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ATIMANA-DAH lucha cada día por y para las personas que se ven afectadas por el TDAH, desde el ámbito familiar, escolar, social e institucional.

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ASÓCIATE

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Juntos somos más, juntos podemos más

PREPARAR LA VUELTA AL COLE



 Queda cada vez menos para el comienzo de las clases. Si hemos abandonado o nos hemos alejado un poco de las rutinas normales, debemos recordar que hay que ir volviendo a ellas poco a poco para conseguir una mejor adaptación a la vuelta al cole. Volver a los antiguos horarios, volver a las antiguas rutinas, ir anticipando la vuelta al cole. 

No lo dejes para el último momento.


La vuelta a las rutinas después de las vacaciones puede suponer un verdadero suplicio. Nervios, prisas, cansancio, falta de sueño, irritabilidad, todo esto y más puede aparecer después de las vacaciones al cambiar a las rutinas comunes de la época de trabajo y cole. Para evitarlo lo mejor es anticiparse e ir adaptándonos poco a poco a las rutinas y horarios de forma gradual.



Para afrontar la vuelta al cole y a las rutinas comunes debemos ir adaptándonos poco a poco, planear la vuelta. Para ello podemos seguir una serie de consejos:

-          Evitar los sentimientos negativos, poner atención a nuestras palabras y a esos sentimientos para poder bloquearlos y transformarlos en algo positivo. Nuestros hijos son como esponjas y absorben también esos sentimientos que expresamos. De manera que debemos enfrentar la vuelta con ánimo positivo.

-          Buscar y destacar los aspectos positivos de volver al cole nos puede ayudar motivando a los niños: el reencuentro con los amigos, excursiones, el recreo, nuevas actividades, etc…

-          Escuchar los miedos e inquietudes de nuestros hijos, no negarlos e intentar razonarlos. Se trata de transmitir confianza y seguridad para el nuevo curso.

A los niños con TDAH puede costarles más volver y ver eso de positivo, no olvidemos que están sometidos a gran presión y que suelen tener mayor sentimiento de fracaso. Por ello debemos estar más pendientes y nuestro esfuerzo puede ser mayor.


-          Paciencia, organización y previsión son nuestras armas.

-          A la hora de organizarnos, priorizar las tareas, “poner en primer lugar lo primero”. No se puede abarcar todo de una vez, de manera que tenemos que priorizar y establecer un orden.
Para conseguir esta adaptación y organización es conveniente, en la medida de lo posible, no alargar las vacaciones hasta el último momento. Debemos tener en cuenta ese periodo necesario de adaptación.

-          Es muy importante empezar a adaptarse a las rutinas un tiempo antes de que comience el cole. Volver a los horarios de descanso, comidas, etc. Semanas antes debemos ir acostándolos antes para levantarlos antes hasta llegar a los horarios comunes, reducir las horas de juego (que suelen ser más amplias durante las vacaciones) para sustituirlas por las obligaciones normales. Recuperar los horarios de tareas para que se vayan adaptando a que ese tiempo es para las obligaciones del cole, podemos sentarlos a leer un rato, por ejemplo. Volver a las rutinas de comidas, etc.

-          Debemos tener en cuenta que si no se han seguido las rutinas durante el verano, volver a ellas puede ser muy complicado. Probablemente tendremos que dedicar más tiempo a supervisar, recordarles más a menudo qué deben hacer, cómo y cuándo.

-          Los carteles con las normas, rutinas y horarios pueden volver a ser necesarios. Ya sea volver a colocarlos, si es que los retiramos, o insistir más sobre ellos.

-          Preparar el material con antelación.

-          Pedirles su colaboración para preparar la vuelta al cole puede ser buena idea, involucrarles y darles responsabilidad es bueno para ellos, se sienten útiles e importantes y puede despertar su interés y motivación por el colegio. Que nos ayude a preparar el material, a ajustar los horarios, etc.

-          Puede que necesiten que les vayamos recordando regularmente cuánto falta para que empiecen las clases. Anticipar es esencial para ellos.

-          Debemos tener en cuenta también a la hora de organizarnos, las actividades extraescolares. En ocasiones necesitamos más tranquilidad y menos agobios en los primeros días o semanas de colegio, de manera que para no agobiarnos podemos dejar las actividades extraescolares para más adelante.

