Son demasiados los que
tienen falsas creencias sobre el TDAH y ésto es imprescindible eliminarlo.
Cada día los padres y
familiares de los niños y niñas con TDAH encontramos voces que nos recriminan a
nosotros mismos o a los niños.
Los niños son: vagos,
maleducados, malos, insoportables…
Los padres somos: malos
padres que no les prestamos atención, sin responsabilidad, que no queremos
esforzarnos…
Los mitos y falsas creencias
sobre el TDAH perjudican a todos, afectados y familiares. Asustan a las
familias y las confunden, no se da importancia a los síntomas justificándolos
con estas falsas creencias y retrasando o eliminando la posibilidad de
diagnóstico y tratamiento.
Por todo esto es
indispensable concienciar a la sociedad sobre el TDAH y desterrar estos falsos
mitos. Una sociedad informada derivará en la eliminación de etiquetas en los
niños y en un diagnóstico precoz que es muy necesario.
Falsas creencias o mitos sobre el TDAH:
-
El TDAH no existe: El TDAH existe y no es un
invento ni de la psiquiatría ni de las farmacéuticas. No hay intereses
económicos detrás de este trastorno y está descrito desde hace más de 100 años.
-
El TDAH es culpa de los
padres:
El TDAH es de origen neurobiológico, no es culpa de los padres ni de los profesores,
no es culpa de nadie. No existe relación entra la forma de educar a los niños y
el TDAH. El contexto puede mejorar o agravar los síntomas, pero estos siempre
estarán ahí.
-
El TDAH desaparece en la
adolescencia: El
TDAH es un trastorno crónico, es decir, de por vida. Por tanto va a continuarse
durante la adolescencia y la edad adulta.
-
El TDAH se debe a la
alimentación: No
existen evidencias científicas de que los alimentos, aditivos de éstos e
intolerancias alimentarias o alergias produzcan TDAH o aumenten los síntomas.
Las dietas específicas no sirven para controlar el trastorno.
-
El TDAH es una adaptación
a la vida moderna que es más rápida y con mayores estímulos: El TDAH es un trastorno que
se describe desde hace 140 años y en sociedades, entornos y culturas diferentes
y no necesariamente con ese “ritmo moderno”.
-
La medicación es
peligrosa produce adicción y retrasa el crecimiento: Ni el metilfenidato ni la
atomoxetina (su uso reduce el riesgo de abuso de drogas en la adolescencia en
chicos con TDAH). El desarrollo en niños con TDAH se completa de forma normal
tras la adolescencia, por lo que podemos decir que ninguno de los dos fármacos
retrasan o paran el crecimiento. El metilfenidato tiene a sus espaldas muchos
años de experiencia y estudios sobre sus efectos y ha demostrado ser un
tratamiento efectivo y seguro, también la
atomoxetina, ha demostrado seguridad y eficiencia.
-
Si el niño no es
hiperactivo no tiene TDAH: Este
trastorno tiene tres síntomas nucleares que lo dividen en tres subtipos: hiperactivo-impulsivo,
inatento y combinado. En el caso del subtipo inatento no se da hiperactividad o
esta es muy baja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario