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ASÓCIATE

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Juntos somos más, juntos podemos más

Y LLEGAN LAS VACACIONES




Las vacaciones de verano están a la vuelta de la esquina y cuando se trata de periodos periodos vacacionales largos, los padres nos enfrentamos a la posibilidad de que nuestros hijos puedan perder el control, e incluso nosotros mismos. Los horarios cambian, las rutinas se diluyen, la estructura cambia, y todo esto puede afectar profundamente a los niños y la dinámica familiar.

Hay algunas cosas que podemos hacer para afrontar las vacaciones y no morir en el intento:


-       Es importante seguir con las rutinas y horarios hasta donde se pueda. No tenemos porque levantarnos a las siete de la mañana, pero tampoco a las diez. Levantarnos y seguir la misma secuencia de acciones a las que estamos acostumbrados es importante porque supone una continuidad en las costumbres, comer a las mismas horas y acostarnos también a las mismas horas o lo más cercano.

-       Las normas también son para las vacaciones. El niño o niña sigue necesitando saber qué se espera de él: Recordar las normas y repasarlas con el niño, recordar cuales son los comportamientos adecuados, repasar las consecuencias, etc.

-       En ocasiones las vacaciones son temporada de visitas familiares y muchos niños afrontan estos eventos con dificultad. Las visitas pueden ser estresantes, mucha gente y mucho ruido, por tanto, muchos nervios y demasiada estimulación. Es importante prepararles para ello, que sepan qué va a pasar y cuándo, cómo afrontarlo, cuáles son los comportamientos más adecuados, qué se va a permitir y qué no. Es interesante llevar juegos, libros, películas que puedan mantenerle entretenido.


-       Los viajes largos son complicados para cualquier niño, pero si tienes TDAH se hace aún más difícil. En ocasiones tienen que estar demasiado tiempo sentados o con limitación de movimientos y actividades, además de con cierta incomodidad. En estas situaciones pueden ser nuestros aliados juegos, libros, revistas, videojuegos, etc.

-       Las actividades de verano pueden ser muy buenas pero no debemos sobrecargarles.

-       Igualmente ocurre con las tareas. Llevan todo un año trabajando y estudiando, ha llegado la hora de descansar. Si bien es necesario repasar para no perder la costumbre, no podemos olvidar que igual que nosotros tenemos nuestras vacaciones para olvidarnos del trabajo, ellos también las necesitan. Son casi dos meses y medio de vacaciones dan para mucho, que menos que dejarles su periodo de vacaciones solo para ellos.

-       No solo ellos importan, también nosotros somos importantes y debemos contarnos como prioridad. Dormir bien, descansar, dejar a un lado el estrés, buscar un momento para nosotros solos y en pareja. Es nuestro momento también y debemos aprovecharlo. Si estamos tensos se nota y lo trasmitimos a los demás, eso provoca un ambiente familiar tenso que se refleja en la relación familiar. Como siempre una ayudita no viene mal, no nos sintamos culpables por tirar de la abuela o del tío para que se encarguen de los niños mientras nosotros nos despejamos con una salida.

Es la hora de pasar más tiempo con nuestros hijos. Esto es una bendición pero a veces los papis y mamis no sabemos qué hacer con ese tiempo de vacaciones:

-       Por lo pronto lo primero es no estresarnos ni preocuparnos, dejemos fluir las cosas.

Y ahora podemos pensar en todo eso que queríamos hacer y no hemos podido por falta de tiempo. No se trata de estresarnos para hacerlo todo junto y no dejarnos nada. Se trata de hacer planes con ellos y cumplirlos, con tranquilidad, con paciencia y siempre disfrutando:


-       Es el momento de hacer todo lo que la escasez de tiempo nos impedía. 

Compartir un día en el campo, ir a la playa, simplemente pasear.

-       Visitar esos museos que tanto queríamos ver.   



-       Leer con ellos, dibujar.

-       Aprender cosas nuevas y enseñándole nuevas experiencias; cocinar juntos, hacer una maqueta, ver las fotos familiares y contarle batallitas.

-       Practica la escucha activa. Ahora no hay estrés ni prisas, es un gran momento para aprender a hablar y escuchar y hacer de ello una rutina.

-       Jugar con ellos a lo que ellos quieran, practicar deporte con ellos, ver una película en casa o ir al cine.

Son muchas las posibilidades, se trata de hacer algo o no hacer nada, pero siempre con ellos. 

Siempre manteniendo una perspectiva positiva, buscando los puntos fuertes, alabando aquello que hace bien….

Las vacaciones deben ser un periodo de descanso y disfrute, beneficiémonos al máximo de ellas.