-          Es importante tener en cuenta las características específicas de nuestro hijo y adaptarnos a ellas a la hora de planificar y poner en marcha la vuelta al cole, cada niño es un mundo y el hecho de tener TDAH hace las cosas diferentes.

-          Los cambios conllevan mucho estrés y nervios, la vuelta al cole en si es algo que los exita mucho. Como ya comentamos antes el niño con TDAH puede estar más nervioso ante la vuelta al cole porque, en muchas ocasiones, sus experiencias allí no son muy buenas. Ante el estado de nerviosismo debemos saber identificar si estamos ante los nervios de la vuelta o ante un estado de ansiedad que puede necesitar de ayuda externa.

A veces los niños responden al estrés de la vuelta al cole con llantos, rabitas, dificultades para dormir, irritabilidad. Esto puede ocurrir incluso si hemos preparado y anticipado la vuelta al cole. Normalmente no es preocupante, estas conductas suelen ser pasajeras y terminan desapareciendo. Pero si tarda mucho en adaptarse o las conductas empeoran hay que hablar con el profesor para tratar de averiguar qué pasa y si es necesario acudir a un profesional.


-          Es aconsejable que mantengamos con nuestros hijos una comunicación abierta y comentar con ellos su día de colegio, escucharlos sin juzgar, apoyarlos, etc.

-          Los primeros días de clase la despedida debe ser corta, sin engaños y tranquila.



guiainfantil.com  Video de guía infantil sobre el tema


Fuentes: Guíainfantil.com / Conmishijos / Facilísimo.com / Entremujeres.com / TDAH el gran olvidado / Pharmabuy / Serpadres.es


CRITERIOS DIAGNOSTICOS PARA EL TDAH Criterios DSM IV y CIE


Para el diagnóstico del TDAH se deben cumplir los criterios de la clasificación DSM-IV-TR o de la CIE-10 las dos grandes clasificaciones de trastornos mentales y del comportamiento usados para la evaluación del trastorno.

Criterios:

Los síntomas deben estar presentes antes de los 7 años, deben ser de naturaleza relativamente crónica y persistir en más de un ambiente. Otra condición es que puedan explicarse por ningún déficit neurológico importante, ni por otros de tipo sensorial, motor o del habla, ni por retraso mental o trastornos emocionales severos.

Estos síntomas repercuten de forma significativa en la vida diaria del sujeto.

Criterios diagnósticos DSM-IV para el tdah

Inatención (al menos 6 durante 6 meses)

1. A menudo no presta atención en los detalles o comete errores por descuido en el trabajo escolar u otras actividades
2. A menudo tiene dificultad para la atención sostenida en tareas y juegos
3. A menudo no parece escuchar cuando le están hablando directamente
4. A menudo no sigue las instrucciones o no consigue terminar los deberes, obligaciones, etc.
5. A menudo tiene dificultad para organizar tareas y actividades
6. A menudo evita, rechaza tareas que requieren un esfuerzo mental continuado
7. A menudo pierde cosas necesarias para tareas o actividades
8. A menudo se distrae fácilmente por estímulos externos
9. A menudo es olvidadizo en sus tareas diarias

Hiperactividad-impulsividad (al menos 6 durante 6 meses)

A. Hiperactividad:
1. A menudo presenta inquietud, con sus manos o pies o se revuelve en el asiento
2. A menudo se levanta de la silla en clase o en otras situaciones en las que debería permanecer sentado
3. A menudo corre o salta excesivamente en situaciones inapropiadas
4. A menudo tiene dificultad para jugar o realizar actividades de ocio con tranquilidad
5. A menudo está excitado o “va como una moto”
6. A menudo habla excesivamente

B. Impulsividad:
7. A menudo responde antes que la pregunta haya sido finalizada
8. A menudo tiene dificultad para aguardar turno en juego o situaciones de grupo
9. A menudo interrumpe o interfiere a los demás (conversaciones, juegos, etc.)

Puede cumplir sólo el apartado de inatención o sólo el apartado de hiperactividad-impulsividad.

