a mano lo que evitará que nos levantemos a buscar cosas y perdamos el tiempo además de distraernos.

Para facilitar la concentración debemos eliminar todos los estímulos distractores que sean posibles, poster, televisiones, videojuegos, juguetes….



Planificar:

Es importante planear un horario objetivo que incluya descansos y obligaciones a cumplir.  Esto nos ayudará a organizarnos con nuestros estudios, a anticipar el tiempo que necesitamos para estudiar o hacer las tareas y también nos ayudará a ponernos en marcha a la hora de estudiar o hacer los deberes evitando dejar para después los quehaceres. La planificación permite obtener mejores resultados y hacer más llevaderos los estudios.

Los descansos son importantes en nuestra planificación, porque nos ayudan a evitar el agotamiento y favorecen la consolidación del conocimiento. Los tiempos de descanso dependen de la persona y el nivel de estudios, pero como norma general puede hacerse cada hora o cada dos horas.

Planificar no es otra cosa que organizarse. Y para organizarse es necesario tener en cuenta una serie de cuestiones. Cuánto tiempo se tiene para adquirir los conocimientos, qué materiales es necesario dominar para los exámenes y qué esfuerzo se necesita para conseguir los objetivos (tanto a largo plazo como esfuerzo diario). Respondiendo a estas y otras preguntas podremos hacernos una idea del tiempo diario que necesitamos para el estudio y para conseguir los objetivos deseados, se trata de establecer un ritmo de trabajo.

Por tanto tendremos que asignar un tiempo determinado para cada asignatura. Para ello debemos determinar la dificultad de cada tarea, el tiempo que van a necesitar en función de la cantidad y dificultad de la misma y el tiempo total disponible para toda la tarea. Habrá que sopesar si interesa empezar por la más difícil para aprovechar la energía o por la más fácil para lograr motivación a través del éxito, esto va a depender de cada persona, de la motivación y de otros factores. Muchas veces comenzamos con las cosas más fáciles para que al lograrlas nos sintamos motivados, pero si esto supone agotarnos puede suponer un problema cuando vayamos a empezar con las tareas más dificultosas; por ello es cuestión de tomar experiencia y ver qué es lo que se adapta mejor a nuestras  condiciones personales.

A la hora de planificar debemos plantearnos metas y objetivos que sean asequibles y realistas. Unos objetivos que nos motiven al lograrlos pero que no sean tan difíciles que nos frustren por no poder conseguirlos. Resulta interesante elaborar un calendario para seguir e intentar obtener esas metas planteadas anteriormente dentro del tiempo estipulado. El calendario ayudará a controlar y manejar mejor el tiempo.

Las listas son buenas para organizarse, permiten enumerar tareas para conocer de antemano qué es lo que hay que hacer, facilitan la organización del trabajo por orden de prioridades y nos ayudan a controlar su evolución.



Creando hábitos de estudio

 Los hábitos son importantes con ello conseguimos que los niños se acostumbre a un ritmo y una secuencia de trabajo diario, estas secuencias le facilitaran su vida diaria al convertirse en costumbres automatizadas.

Las rutinas aportan estabilidad, les permite controlar mejor su tiempo, aprenden a organizar sus materiales, sus estudios y a organizarse personalmente, además, les permiten anticipar tareas y acciones.

Para conseguir instaurar un hábito de manera efectiva debemos programarlo bien. Cuando se nos presenta el reto de crear un hábito, dónde se va a realizar el trabajo y cuándo. Un lugar de trabajo y un horario consigue que nos pongamos en marcha más fácilmente.

Cuando hacemos algo, siempre lo mismo, en el mismo momento y lugar, y además lo hacemos de forma repetida muchas veces, esta acción se termina convirtiendo en un hábito. Por tanto si queremos crear hábitos debemos repetir y repetir, y no perder de vista la idea de que crear hábitos lleva tiempo e insistencia, no se consigue de la noche a la mañana.



