El riesgo de no
comenzar un tratamiento a tiempo para el TDAH es grande, hay que tenerlo en
cuenta porque puede afectar de forma grave a la persona que lo padece. Un
tratamiento adecuado y precoz limita mucho la aparición de las complicaciones
que este trastorno acarrea. Debemos ser conscientes de que cuanto antes mejor.
¿De veras queremos arriesgarnos? Yo no. Por eso desde un
principio me he decantado por un tratamiento multidisciplinar o multimodal, que
es el que se demuestra efectivo en el trastorno. Por ello medico a mi hijo, sí
le doy medicamentos para el TDAH, la consabida y tan criticada pastillita.
Al fin y al cabo, si nuestros hijos tuvieran algún problema
que afectara a su salud y necesitaran de medicación específica y constante, ¿No
se lo daríamos? Seguro que la respuesta es sí. Entonces ¿Por qué no le damos la
medicación para el TDAH?
Como he dicho al principio el TDAH es un problema biológico.
El TDAH existe.
Dejémonos de boberías, complots y otros inventos. El TDAH
está ahí, no se trata de ser inquieto, o algo despistado, no se trata de
motivación, no es algo que a veces está y otras no. Es algo real, cualquier
padres puede dar fe de ello. Está ahí y afecta de manera significativa a la
persona. Una persona que sufre cada día mientras los demás discuten sobre la su
realidad diaria.
El TDAH existe. Es un problema biológico. Y tenemos
herramientas para afrontarlo.
La medicación no es una droga, es necesaria. ¿Quieres
llamarlo droga? Pues adelante, hazlo. Pero no te engañes, él o ella necesitan
el medicamento y éste les ayuda a regular sus síntomas y a optimizar el
resultado de las otras terapias.
Tenemos la ventaja frente a otros trastornos de que el TDAH
tiene un tratamiento claro y efectivo, que ha demostrado su efectividad. La
medicación forma parte de ese tratamiento y les ayuda de forma importante en la
regulación de los síntomas, con ello, consiguen sacar mayor rendimiento a sus
esfuerzos en los diferentes terrenos (familiar, escolar, social…) y a sacar
mayor provecho a las terapias psicopedagógicas y psicológicas, que son
esenciales para la mejora en el trastorno.
Toda medicación tiene efectos secundarios y no podemos
negarlo, sería como engañarnos a
nosotros mismos. Pero también sería engañarnos el convencernos de que la
medicación es lo peor que le puede pasar a nuestros hijos.
¿Qué ocurriría si tu hijo tuviera epilepsia o esquizofrenia?
¿No lo medicarías? ¿Y si tu hijo tiene fiebre alta? ¿Le darías un antipirético
o no? Seguramente la respuesta a estas preguntas es sí. Pues con el TDAH ocurre
lo mismo o debería ocurrir igual.
Muchas veces nos asustamos con el medicamento que nos
recetan para nuestros hijos cuando tiene TDAH, sin embargo, ni nos planteamos
darle paracetamol o ibuprofeno, pero sus consecuencias pueden ser muy
peligrosas. Pero, también una fiebre alta y descontrolada puede ser peligrosa
¿verdad?
Y es ahí donde está la cuestión. Ventajas vs desventajas. Y
en el TDAH las ventajas de la medicación han demostrado ser más que las
desventajas.
Por supuesto que es necesario llevar un control cuando
medicamos para el TDAH, acaso ¿no controlamos cuando medicamos para cualquier
otra cosa? Todo debe llevar cierta inspección del médico, pues es él quien
decide qué dar y cuándo. Pero es necesario, por supuesto, que estemos atentos,
hay que tener en cuenta que en algunos casos el medicamento no para el TDAH no
se puede usar y se debe cambiar por otro, o que ninguno de los usado nos puede
ayudar. Esto lo decide el especialista junto con los padres que somos quienes
informamos de cómo va evolucionando el niño y les damos las pistas que
necesitan, por eso hay que observar y controlar.
Es importante saber que no hay tratamientos alternativos
para el TDAH, no hay ningún tratamiento que haya demostrado su eficacia a parte
del multimodal. Arriesgarse o no a usar otros tratamientos es una decisión
personal, sobre todo cuando los usamos como alternativos al multidisciplinar.
Está en nuestras manos optar por unos o por otros, pero siempre tenemos que
tener en mente que el tiempo no juega a nuestro favor.
Y ante el argumento del enriquecimiento de laboratorios o
farmacéuticas, o el interés particular de ciertos médicos, no nos mintamos
pensando que solo aquí están los intereses. Los que nos ofrecen remedios
milagrosos o nos hablan de alternativas o de falsedades cuando se trata el
tema, también ganan, mucho y bien.
No se trata solo de medicar cuando hablamos del tratamiento
multimodal. La medicación es solo una parte del tratamiento, importante, pero no
la única ni la más esencial. Dejar la solución en manos tan solo de la
medicación es un gran error. La medicación es solo una de las líneas de ataque,
una de las herramientas que debemos usar. Pero en el tratamiento del TDAH es
esencial la terapia psicopedagógica y psicológica, igual que es importante
también el aprendizaje de la familia, los cambios en ésta y las adaptaciones en
el colegio.
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