Queda cada vez menos para el comienzo
de las clases. Si hemos abandonado o nos hemos alejado un poco de las rutinas
normales, debemos recordar que hay que ir volviendo a ellas poco a poco para
conseguir una mejor adaptación a la vuelta al cole. Volver a los antiguos
horarios, volver a las antiguas rutinas, ir anticipando la vuelta al cole.
No lo dejes para el último momento.
No lo dejes para el último momento.
La vuelta a las rutinas después de
las vacaciones puede suponer un verdadero suplicio. Nervios, prisas, cansancio,
falta de sueño, irritabilidad, todo esto y más puede aparecer después de las
vacaciones al cambiar a las rutinas comunes de la época de trabajo y cole. Para
evitarlo lo mejor es anticiparse e ir adaptándonos poco a poco a las rutinas y
horarios de forma gradual.
Para afrontar la vuelta al cole y a
las rutinas comunes debemos ir adaptándonos poco a poco, planear la vuelta.
Para ello podemos seguir una serie de consejos:
- Evitar los sentimientos negativos, poner atención a
nuestras palabras y a esos sentimientos para poder bloquearlos y transformarlos
en algo positivo. Nuestros hijos son como esponjas y absorben también esos
sentimientos que expresamos. De manera que debemos enfrentar la vuelta con
ánimo positivo.
- Buscar y destacar los aspectos positivos de volver al
cole nos puede ayudar motivando a los niños: el reencuentro con los amigos,
excursiones, el recreo, nuevas actividades, etc…
- Escuchar los miedos e inquietudes de nuestros hijos,
no negarlos e intentar razonarlos. Se trata de transmitir confianza y seguridad
para el nuevo curso.
A los niños con TDAH puede costarles más volver y ver
eso de positivo, no olvidemos que están sometidos a gran presión y que suelen
tener mayor sentimiento de fracaso. Por ello debemos estar más pendientes y
nuestro esfuerzo puede ser mayor.
- Paciencia, organización y previsión son nuestras armas.
- A la hora de organizarnos, priorizar las tareas,
“poner en primer lugar lo primero”. No se puede abarcar todo de una vez, de
manera que tenemos que priorizar y establecer un orden.
Para conseguir esta adaptación y organización es
conveniente, en la medida de lo posible, no alargar las vacaciones hasta el
último momento. Debemos tener en cuenta ese periodo necesario de adaptación.
- Es muy importante empezar a adaptarse a las rutinas un
tiempo antes de que comience el cole. Volver a los horarios de descanso,
comidas, etc. Semanas antes debemos ir acostándolos antes para levantarlos
antes hasta llegar a los horarios comunes, reducir las horas de juego (que
suelen ser más amplias durante las vacaciones) para sustituirlas por las
obligaciones normales. Recuperar los horarios de tareas para que se vayan
adaptando a que ese tiempo es para las obligaciones del cole, podemos sentarlos
a leer un rato, por ejemplo. Volver a las rutinas de comidas, etc.
- Debemos tener en cuenta que si no se han seguido las
rutinas durante el verano, volver a ellas puede ser muy complicado.
Probablemente tendremos que dedicar más tiempo a supervisar, recordarles más a
menudo qué deben hacer, cómo y cuándo.
- Los carteles con las normas, rutinas y horarios pueden volver a ser
necesarios. Ya sea volver a colocarlos, si es que los retiramos, o insistir más
sobre ellos.
- Preparar el material con antelación.
- Pedirles su colaboración para preparar la vuelta al cole puede ser buena
idea, involucrarles y darles responsabilidad es bueno para ellos, se sienten
útiles e importantes y puede despertar su interés y motivación por el colegio.
Que nos ayude a preparar el material, a ajustar los horarios, etc.
- Puede que necesiten que les vayamos recordando regularmente cuánto falta
para que empiecen las clases. Anticipar es esencial para ellos.
- Debemos tener en cuenta también a la hora de organizarnos, las actividades
extraescolares. En ocasiones necesitamos más tranquilidad y menos agobios en
los primeros días o semanas de colegio, de manera que para no agobiarnos
podemos dejar las actividades extraescolares para más adelante.
- Es importante tener en cuenta las características específicas de nuestro
hijo y adaptarnos a ellas a la hora de planificar y poner en marcha la vuelta
al cole, cada niño es un mundo y el hecho de tener TDAH hace las cosas
diferentes.
- Los cambios conllevan mucho estrés y nervios, la vuelta al cole en si es
algo que los exita mucho. Como ya comentamos antes el niño con TDAH puede estar
más nervioso ante la vuelta al cole porque, en muchas ocasiones, sus
experiencias allí no son muy buenas. Ante el estado de nerviosismo debemos
saber identificar si estamos ante los nervios de la vuelta o ante un estado de
ansiedad que puede necesitar de ayuda externa.
A veces los niños
responden al estrés de la vuelta al cole con llantos, rabitas, dificultades
para dormir, irritabilidad. Esto puede ocurrir incluso si hemos preparado y
anticipado la vuelta al cole. Normalmente no es preocupante, estas conductas
suelen ser pasajeras y terminan desapareciendo. Pero si tarda mucho en
adaptarse o las conductas empeoran hay que hablar con el profesor para tratar de
averiguar qué pasa y si es necesario acudir a un profesional.
- Es aconsejable que mantengamos con nuestros hijos una comunicación abierta
y comentar con ellos su día de colegio, escucharlos sin juzgar, apoyarlos, etc.
- Los primeros días de clase la despedida debe ser corta, sin engaños y
tranquila.
guiainfantil.com Video de guía infantil sobre el tema
Fuentes: Guíainfantil.com / Conmishijos / Facilísimo.com / Entremujeres.com
/ TDAH el gran olvidado / Pharmabuy / Serpadres.es
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