Realizando un plan de estudios para casa:

En casa debemos estudiar o realizar tarea cada día, independientemente de que nos la manden en el colegio o no, esto nos ayudará a crear hábitos. Por tanto es importante crear un plan de estudios para casa.

Qué incluir en el plan de estudios:

Tener una pauta diaria para dirigir nuestra actividad cada día es importante, se trata de tener un esquema a seguir para luego adaptarlo en función de las demandas que se presenten cada día.

En esta planificación debemos calcular cuánto tiempo tenemos para la tarea o para estudiar y cuánto vamos a dedicar a cada asignatura o apartado.

Las listas pueden ayudar en la organización y en la realización de la tarea, evitarán que nos olvidemos de asignaturas, temas o tareas. Podemos usarlas también para haciendo un seguimiento de lo que hemos hecho y lo que no.

Se  incluirán las tareas de clase y tiempo para estudiar y podemos incluir algunas tareas adicionales si lo creemos oportuno, o ampliar el material de clase para entenderlo y aprenderlo mejor.

Si no tenemos tarea de clase debemos programar alguna actividad para el tiempo de estudio, aunque solo sea leer.

El horario tendremos que modificarlo en función de las necesidades que se vayan planteando. Si no nos lleva poco tiempo una actividad a la que le hemos asignado más tiempo, ya sabemos que debemos bajarlo en el horario, para dedicarle esos minutos a otra actividad que cueste más.



Fases del estudio.

Poner todo el material a mano o comprobar que está en su sitio todo lo necesario para el estudio o la tarea.

Determinar las materias que se van a trabajar y el orden de trabajo, así como el tiempo que vamos a dedicar a cada una.

A la hora de estudiar:

Hacer una primera lectura para acercarnos al tema y valorar qué se va a estudiar y cómo, además de su grado de dificultad.

A continuación pasamos a una segunda lectura más profunda. A partir de aquí podemos echar mano de una técnica de estudio muy usada y práctica que es el subrayado.

Una vez hemos subrayado lo importante pasamos  repasar cada apartado, revisando que esté todo lo importante.

A partir de aquí podemos pasar a hacer esquemas y/o resúmenes.




TÉCNICAS Y TRUCOS



Mapas conceptuales:

Los mapas conceptuales o mapas de conceptos son un medio para visualizar ideas o conceptos y las relaciones jerárquicas entre los mismos. Facilitan el aprendizaje al ser muy visuales. Es una técnica importante para organizar información, sintetizarla y presentarla.

Para elaborar un mapa conceptual lo primero es leer el tema de manera comprensiva y localizar-seleccionar las palabras principales o más importantes (palabras clave). Determinar qué palabras son más importantes que otras y relacionarlas entre ellas, agrupándolas.

Los conceptos que hemos seleccionado, hay que ordenarlos según su importancia y según la relación que tiene con los demás. Se ordenan del más abstracto y general, al más concreto y específico. Y luego se conectan entre si los diferentes conceptos, comprobando que se comprende bien y se corresponde con lo leído.

Las palabras claves se colocan dentro de un círculos o cuadros y cada circulo se conecta con el otro mediante líneas o flechas.




El subrayado:

Subrayar es resaltar determinadas palabras o frases de un texto según la importancia del contenido y con el fin de discernir y clasificar mejor los conceptos, y, pasado el tiempo, evocarlos con mayor precisión, rapidez y claridad.

El subrayado es conveniente porque nos ayuda a comprender la estructura y organización del texto con más rapidez, fija nuestra atención y favorece el interés en el estudio y que captemos lo esencial, nos permite un repaso rápido de toda la materia, favorece la asimilación y desarrolla la capacidad de análisis y síntesis, además es esencial para confeccionar esquemas, mapas conceptuales y resúmenes.



