Sí, el TDAH se da en
adultos, porque se trata de un trastorno crónico. Debemos desterrar la idea de que se
trata de un trastorno infantil que desaparece con la adolescencia.
Los adultos necesitan
un buen diagnóstico y un tratamiento efectivo. Los niños y adolescentes
diagnosticados cuando llegan a la edad adulta siguen necesitando apoyo y en
muchos casos tratamiento.
En la edad adulta los afectados por el TDAH heredan una
experiencia vital positiva o negativa dependiendo de cómo se halla afrontado el
trastorno, si ha sido de forma temprana y adecuada o no. Un niño diagnosticado y tratado prematuramente será un adulto con una
buena adaptación, regulado y con conciencia de sus dificultades, pero con las
herramientas necesarias para afrontarlas de forma adecuada.
Pero que el niño o adolescente con TDAH que es ahora un
adulto no haya sido diagnosticado y/o tratado no significa que esté todo perdido.
El objetivo es conseguir que el adulto sea una persona
adaptada, con una buena calidad de vida, al fin y al cabo, que sea feliz.
Tratarlo desde la infancia es la mejor opción, pero no podemos olvidar los
adultos que no han podido acceder a ese diagnóstico y tratamiento temprano. Los adultos con TDAH no diagnosticados son
también un objetivo importante.
El tratamiento es
factible a cualquier edad, también en la edad adulta podemos acudir a un
profesional demandando diagnóstico y
tratamiento, y hay grandes
probabilidades de éxito.
Normalmente el adulto con TDAH sabe desde hace tiempo que algo no va bien. Cada vez son más los
adultos que van en busca de ayuda y que se deciden a iniciar una evaluación en
busca de un diagnóstico y un tratamiento. Cuando se da el diagnostico el sentimiento de alivio suele ser
común para muchos, por fin hay explicación a lo que les ocurre.
Pero las circunstancias aún
no son las mejores. El desconocimiento del trastorno, las circunstancias
contextuales que rodean al afectado, las características personales que le han
ido formando; pueden retener o imposibilitar la búsqueda de ayuda. Por desgracia,
todavía son muchos los que siguen marcados por etiquetas que resaltan
características negativas que explican su comportamiento y su trayectoria
vital, a veces esto supone un impedimento para la búsqueda de respuestas.
Simplemente se es así.
Por ello desde las asociaciones como ATIMANA-DAH luchamos para dar a conocer el TDAH en
adultos y proporcionar ayuda: apoyo, asesoramiento, evaluación y
diagnóstico. Junto a esto, se emprenden
acciones con las administraciones implicadas
para implementar planes de atención a los adultos con TDAH.
El cambio en la vida
del adulto con TDAH cuando sabe qué tiene y qué puede hacer es notable. Debemos concienciar
sobre la necesidad de detectar el trastorno y sobre la idea de que nunca es
tarde.
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