Bienvenidos a ATIMANA-DAH.

ATIMANA-DAH lucha cada día por y para las personas que se ven afectadas por el TDAH, desde el ámbito familiar, escolar, social e institucional.

Pueden contactar para cualquier consulta sobre este blog en el correo: secretariaatimana@gmail.com

No olvides visitar nuestra web: http://www.atimana.org/pagina-principal/




ASÓCIATE

ASÓCIATE
Juntos somos más, juntos podemos más

DESPEDIDA

Hola a todos amigos. Volvemos de vacaciones Navideñas. Espero que hayan disfrutado de ellas y que los Reyes Magos se hayan portado con todos fenomenal.

Aprovecho para despedirme de todos como administradora y autora del blog. Ha sido un placer inmenso estar con todos ustedes y gozar de su compañía. Gracias por acompañarme cada día y apoyar mi trabajo con sus me gusta, sus publicaciones, por compartir publicaciones ... en fin, por estar ahí, porque esto es lo que es gracias a todos ustedes.


Un saludo afectuoso


Programas para el control de la conducta en el aula - un artículo de Cadah Cantabria

Fuente: Cadah Cantabria

Hemos hablado muchas veces de la importancia que tiene un docente en el aula en general, siempre. Pero cuando hablamos del TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad) su papel se vuelve mucho más relevante. Es indiscutible que para que un docente pueda mejorar la conducta de un alumno con TDAH en el aula es preciso, primero, que conozcan el trastorno, para tener toda la información relativa a lo que se van a encontrar en el aula, y segundo, que sepan que estrategias y recursos tienen a su alcance para poder modificar la conducta del alumno.

Son muy numerosas, variadas y flexibles las pautas y estrategias que podemos seguir en el aula con los niños con TDAH, y por ello, conocer qué tipo de percepción tienen ellos, como se comportan o cómo reaccionan ante determinadas circunstancias nos será de mucha ayuda para aplicar la metodología más adecuada en cada caso.
En este artículo presentamos dos programas para mejorar el control de las conductas en el aula.
Debemos tener en cuenta que el aula es un entorno dinámico, en constante cambio, po lo que la aplicación de los programas completos, e de ciertas pautas o estrategias, deberán irse adaptando a medida que el aula lo solicite, estando en un continuo reajuste para adaptarnos a los cambios.
Por un lado tenemos el COMP (Classroom Organization and Management Program) basado en la investigación del Dr. Carolyn M. Evertson y desarrollado por esta misma.
Este programa ofrece a los profesores las herramientas para aprender pasos hacia un aula bien organizada, teniendo como objetivo ayudar a mejorar a los docentes sus habilidades generales de gestión de instrucción y de comportamiento a través de la planificación, implementación y mantenimiento de prácticas eficaces en el aula.
Para cada una de estas estrategias se dispone de un cuestionario de autoevaluación, un resumen de la investigación relacionada, sugerencias e ideas, casos prácticos y actividades para ayudar a aplicarla en clase.
El Good Behavior Game es otro programa de control del comportamiento, que se basa en el refuerzo positivo de las conductas adecuadas durante la clase.
Emplear el refuerzo positivo nos ayudará a aumentar poco a poco las conductas que deseamos mantener y eliminar las que resultan disruptivas. Esto, evidentemente, es algo que se puede trabajar también de manera grupal.
Para ello, se divide a la clase en dos equipos, se establecen unas reglas y se concede un punto cada vez que uno de los alumnos de ese equipo se salta una de las reglas. Al final del día, el grupo con menos puntos gana una recompensa, pero si los dos equipos tienen menos puntos que el límite que se haya establecido, ambos comparten la recompensa.
Para implantarlo se siguen unos pasos:
Decidir en qué momentos del día se va a aplicar el juego. Lo más común es hacerlo durante las explicaciones, el trabajo personal o el tiempo de lectura individual.
Definir con claridad qué comportamientos reciben puntos. Son muy habituales: levantarse del sitio, hablar sin permiso o interrumpir la clase. Es importante dejar muy claro en qué consisten esos comportamientos y si hay alguna excepción (por ejemplo: hablar para responder a una pregunta del profesor).
Establecer las recompensas: algunas posibilidades son: un rato al final del día para dedicarlo a juegos educativos, colocarse los primeros en la fila para la comida, poner sus nombres en un cartel de ganadores,… Se recomienda que la recompensa esté muy relacionada con las actividades de clase.
Presentar el programa: se explica a los alumnos, se forman los equipos (normalmente los alumnos que están sentados en la parte izquierda de la clase y los que están sentados en la parte derecha), es habitual que los equipos busquen un nombre que les dé un poco de sentido de grupo. Se dejan claros los comportamientos que puntúan (los propios alumnos pueden preparar demostraciones de los adecuados y los inadecuados), se prepara un cartel o un lugar de la pizarra donde se registren los puntos.
Poner en marcha el programa: se sigue trabajando en clase con normalidad, pero se anotan los puntos cuando aparece un mal comportamiento. Es importante ser sistemático en la puntuación y en la aplicación de las reglas, y no cambiar nada (criterios para dar puntos o recompensas) sin haberlo expuesto antes a toda la clase. Las normas se repasan con frecuencia, y es importante evitar que haya discusiones cuando se dan puntos por no seguir las reglas.
Estas son solo algunos programas que podemos emplear, pero lo más importante es conocer a nuestros alumnos, separar las conductas a mantener de las que deseamos eliminar y plantearnos un proyecto para llevarlo a cabo.

Lee el artículo original en este enlace

Técnica del espejo para mejorar el autoconcepto y la autoestima en afectados de TDAH

Según el Doctor Rojas Marcos, la autoestima es el sentimiento de aprecio o de rechazo que acompaña a la valoración global que hacemos de nosotros mismos.
El autoconcepto es un amplio espectro de actitudes y comportamientos que forman la concepción que tenemos acerca de nosotros mismos, como una imagen total de cómo somos como personas.
Este sentimiento es algo propio y personal, ya que cada uno construimos la imagen de nosotros mismos. En el proceso de esta construcción intervienen multitud de factores:
  • La imagen que proyectamos en los demás: según como nos comportamos, cómo tratamos a la gente, etc.
  • Los logros personales: ya sean académicos, deportivos o sociales.
  • El nivel de integración en el grupo: en clase, en casa, con el grupo de amigos, etc.
  • Las cosas materiales que poseemos.
  • Cómo nos relacionamos con el entorno.
En ocasiones, los sujetos con TDAH y en especial los niños y adolescentes, no tienen ni una buena autoestima ni un correcto autoconcepto de ellos mismos, por lo que podrán enfrentarse de una manera más pobre a situaciones diarias, como responsabilidades, retos escolares, etc.
Una técnica para mejorar este concepto, está basada en la observación personal de cada uno frente al espejo, así como en la que realiza el entorno en el que nos desarrollamos.
Desarrollo de la actividad. 
La hemos llamado `Frente al espejo`, persigue mejorar el autoconcepto de los niños y en ella, con la ayuda de un espejo, y a través de una serie de preguntas podremos guiar al niño para que se observe, para que realice una introspección y exprese qué ve en el espejo cuando se mira.
Está destinada a trabajar con niños y adolescentes de todas las edades, puesto que siempre es un buen momento para mejorar el autoconcepto que tienen de ellos mismos.
Será importante tener información previa a su realización, por lo que haremos una serie de preguntas a los niños que nos arrojarán luz sobre cual es la opinión de los niños sobre ellos mismos.
  • ¿Cuándo te miras en el espejo te ves guapo/a?
  • ¿Piensas que tienes cosas buenas que aportar a los demás? ¿Cuáles?
  • ¿Crees que les gustas a tus amigos y compañeros tal y como eres?
  • ¿Qué cambiarias de tu apariencia?
  • ¿Cuándo te sientes y te ves bien, te sientes más seguro de ti mismo?
Una vez hemos logrado que el niño nos cuente su punto de vista sobre estos aspectos, será hora de pasar al espejo. Deberemos situarlo a su altura, en un sitio que sea cómodo para él, e ir haciéndole preguntas del tipo:
  • ¿Qué ves en el espejo?
  • ¿Cómo es la persona que te mira desde el espejo?
  • ¿Lo conoces?
  • ¿Qué cosas buenas tiene esa persona?
  • ¿Qué cosas malas tiene quien te mira desde el espejo?
  • ¿Qué es lo que más te gusta de esa persona?
  • ¿Cambiarías algo de la persona del espejo?
Tenemos que hacerle ver todos los aspectos positivos que tiene el niño del espejo, que son muchos, y que aprenda a valorarlo.
Podrán llegar a impresionarnos expresando las características personales que perciben de ellos mismos, y la sinceridad con la que en muchas ocasiones se juzgan personalmente.
Podremos apoyarnos también en los compañeros con los que realicemos la actividad, realizando un intercambio de información: saber si están de acuerdo con lo que opina su compañero, qué cosas ven ellos en él que no haya dicho, etc.
Con esta actividad podremos conocer cual es la imagen que tiene el niño sobre él mismo, cómo se percibe, qué impresión cree que causa, etc.
De esta manera podremos trabajar sobre los aspectos más relevantes.

Rocío Meca Martínez
Maestra de Educación Especial de Fundación CADAH

TDAH, POSIBLES DIFICULTADES EN LA EDAD ADULTA



Más afectación por dificultades académicas que se han mantenido en el tiempo.

Se mantienen déficit de las Funciones Ejecutivas.

Mas nivel estrés total en sus vidas que el resto de la población.