Además:

a. Alguno de los síntomas de inatención o hiperactividad-impulsividad estaba presenteantes de los 7 años
b. Los síntomas crean dificultades en dos o más situaciones (escuela, casa, etc.)
c. Afectan significativamente al funcionamiento social, escolar o laboral
d. Los síntomas no ocurren a causa de otros trastornos del desarrollo o de la personalidad



Criterios diagnósticos CIE-10 para el trastorno hipercinético

Déficit de atención (al menos 6 durante 6 meses)

1. Frecuente incapacidad para prestar atención a los detalles junto a errores por descuido en las labores escolares y en otras actividades
2. Frecuente incapacidad para mantener la atención en las tareas o en el juego
3. A menudo aparenta no escuchar lo que se dice
4. Imposibilidad persistente para cumplimentar las tareas escolares asignadas u otras misiones
5. Disminución de la capacidad para organizar tareas y actividades
6. A menudo evita o se siente marcadamente incómodo ante tareas tales como los deberes escolares que requieren un esfuerzo mental mantenido
7. A menudo pierde objetos necesarios para unas tareas o actividades, tales como material escolar, libros, etc.
8. Fácilmente se distrae ante estímulos externos
9. Con frecuencia es olvidadizo en el curso de las actividades diarias

Hiperactividad (al menos 3 durante 6 meses)
1. Con frecuencia muestra inquietud con movimientos de manos o pies o removiéndose en el asiento
2. Abandona el asiento en la clase o en otras situaciones en las que se espera que permanezca sentado
3. A menudo corretea o trepa en exceso en situaciones inapropiadas
4. Inadecuadamente ruidoso en el juego o tiene dificultades para entretenerse tranquilamente en actividades lúdicas
5. Persistentemente exhibe un patrón de actividad motora excesiva que no es modificable sustancialmente por los requerimientos del entorno social

Impulsividad (al menos 1 durante 6 meses)

1. Con frecuencia hace exclamaciones o responde antes de que se le hagan las preguntas completas
2. A menudo es incapaz de guardar un turno en las colas o en otras situaciones de grupo
3. A menudo interrumpe o se entromete en los asuntos de otros
4. Con frecuencia habla en exceso sin contenerse ante las consideraciones sociales

Además se debe cumplir que:

1. El inicio del trastorno no es posterior a los siete años
2. Los criterios deben cumplirse en más de una situación
3. Los síntomas de hiperactividad, déficit de atención e impulsividad ocasionan malestar clínicamente significativo o una alteración en el rendimiento social, académico o laboral
4. No cumple los criterios para trastorno generalizado del desarrollo, episodio maníaco, episodio depresivo o trastorno de ansiedad







¿QUÉ ES EL TDAH?


El TDAH es el trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

Los que lo padecen tienen dificultades para permanecer quietos, para atender y concentrarse y para tomar decisiones medianamente meditadas, son impulsivos.

Cuando vemos un niño con TDAH, observamos que le cuesta permanecer atento mucho tiempo, no es perseverante en las tareas, parecen que no escuchan y se olvidan de todo. A veces salta de una tarea a otra sin terminar ninguna, tienen problemas para mantener el orden en sus tareas y en sus cuartos, se mueven constantemente en la silla o no paran de levantarse, moverse de aquí para allá o de hacer ruiditos. Muchos no paran de hablar y esto está asociado a esa incapacidad de controlar su movimiento. Son impulsivos, y esto se muestra en que por ejemplo contestan antes de que terminen de preguntarles o no guardan el turno de palabra, actúan sin pensar bien que deben hacer.

Cuando oímos hablar de un niño con TDAH solemos escuchar cosas como no para un rato, se despista por cualquier cosa, no hace sus tareas, tarda mucho en prepararse, la hora de levantarse es una guerra….

Hay niños a los que el TDAH les dificulta socializarse de una manera adecuada, hacer amigos. Y este sí que es un mal trago para un niño.

Muchos te dicen que parece como si en TODOS lados estuvieran estuviera enfadados con ellos.
El TDAH provoca sentimientos intensos en aquellos que lo padecen. Pero también provocan en los demás reacciones adversas que afectan al niño de modo significativo y negativo.