El TDAH es un problema genético; los padres no son los culpables»


La verdad, edición digital de Murcia, nos trae un interesante artículo, una entrevista con Cesar Soutullo, que recordarán de las IV Jornadas sobre TDAH en Tenerife.
Es una entrevista de Juan Luis Vivas 


 César Soutullo Esperón es experto en TDAH y director de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Clínica de la Universidad de Navarra. Lo conocimos en las IV Jornadas sobre TDAH y nos regaló una exposición maravillosa, en la que también destacó esta frase con la que titulamos nuestra entrada: “El TDAH es un problema genético; no es culpa de los padres"
“Los padres deben entender que es un problema médico y no es culpa suya”.
Esto revela mucho sobre todos para los padres que sufrimos cada día este trastorno, solemos tender a sentirnos culpables, sobre todo al principio. Los estereotipos que rondan el TDAH son muchos y esas falsas creencias hacen mucho daño. Precisamente una de ellas es que el TDAH es fruto de la mala educación, de la falta de interés de los padres, de cierta vagancia que tenemos y falta de ganas de educar. Pero sabemos que esto no es así, debemos saberlo y afianzarlo bien en nuestra mente, no somos culpables, nadie lo es.
“Es un problema del cerebro, biológico y de autocontrol”.
Ya nos habla Soutullo en la entrevista de estos falsos mitos, entre ellos que el TDAH es algo nuevo y/o inventado. Cada cierto tiempo saltan a la palestra publicaciones resaltando este tema, pero nada más lejos de la realidad.
Uno de ellos es que es enfermedad nueva, cuando en realidad fue descrita en 1903 por un pediatra inglés”.
Soutullo nos habla de diferentes aspectos sobre el trastorno como su cronicidad, su prevelancia, la medicación, docentes y padres.
“Por un lado, que los padres y profesores sepan todo lo posible acerca del TDAH; que el niño tenga un apoyo específico a nivel académico y el tercero es la medicación”.
Cuando hablamos de medicación la preocupación de los padres es inmediata. Pero debemos tener en cuenta que es parte del tratamiento y supone una ayuda esencial. La medicación puede no ser necesaria en algunos casos, en otros no se puede utilizar porque existe algún problema añadido que lo impide. En todo caso es siempre el especialista el que sopesa estas posibilidades. Pero, no cabe duda que la medicación es parte de un tratamiento adecuado para el TDAH. Actualmente la opción de tratamiento más efectiva es el tratamiento multimodal (tratamiento psicoeducativo y psicológico, educación de padres y docentes, tratamiento farmacológico).
La medicación es necesaria en todos los niños que tienen un TDAH moderado. No produce adicción…”.
Una entrevista interesante que les aconsejamos leer en laverdad.es

Fuente: laverdad.es
Juan Luis Vivas 





Los padres y el TDAH: recapacitemos

No somos perfectos, nadie lo es y no debemos pretender serlo. Debemos afrontar nuestra paternidad de forma positiva, creer en nosotros mismos y en nuestros hijos.

Aquí unos consejos para reflexionar y afrontar este periodo vacacional que pasaremos dentro de poco con nuestros hijos. Pero también el resto del año, porque esta serie de consejos nos ayudará a pensar un poquito y a recapacitar.



-          No, no somos perfectos, por tanto no pretendamos tener un hijo perfecto. Y tengamos en cuenta que la mayor parte de los errores que cometamos en la educación de nuestros hijos quedarán compensados por las buenas cosas que hagamos.

A veces nos es complicado ver esas cosas positivas, la vorágine del día a día, los nervios, el estrés y todo lo que conlleva vivir con el TDAH, hace que las cosas puedan verse de forma negativa. No podemos negar que puede ser muy frustrante también para nosotros esa oleada diaria de dificultades y muchas veces comentarios negativos.

Hacemos muchas cosas buenas, hacemos muchas cosas bien. Solo tenemos que fijarnos un poco más. Solemos centrarnos más en lo negativo y a veces nos concentramos demasiado en ello, dejando a un lado todo lo positivo del día a día. También debemos tener en cuenta esas cosas positivas, tenerlas en mente nos ayudará a ver más despejado el horizonte y a comprender que son muchas las cosas buenas que hacemos y que ellos hacen.

-          No se trata de buscar continuamente las claves para educar a nuestros hijos, se trata de ser nosotros mismo y averiguar qué es lo mejor para ellos.

Por supuesto que es necesario cambiar y adaptarnos al TDAH, pero también debemos confiar en nosotros mismos, en nuestro criterio y en nuestras capacidades.