El resumen: 

Consiste en reducir un texto en términos breves y concisos, conteniendo lo esencial o principal del texto. Debe ser claro y estar bien redactado. Es una técnica de estudio fundamental y requiere una lectura atenta y comprensiva para identificar las ideas clave. Además a la hora de repasar para exámenes es una herramienta útil pues nos permite volver sobre la información esencial sin pasar por elementos superfluos, lo que nos ahorra tiempo y esfuerzo.

Para resumir es necesario que comprendamos lo que leemos y esto es muy importante a la hora de hacer un resumen. Para ello lo primero que tenemos que hacer es leer el texto detenidamente y tantas veces como sea necesario. Debemos emprender una lectura comprensiva en la que podamos distinguir los elementos esenciales y destacables, diferenciando las ideas principales de las secundarias y reconociendo la estructura o partes del texto. Siempre es mejor realizar una primera lectura (solo leer) y luego comenzar a profundizar en el texto. Para emprender la lectura comprensiva podemos plantearnos cuestiones como ¿De qué se trata? ¿Qué intenta explicarnos? ¿Qué pone de relieve? ¿Cuál es el tema principal y cuál o cuáles los secundarios? ¿Cuál es su conclusión? ¿Cuáles son las ideas principales y las secundarias? ¿Qué relación guardan entre sí las ideas principales y secundarias? Todas estas preguntas podemos usarlas al final del resumen como cuestionario de comprobación, nos ayudarán, a comprobar que esté completo y bien hecho.

Para ayudarnos en un resumen el subrayado puede ser esencial. Subrayar las ideas claves e importantes nos ayudará a seguir un orden a la hora de elaborar nuestro resumen. Nunca debemos subrayar en la primera lectura pues podemos obtener ideas o conclusiones erróneas. Es importante no subrayar frases enteras sino más bien ideas y conceptos clave.

Una vez subrayado podemos ir estructurando las ideas en un folio aparte. En ocasiones y sobre todo si el texto es largo, puede ayudarnos realizar un esquema previo como guía para elaborar el resumen.

Debemos argumentar el resumen con nuestras propias palabras pues esto nos ayudará a afianzar el conocimiento y la comprensión de lo que estamos estudiando.

Para que el resumen pueda redactarse de manera coherente y correcta, y represente debidamente al texto base, conviene llevar a cabo las siguientes operaciones (información en  http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__1dea33e2-7a07-11e1-82d2-ed15e3c494af/index.html ):

Generalizar aquellos términos que tienen rasgos en común. Por ejemplo, en el resumen, se puede reemplazar "Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón" por "planetas del sistema solar".

Globalizar la información. Es decir, integrarla en unidades menores de sentido completo. Por ejemplo, la oración "Juan fue al cine" puede globalizar varias oraciones de un texto, tales como "Juan tenía ganas de ver una película", "revisó la cartelera", "encontró que se había estrenado la película que quería ver", "se dirigió al cine", "sacó las entradas", etc.

Integrar las oraciones a partir de las relaciones que se establecen entre ellas, ya sean de causa, consecuencia u oposición. Por ejemplo, si en el texto base aparecen dos oraciones como
· "Ameghino consideraba que el fósil era un objeto útil para el conocimiento." · "El fósil puede ser un testimonio de la historia de la vida y de las especies."
Se puede redactar una sola oración que conecte las anteriores, en este caso por una relación causal: "Ameghino consideraba que el fósil era un objeto útil para el conocimiento ya que puede ser un testimonio de la historia de la vida y de las especies."

Leer el resumen para comprobar si representa los aspectos principales del texto base.



Los esquemas:

Es una técnica de estudio básica que nos ayudará a compilar las ideas clave. A la hora de repasar nos ahorrará tiempo y esfuerzo, a la hora de estudiar nos facilitará el trabajo y nos centrará en las ideas importantes. Además los esquemas son una herramienta clave a la hora de realizar resúmenes.

Los esquemas pueden servirnos para estudiar un tema o para planificar el estudio. El inconveniente de los esquemas es que se emplea mucho tiempo en hacerlos, pero el esfuerzo y sus ventajas compensan el esfuerzo.