No hay un solo tipo de TDAH. No todos los niños que padecen este trastorno son hiperactivos, muchos poseen solo la característica de déficit de atención. Otros no les cuesta concentrarse pero predomina en ellos la hiperactividad y no paran quietos. Otros presentan tanto el déficit de atención como la hiperactividad. También los hay que combinan todos o algunos de los síntomas con la impulsividad. Así tenemos el TDAH hiperactivo-impulsivo, el TDAH desatento (déficit de atención) y el TDAH combinado o mixto.

Los estudiosos del tema creen que el TDAH es heredado, en muchísimos casos, alguno de los progenitores o familiares cercanos también padecen este problema. Parece ser que el cerebro de las personas que lo padecen no trabaja de la misma forma que el de los demás, la información se procesa de manera diferente. Al parecer parte del secreto de esta forma diferente de trabajar está en ciertos neurotransmisores, un neurotransmisor es una sustancia química que transmite la información de una neurona (célula cerebral) a otra. También se habla de la influencia de factores externos-ambientales en la aparición del TDAH.



35 Pautas para afrontar el TDAH y más consejos.


Afrontar el TDAH adecuadamente es una tarea compleja. Desde el principio nuestro objetivo es ayudarle y mejorar su calidad de vida. Además del tratamiento farmacológico, psicológico y psicopedagógico, los padres tenemos un papel muy importante. Hay ciertas pautas y consejos que pueden ayudarnos como padres:
1-      Hablar con claridad. Las instrucciones deben ser claras y sencillas para que pueda realizar la tarea con éxito.

2-      No dar más de una instrucción cada vez. Si lo que necesitamos de él o ella es complicado, dividir las instrucciones en varias más cortas. El éxito en las tareas es primordial ya que mejora su autoestima y motivación.

3-      Explicarles siempre el por qué.

4-      Muchas veces los niños/as con TDAH no escuchan lo que les decimos o se distraen cuando hablamos. Debemos asegurarnos de tener su atención y de que han entendido lo que se les dice. Para ello es importante mantener el contacto ocular mientras les hablamos, en ocasiones puede ser de utilidad mantener su cabeza sujeta mirándonos, también podemos pedirles que nos repitan las instrucciones dadas para asegurarnos de que las han entendido.

5-      Escucharlos con interés y atención, se trata de entender qué necesitan, qué sienten, qué son… y sin una buena escucha esto no es posible.

6-      Las rutinas y horarios regulares son muy importantes para los niños/as con TDAH. Les ayudan a organizarse, a controlar el tiempo, con el tiempo se automatizan de manera que forman parte de su vida. Rutinas y horarios son esenciales también para las tareas.

7-      Tener una agenda les ayuda mucho, en ella pueden organizar sus actividades, apuntar las tareas que tienen que hacer. Las agendas son importantes para el colegio ya que permiten la comunicación entre el profesor/es y los padres y ayudan a que no se olviden de las tareas asignadas.

8-      La supervisión es esencial para estos chicos y chicas, evita que se pierda demasiado tiempo en las tareas. Podemos fomentar su autonomía poco a poco, pero siempre teniendo en cuenta que se necesita cierta supervisión.

9-      Es importante hacer la tarea siempre a la misma hora y en el mismo lugar.

10-   El ambiente de trabajo también es importante. Se necesita trabajar en un lugar ordenado, bien iluminado, ventilado y sin distracciones, asegurándonos de que antes de sentarnos a realizar los deberes tenemos todo lo necesario.

11-   A la hora de realizar las tareas es mejor realizarlas antes del juego, de esta manera aprovechamos más sus potenciales y podemos usar el juego como reforzador y motivador para la tarea. En cuanto a que tareas hacer antes y cuales después siempre depende de las características de cada niño. Como norma general es importante que las primeras tareas les permitan tener éxito relativamente fácil para motivarlos, de manera que lo ideal no es empezar por lo más complicado. Otro factor a tener en cuenta es que el cansancio se va acumulando y en los chicos y chicas con TDAH afecta muy negativamente, de manera que no suele ser lo ideal dejar lo más complicado para el final pues estarán cansados y no rendirán bien.