-          No hay una sola forma de hacer las cosas. La vida es de colores y está llena de matices. Por tanto tampoco hay una sola forma de ser buenos padres.

Informarnos y formarnos es esencial para afrontar la educación de nuestros hijos de forma efectiva, pero también es esencial que confiemos en nosotros mismos.

Por supuesto que debemos mejorar y superarnos como padres, por eso debemos informarnos y formarnos, pero también debemos ser conscientes de nuestra capacidad para afrontar la tarea educativa.



-          El tiempo con nuestros hijos es único e irrepetible, por ello debemos aprovechar al máximo todos los momentos que estamos juntos.

o   Contarles nuestras experiencias en la niñez es una buena forma de compartir, nos acercamos a ellos enseñándoles que también fuimos niños con experiencias similares a las de ellos.

o   Realizar actividades con ellos y acercarnos cada día un poco más, ir al cine, a los museos, a una excursión. Compartir con ellos diferentes vivencias es una experiencia inolvidable.

o   Leer es una actividad estimulante y nos acerca a los niños. Leerles un cuento cada día o un capítulo de un libro. Los libros nos abren la puerta a un mundo maravilloso y estimulante y de paso nos ayudan a estrechar lazos.

o   Ayudarles a averiguar que les gusta a elegir un hobby es una buena idea: maquetas, cocina, manualidades, dibujo… Da lo mismo, la cuestión es hacer algo juntos, hacer algo que les guste y les estimule, y compartir un momento inolvidable.

o   Ellos necesitan que se les escuche. Puede parecernos que eso que nos dice no tiene importancia, pero pensemos como niños, cuando teníamos su edad esas cosas también nos importaban. Escuchar a los niños nos ayuda a comprenderlos mejor pero también nos abre las puertas a su mundo, un mundo maravilloso y mágico, y nos despierta esos recuerdos infantiles tan extraordinarios, conectemos con ellos y con nuestro niño interior.

o   Trabajar con ellos en las tareas de la casa es importante. Ellos se sentirán una parte importante de la casa, de la familia,  y al fin y al cabo, lo son.




A tener en cuenta:

Nuestros hijos son niños y niñas, chicos y chicas. No son perfectos igual que tampoco nosotros lo somos. Nuestros hijos tienen sus fallos y sus inmensas cosas buenas. Debemos tenerlo en cuenta, fomentar sus puntos favorables e intentar no forzar la máquina.

-          Los papis debemos dejar que nuestros hijos desarrollen sus posibilidades, se enfrenten ellos mismos a sus propios retos. Los padres que no creen en las competencias de sus hijos no les piden que hagan cosas que les ayuden a desarrollar y ampliar sus posibilidades.

-          No se trata de estar pendientes de ellos buscando todo lo que hace mal, sino de todo lo contrario, se trata de buscar todo aquello que hace bien. Dejar que se interesen por cosas nuevas, que experimenten y ayudarles a corregir sus errores y aprender de ellos. Los errores son grandes maestros, ellos necesitan cometer sus propios errores, enfrentar sus propias soluciones y aprender de esa experiencia.

-          Ellos necesitan resolver sin necesidad de nuestra ayuda, si creemos en su competencia, debemos dejarlos esforzarse en cada actividad y en la solución de las dificultades sin intervenir antes de que ellos nos pidan ayuda.

-          Debemos creer en su competencia, enseñarles y ser conscientes de que sí son capaces de aprender cada día más y mejor. Presuponer su incapacidad puede hacer que ellos terminen por creerla. Hagamos lo contrario, creamos en sus capacidades para que ellos también crean en sí mismos.

-          Ellos también tienen derecho a equivocarse, a fallar. Quién no comete errores. Sobre-protegerlos no les ayudará, debemos creer en ellos y en su capacidad para arreglárselas por sí solos.

Creer en ellos, dejarles afrontar tareas complicadas (acordes a su nivel de desarrollo físico y personal), confiar en su capacidad para solucionar los problemas y aprender de ellos; fomentará en nuestros hijos una confianza en sí mismo y una alta autoestima.

Al fin y al cabo se trata de darse cuenta que todos somos capaces y nadie es perfecto, de reconocer la capacidad de nuestros hijos para enfrentarse a la vida y a los problemas. Ayudarles pero sin sobre-protegerles, ellos no lo necesitan. Se trata dejarles volar con sus propias alas apoyados por nuestra confianza.



Fuente: Manual Didáctico para la Escuela de Padres  de la Generalitat Valenciana. 
A través de Elvira Rodríguez Almenara
ATIMANA-DAH