Un esquema es una representación de la información que contiene un texto, organiza la información de forma jerárquica y sintética, relacionando los conceptos entre si mediante diferentes formas o símbolos.

Una de las principales ventajas de los esquemas es que con ellos aprovechamos al máximo nuestra memoria visual, ya que de un sólo vistazo somos capaces de ver todas las ideas y conceptos la relación entre todos ellos. Cuanto más ordenado y visual sea un esquema más fácil nos será recordarlo. Por eso suele ser recomendable usar diferentes colores, rotuladores, marcadores...

Para realizar un esquema es necesario que previamente realicemos al menos una lectura detallada y comprensiva del texto en cuestión, asegurándonos de comprender bien el contenido. Una vez realizada la lectura comprensiva debemos subrayar los puntos más importantes. Como vemos también aquí es importante la lectura y el subrayado.

Un esquema debe estar bien ordenado, de forma coherente. Debemos empezar por las ideas principales, que suelen ser tres o cuatro, para luego ir desarrollando las secundarias y relacionarlas con las principales. Relacionar las diferentes ideas de un esquema es importante porque refuerza el carácter visual, le da coherencia y permite que se entienda mejor. Las ideas clave en un esquema se relacionan mediante flechas, corchetes, llaves, cuadros, etc… Debemos usar palabras clave, frases cortas, pocos detalles y descripciones muy breves. Para sacar mayor provecho a un esquema tenemos que usar abreviaturas, incluso creadas por nosotros mismos, esto ayudará a hacerlo más sintético. Además es importante que usemos nuestras propias palabras, nos ayudará a entenderlo mejor y asimilar mejor la información.

No podemos hacer los esquemas uno o dos días antes de hacer el examen pues no nos daría tiempo y no nos serviría para nada, además los días previos al examen debemos usarlos para repasar y para esto nos sirven los esquemas. De manera que debemos tenerlos mucho antes, hay que irlos elaborando incluso semanas antes del examen.



La lectura comprensiva:

Leer de manera comprensiva es clave a la hora de entender un texto y por tanto a la hora de estudiar y aprender.

Debemos leer de manera que identifiquemos las ideas básicas y los detalles relevantes. Comprender un texto significa poder emitir una opinión acerca de él, hablar sobre el texto, expresar qué contiene.

Es importante centrarse en la lectura y ser constante. Leer y releer para sacar las ideas más importantes, preguntarnos acerca de lo que hemos leído nos ayudará  a comprender mejor.

Tener a mano un diccionario para aquellas palabras que no comprendamos es clave, porque no conocer algún significado puede bloquear nuestro aprendizaje.



Intercalar:

Intercalar materias durante el tiempo de estudio nos ayudará a no agotar la mente. Estar durante mucho tiempo con lo mismo deriva en cansancio y al final no conseguimos mejores resultados, más bien al contrario, llegado un tope no se avanza más en la materia en cuestión.

Tampoco es conveniente que al cambiar de asignatura, si hemos estado con una difícil, optemos por coger una igualmente complicada. Este cambio no es útil puesto que nuestra mente ya está bastante agotada.



Ampliar y relacionar:

Ampliar la información que tenemos sobre el tema que estudiamos ayuda a  fortalecer nuestro conocimiento y a comprenderla mejor.

Además relacionarla con los conocimientos previos y con la nueva información que hemos buscado, también nos ayudará a afianzar lo aprendido.



Algunos enlaces de interés:


Aprender a estudiar:

Esquemas:



Resumen:


Técnica de subrayado:



Estrategias metacognitivas y estrategias de aprendizaje:





Fuentes:

Taller de padres - orientación y asesoramiento a las familias de alumnos con NEAE derivadas de TDAH. Gobierno de Canarias - Consejería de Educación















http://www.psicopedagogia.com/tecnicas-de-estudio/lectura-comprensiva