12-   Durante las tareas debemos programar descansos, fraccionar las tareas y usar tiempos de estudio o trabajo más cortos. El tiempo debe ser suficiente y adecuado, ajustarnos a sus necesidades y a su ritmo, teniendo en cuenta siempre sus dificultades. Cuando hacer la tarea nos lleva demasiado tiempo debemos plantearnos si la cantidad de tarea que llevamos es demasiada para él o si las rutinas o tiempos de ejecución y descanso son adecuados.

13-   Preparar con antelación lo de día siguiente, como la mochila y los materiales y tareas.

14-   Es muy importante que reforcemos cada conducta positiva de manera inmediata. Se trata mantenernos atentos a todas las conductas positivas y los avances y felicitarle por pequeños que sean. Una sonrisa, una palabra de elogio (bien, genial…), una palmadita en la espalda, una caricia…

15-   Premiar más y castigar menos, evitar el refuerzo negativo (reprimendas y castigos) siempre que sea posible. Debemos evitar que se genere una situación de castigo continuo que a su vez sea motivo para otro castigo. El constante control sobre estos niños y las constantes reprimendas hacen que su día a día sea muy complicado de manera que muchas veces es mejor ignorar las conductas negativas o infracciones menores (siempre que no sean peligrosas) para centrarnos en premiar y elogiar todo lo positivo. Debemos comprender que necesitan mayor supervisión.

16-   Es importante que tomemos consciencia de las capacidades reales del niño o niña en cada momento y no lo empujarlo más allá. Debemos entender y aceptar las limitaciones que tengan y entender que lo que hace no se debe a una intencionalidad, muchas veces el hecho que no hagan aquello que se les pide no se debe a que no quieran sino que es debido a los déficits en sus funciones ejecutivas cerebrales. A su vez,  tenemos que ser conscientes  de las habilidades y de los aspectos positivos de los niños y niñas. A  veces sólo nos fijamos en los errores y fallos y pasamos por alto sus habilidades y virtudes.


17-   Diferenciar entre las conductas voluntarias y las involuntarias, los castigos aplicados a las acciones voluntarias deberían ser consecuencias lógicas de sus actos.

18-   Cuando decidimos usar el castigo debemos evitar aquellos que son demasiado prolongados ya que son contraproducentes y de escasa eficacia. Siempre será mejor la ausencia de premio que el castigo en sí.

19-   Evitar llamadas de atención en público.

20-   No podemos ser muy genéricos en nuestras observaciones o peticiones. No sirve de nada decirle que se porte bien, este es un término demasiado genérico para cualquier niño y aún más para un niño/a con TDAH. Es preciso acotar más aquello que queremos y comunicárselo de forma precisa, se trata de decirles que comportamientos consideramos aceptables y cuáles no.

21-   Es muy importante cambiar los refuerzos, sobre todo los positivos, con frecuencia; así tendremos más potencia en los estímulos positivos que usamos para promover la conducta adecuada y evitamos la tendencia a habituarse a los estímulos y su consiguiente pérdida de fuerza.

22-   Las normas son esenciales para una buena convivencia en cualquier familia. Debemos establecer normas claras, hacer que las normas estén visible mediante carteles ayudará mucho al niño o niña. Las normas deben ser claras, breves y precisas. Es importante no intentar implementar muchas la mismo tiempo, debemos ir poco a poco, cuando tenga las primeras asumidas sustituirlas por otras que nos falten.
No podemos hacer que los castigos y las normas dependan de nuestro estado de ánimo porque origina confusión en el niño, debemos ser coherentes.

23-   Establecer consecuencias positivas o negativas claras, ellos necesitan saber bien cuales van a ser las consecuencias de sus conductas. Estas consecuencias deben darse de forma inmediata y consecuente. Debemos mantener las consecuencias negativas proporcionadas a las negativas, siempre dejando un plazo razonable antes de usar las negativas. Se trata de usar más lo positivo que lo negativo.

24-    Si tenemos que reprobar una conducta, lo mejor es poner en práctica formatos positivos. Por ejemplo, en vez de decir: “No me grites” o “Hables en ese tono” usted podría decirle: “Desearía seguir conversando contigo de esto cuando me hables respetuosamente”.

25-   Asignarles tareas del hogar ayudará al niño o niña a sentirse una parte importante de la familia, les ayudará a aprender a organizarse y a tomar responsabilidad.