Comorbilidad con otros trastornos : TDM, TC, TDO.

Mayor riesgo de consumo alcohol, tabaco, cannabis…

Mayor desajuste psicológico y emocional.

Dificultades en sus empleos: peor relación con los compañeros, problemas de conducta, despidos,             abandono de las actividades aburridas, sanciones.

Empleador: presente síntomas atencionales, más deterioro realización del trabajo, falta de puntualidad, peor control y gestión del tiempo, peor gestión responsabilidades diarias.

Problemas judiciales.

Más problemas relacionados con la conducción vehículos.

Peores hábitos de cuidado salud y  Estilo sexual con más riesgo.

Peor gestión económica.


Hijos: más síntomas déficit atención, TOD, TC y mayor   desajuste psicológico. 


TRATAMIENTOS QUE HAN MOSTRADO MAS EFICACIA EN EL TDAH ADULTO.

TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS
Los psicofármacos empleados en el tratamiento del TDAH en adultos son los mismos que los utilizados en el TDAH infantil

TRATAMIENTO COGNITIVO-CONDUCTUAL Y PSICOSOCIAL.

Equipo del SOTEP
ATIMANA-DAH

¡¡¡SUSPENDIDA MESA REDONDA!!!!

Estimados socios y amigos:

Por recomendaciones del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y debido al fenómeno meteorológico adverso que estamos viviendo, debemos de suspender la mesa redonda prevista para hoy, quedando pendiente comunicar nueva fecha para este evento.




“Dialogando con los expertos: El TDAH en la adolescencia y la edad adulta”. Parte II

“Dialogando con los expertos: El TDAH en la adolescencia y la edad adulta”.

El TDAH en jóvenes y adultos

Isabel Orjales, Doctora en Pedagogía y Profesora de la Psicología Evolutiva y de la Educación de la UNED, miembro de la Comisión de Asesoramiento Científico de la FEAADAH.


En el diagnóstico de los adultos predomina, más que la atención a los síntomas, la atención al grado de desadaptación que presentan.

Los adultos con TDAH presentan índices más elevados de depresión, ansiedad, problemas con el entorno, sensación de no haber dado todo su potencial. Suelen aparecer dificultades en el trabajo, en este punto, podemos encontrarnos con personas que funcionan bien y otras que no. Nos encontramos con adultos que se adaptan muy bien y otros que no funcionan.

La autorregulación y el control de los impulsos es uno de los problemas en el adulto.

Cuanto más tiempo ha pasado más probabilidades que se hayan sumado problemas adicionales.

FOTO: Julien Haler enlace a la foto


El DSMV tiene en cuenta el TDAH en adultos, con menos cantidad de síntomas se puede diagnosticar a un adulto, teniendo en cuenta que la sintomatología aparezca antes de los 12 años.

Evaluar el TDAH en adultos puede ser complicado. Podemos encontrarnos que nos faltan evaluadores objetivos de la situación como los padres o los profesores, o no están o ya no recuerdan bien. El adulto no podrá dar una versión objetiva porque el TDAH afecta también a la capacidad de autoevaluar por lo que es probable que minimice y quite importancia a los síntomas. Los adultos con TDAH cuentan con cierta inmadurez (también en niños) que correlaciona siempre con el TDAH y con un trastorno ejecutivo, esto hace que sus expectativas sean por lo general muy altas y que no bajen. Por ello su evaluación de la situación no es buena. Lo vemos por ejemplo ante un examen, ese al que van con todo preparado, que les ha salido a las mil maravillas, que suspenden y que no entiende por qué puesto que lo había hecho perfecto –“Me lo sé todo y apruebo seguro” – “Me ha salido perfecto” – “ Pero si me salió perfecto”. En este sentido, la pareja o un buen amigo cercano pueden servirnos para la evaluación, siempre que el paciente lo permita.

La sintomatología emocional es de lo más importante con la sintomatología nuclear del TDAH.

Debemos valorar el ámbito social, escolar, laboral y familiar.

Pero, a veces, es difícil que sea consciente y reconozca parte o toda la responsabilidad ante los problemas que surgen en estos ámbitos.

Se necesita una entrevista estructurada y observación durante la entrevista, es importante hacerlo para ver el desarrollo y ver sospechas en ello.

¿Qué hago?

“Empieza la intervención cuando existe riesgo de TDAH”

“Consigue un buen diagnóstico médico o psicoeducativo”

“Ajusta energía, economía y tiempo”

“Busca un profesional guía”

“Ten en cuenta necesidades futuras, planifica, busca siempre un plan B”


Para abordar un problema recordar que primero debo modificar el entorno y luego cambio yo, para por último intentar ayudar a cambiar a los otros.

No debemos dejarnos llevar por el miedo a un deterioro futuro (profecía auto-cumplida). No exagerar, pero al mismo tiempo no debemos confiarnos. No conformarse, adelantarse a los problemas y elaborar un Plan B.


Adolescencia y juventud

El adolescente con TDAH sigue necesitando de apoyos psicopedagógicos y psicológicos, estos apoyos no son apagafuegos, no podemos dejar el tratamiento para retomarlo cuando las complicaciones saltan a la vista. Debemos tomar conciencia que apagar fuegos es más complicado que prevenirlos.

Muchas veces cuando en lo académico va bien dejamos de llevarlo y luego vienen los problemas mayores al llegar a la adolescencia, estos se amplían también a lo académico y más adelante. Al final queremos solucionar algo con urgencia, algo que ha surgido por dejar de lado o no dar importancia.


Adelantarse a los problemas:

No centrarse únicamente en lo académico sino también en lo social y emocional.

En la adolescencia lo primero es conseguir cierto ajuste emocional y social, lo académico cambia de prioridad (no quiere decir que no lo abordemos sino que cambian las prioridades).

Entender la inmadurez crónica que va aparejada al TDAH. Los niños con TDAH maduran más lentamente, tiende a presentar entre dos y tres años de retraso en este sentido. Debemos pensar en ellos siempre con la perspectiva de esos dos o tres años menos.

Por ejemplo:
Si un chico tiene 18 años, su nivel madurativo estará en 15 años.
Si un niño tiene 16, su nivel madurativo estará en 13.
Etc…

Aunque este desnivel madurativo va a ser complicado tanto para ellos como para nosotros, sobre todo porque la sociedad no nos acompaña; yo controlo,  pero sus amigos son más independientes le piden más y quiere más, el chico querrá estar a su nivel.

Girl thinking de Julien Haler enlace a la foto



El control parental y el autocontrol

Tenemos que pasar del control externo (que ejercen los padres) a la autorregulación, autocontrol y autonomía (el joven sobre sí mismo). Para esto puede ser necesaria la ayuda de un terapeuta, un coterapeuta u otros familiares. Se trata de conseguir que haya otro adulto que sirva de apoyo para poder distanciarse y dejarle esa autonomía que necesita, ese control parental, pero que al mismo tiempo tenga cierta tutorización o una figura en la que apoyarse o a  la que acudir: el  médico, el terapeuta, otro familiar, coterapeutas.

 “A veces no sabemos que hacer ante un problema pero lo que si tenemos claro es lo que no debemos hacer”

Ponernos histéricos y poner histérico al niño/a no sirve para nada. Se trata de intentar afrontar las cosas con calma, sin anticipar, pero con ese plan B debajo del brazo. Sin tener claro que hacer pero pensando en ello, y sí teniendo claro que es lo que no podemos ni debemos hacer.


¿Y si el adolescente no quiere ir a terapia o dice que no la necesita?

Lo más fácil es decir que si no quiere venir no puedo actuar. Pero el terapeuta debe saber cómo enganchar al adolescente, debe saber cómo actuar para que el adolescente quiera ir y como enseñar a los padres a convencerle.

Lo 1º es tenerlo claro nosotros. Tener clara las prioridades y trasmitirlas con convicción, dejar claro que es negociable y que no es negociable.

No argumentar que lo necesita: lo hacemos por nosotros mismo, no por él, no hablar a la razón, no entrar a discutir, no quiero mirar atrás y ver que no he hecho nada quiero estar tranquilo al mismo tiempo conseguir que no sea un porque sí, por mis narices.

Destacar algo positivo



Hay que saber reconocer cuando el TDAH no es el único problema

No quiere medicación. No quiere terapia. Abandona los estudios. No cumple las normas. Se vuelve ofensivo-agresivo.

Poner la situación en su justo lugar y nuestra ansiedad en su justo lugar. Pero también ponernos en el peor de los casos (perfil disocial+TDAH) ¿Y si tiene un trastorno disocial? Este es el peor pronóstico para meterse en problemas. Actuar rápido nos ayudará a minimizar los problemas.

No podemos cerrar los ojos. No podemos hacer NADA.

No hay culpables, solo responsables. Pero es importante tener en cuenta que él no puede iniciar el cambio por si solo, necesita que empecemos nosotros.

Reconocer que el chico/a no es el único que necesita ayuda y buscar ayuda también para nosotros es importante.

Estudiamos la situación, organizamos un plan, comenzamos modificar entorno y buscamos apoyos.

Hay que saber reconocer cuando el TDAH no es el único problema. Valorar la existencia de trastorno comórbidos como el abuso de sustancias por ejemplo, trastornos graves de conducta, etc

Cuando los problemas son my gordos hay que tomar distancia y comenzar a tirar de una cosa cada vez (imagina un ovillo de lana, para sacar el hilo tiras solo de un extremo y no de varios). Pero no podemos dormirnos, debemos actuar.