26-   El niño/a con TDAH carece de perspectiva de futuro  por lo que los cambios pueden afectarles de manera importante, es conveniente anticiparlos. Debemos intentar comunicar los cambios en las rutinas y horarios para que pueda afrontarlos y adaptarse a ellos.

27-   Muchos niños  con TDAH tienen problemas específicos en la lectura o la escritura, incluso en ambos, debemos organizar las tareas especialmente dificultosas para el niño de manera que les motiven y no les creen una carga adicional que pueda hacer que rechacen las tareas.

28-   Los estímulos intensos suelen molestarlos o activarlos haciendo que respondan de manera más exagerada, es conveniente evitar ruidos fuertes o gritos por ejemplo.

29-   Debemos recordar y tener en cuenta que ante ciertas situaciones su comportamiento puede descontrolarse y ser peor, esto ocurre sobre todo en situaciones que se alejan de las rutinas diarias y de los horarios y que además suponen una intensidad estimular mayor. El hecho de que exista menor control aumenta el problema. Estas situaciones pueden ser reuniones familiares, cumpleaños, etc.… Anticipar y programar pueden ser la clave para superarlas con éxito.

30-   El deporte es muy bueno para los chicos y chicas porque les ayuda tanto en la atención como en la hiperactividad, fomenta las relaciones sociales y es una actividad placentera y buena para su salud física también. Todas las actividades extraescolares serán beneficiosas siempre que les gusten, les motiven y fomenten así su autoestima y motivación. También podemos alentar las actividades creativas, ligadas a todas las formas artísticas: pintura, dibujo, música, etcétera; pero en contextos estructurados.

31-   Si el niño tiende a ser oposicionista y argumenta en exceso en vez de seguir instrucciones, no debemos alentar este comportamiento, no debemos permitir esos largos comentarios y tomar distancia, esperando  otro momento para continuar el diálogo.

32-   Los movimientos ociosos que no perturben o sean peligrosos  no deben ser bloqueados. A la larga el niño/a fallará en conseguir lo que  queremos y simplemente habrá aumentado su nivel de frustración.  Lo importante es concentrarnos en restringir sólo lo que es necesario. Podemos ayudar a nuestro hijo o hija a manejar la tendencia que tiene de querer tocarlo todo, por ejemplo, proporcionándole un objeto o juguete para manipular en las situaciones que debe permanecer mucho tiempo sentado o quieto, cuando hablamos con él puede ser útil también que tenga algo en las manos siempre que no merme su atención hacia nosotros.

33-   Restringir la cantidad de tiempo en que pasa frente a la televisión o vídeo – juegos, es importante, debemos establecer un límite horario.

34-   No abandone el tratamiento ya que el TDAH es crónico, aunque la hiperactividad pueda disminuir en la adolescencia, tanto el déficit de atención como la impulsividad y otros factores como los déficits en las funciones ejecutivas, continúan hasta la edad adulta. Es  importante tener este factor en cuenta para evaluar la situación de forma correcta y efectiva.

35-   El niño tiene que saber que siempre vamos a estar con él para ayudarle y apoyarle. Asegurarnos de que sabe que lo aceptamos tal como es. 



Más Consejos para Padres


1.       El diagnóstico del TDAH debe estar a cargo de profesionales con experiencia sobre el tema y especialmente cualificados y capacitados, si tiene dudas sobre esto, busque una segunda opinión o una confirmación del diagnóstico con estos criterios de elección de profesionales. El 50% de los niños y niñas con TDAH padecen otro trastorno o comorbilidad  (es decir, que tienen más de una dificultad o trastorno). Es importante que nos aseguremos de que se han diagnosticado correctamente todos los aspectos del problema y estar atentos pues algunos de estos trastornos pueden aparecer o manifestarse después del diagnóstico del TDAH.

2.       Así mismo, es importante que el tratamiento sea iniciado con profesionales con experiencia, ya sea el farmacológico o el psicológico-pedagógico. El mejor tratamiento es siempre un Tratamiento Multimodal. Los fármacos a veces son  imprescindibles, pero no menos necesario es aprender formas nuevas  para educar al niño y que éste, desarrolle estrategias tanto para afrontar  las dificultades del TDAH como para potenciar sus aspectos positivos. Una parte esencial del Tratamiento Multimodal es el Entrenamiento de  Habilidades Parentales. 

3.       Aceptar y conocer el trastorno es esencial. Debemos aceptar que existe un problema para poder buscar soluciones y debemos auto convencernos de que no es culpa ni del niño ni de los padres.

4.       Buscar información sobre el TDAH. Pero debemos ser cuidadosos con lo que encontramos, por ello debemos prestar especial atención a quienes tienen un sólido respaldo científico.  Para evitar confusiones siempre es bueno optar por consultar páginas avaladas por las asociaciones, fundaciones o federaciones de TDAH o a las páginas que estas mismas organizaciones poseen. Las asociaciones conocen bien el trastorno y tiene gran experiencia sobre él y todo lo que le rodea, de manera que será más fácil dar con la información más adecuada y veraz. Es muy útil acudir a reuniones, charlas sobre TDAH, escuelas de padres…


5.       No olvidar que los padres son sus mejores modelos a seguir. Nosotros debemos ser su guía en sus actuaciones día a día.

6.       Si el entrenamiento parental no ha logrado que los padres podamos trabajar de manera conjunta y apropiada, se debe considerar la Terapia Familiar. No vacilen en pedir ayuda para ustedes mismos.

7.       Muchas veces los padres tienden a aislarse social y familiarmente como  consecuencia de las conductas disruptivas del niño. Debemos evitar esta situación. Nos podemos ayudar de estrategias que ayuden al niño a desarrollar sus habilidades sociales, buscar talleres o programas de entrenamiento en habilidades sociales, etc... El terapeuta puede informarle de cómo abordar estos temas. 

8.       La educación de un niño con TDAH es muy complicada. Los padres no deben tener discordancias entre ellos y respecto a las pautas de actuación. Puntos clave son: mantener la calma, conocer las situaciones que puedan perturbar al niño y desarrollar estrategias de afrontamiento y sobre todo prestarse apoyo el uno al otro, ya que en muchas ocasiones tendrán que turnarse para actuar y esta actuación debe ser coherente.

9.       Es importante que los padres aprendamos a relajarnos y dediquemos tiempo a nosotros mismos, dejar al niño en un campamento, con algún familiar, etc... Será beneficioso para ambos y ayudará a los padres a recuperar energías.

10.   Distinguir persona de conducta. No debemos olvidar que estos niños tienen la autoestima debilitada debido a todos los fracasos que han ido acumulando en su vida, por eso cuando les hagamos una crítica, esta debe ir dirigida a su conducta. Por ejemplo, le diremos: "tu cuarto esta desordenado", en vez de "Eres un desordenado". Se trata de desarrollar una perspectiva integral del niño o niña en el que tengamos bien presentes sus  “lados fuertes”.

11.   A la hora de buscar colegio puede ser importante buscar una escuela en la que los profesionales de la enseñanza, al menos, estén abiertos a conocer y comprender el problema y actuar consecuentemente. Muchas veces necesitaremos que exista interacción entre profesionales externos y docentes, este es otro punto a tener en cuenta. El profesional o profesionales de la salud que tratan a nuestro hijo pueden brindar asesoramiento a la escuela.
Es importante colaborar con la escuela y los profesores del niño o niña, mantener un contacto frecuente con los docentes y, si es necesario, con el orientador del centro. Mantener una buena relación padres-colegio es imprescindible. En este sentido los sanitarios que atienden a su hijo o hija y las asociaciones pueden ayudarles a mantener una relación sana con el colegio, e incluso mediar en los conflictos.

12.   Una buena comunicación influye en las relaciones entre padres e hijos, en la autoestima del niño o niña y en la estabilidad familiar. Fomentar una comunicación fluida y asertiva crea un ambiente favorable y facilita la mejora de los problemas a los que nos enfrentamos en el TDAH, ya sea los del niño/a o los que nos afectan cuando entramos en la dinámica de educadores y cuidadores de un niño con TDAH.


Fuentes:
Fundación Cadah Cantabria.
Trastornohiperactividad.com
Fundación de Neuropsicología Clínica. Guía para padres.