Afrontar el TDAH adecuadamente es una tarea compleja. Desde
el principio nuestro objetivo es ayudarle y mejorar su calidad de vida. Además
del tratamiento farmacológico, psicológico y psicopedagógico, los padres
tenemos un papel muy importante. Hay ciertas pautas y consejos que pueden
ayudarnos como padres:
1-
Hablar con claridad. Las instrucciones deben ser claras
y sencillas para que pueda realizar la tarea con éxito.
2-
No dar
más de una instrucción cada vez. Si lo que necesitamos de él o ella es
complicado, dividir las instrucciones en varias más cortas. El éxito en las
tareas es primordial ya que mejora su autoestima y motivación.
3-
Explicarles
siempre el por qué.
4-
Muchas veces los niños/as con TDAH no escuchan
lo que les decimos o se distraen cuando hablamos. Debemos asegurarnos de tener su atención y de que han entendido lo que se
les dice. Para ello es importante mantener el contacto ocular mientras les
hablamos, en ocasiones puede ser de utilidad mantener su cabeza sujeta
mirándonos, también podemos pedirles que nos repitan las instrucciones dadas
para asegurarnos de que las han entendido.
5-
Escucharlos
con interés y atención, se trata de entender qué necesitan, qué sienten, qué
son… y sin una buena escucha esto no es posible.
6-
Las
rutinas y horarios regulares son muy
importantes para los niños/as con TDAH. Les ayudan a organizarse, a
controlar el tiempo, con el tiempo se automatizan de manera que forman parte de
su vida. Rutinas y horarios son esenciales también para las tareas.
7-
Tener una
agenda les ayuda mucho, en ella pueden organizar sus actividades, apuntar
las tareas que tienen que hacer. Las agendas son importantes para el colegio ya
que permiten la comunicación entre el profesor/es y los padres y ayudan a que
no se olviden de las tareas asignadas.
8-
La supervisión
es esencial para estos chicos y chicas, evita que se pierda demasiado tiempo en
las tareas. Podemos fomentar su autonomía poco a poco, pero siempre teniendo en
cuenta que se necesita cierta supervisión.
9-
Es importante hacer la tarea siempre a la misma hora y en el mismo lugar.
10-
El ambiente
de trabajo también es importante. Se necesita trabajar en un lugar
ordenado, bien iluminado, ventilado y sin distracciones, asegurándonos de que
antes de sentarnos a realizar los deberes tenemos todo lo necesario.
11-
A la hora de realizar las tareas es mejor
realizarlas antes del juego, de esta
manera aprovechamos más sus potenciales y podemos usar el juego como reforzador
y motivador para la tarea. En cuanto a que tareas hacer antes y cuales después
siempre depende de las características de cada niño. Como norma general es
importante que las primeras tareas les permitan tener éxito relativamente fácil
para motivarlos, de manera que lo ideal no es empezar por lo más complicado.
Otro factor a tener en cuenta es que el cansancio se va acumulando y en los
chicos y chicas con TDAH afecta muy negativamente, de manera que no suele ser
lo ideal dejar lo más complicado para el final pues estarán cansados y no
rendirán bien.
12-
Durante las tareas debemos programar descansos, fraccionar
las tareas y usar tiempos de estudio
o trabajo más cortos. El tiempo debe ser suficiente y adecuado, ajustarnos
a sus necesidades y a su ritmo, teniendo en cuenta siempre sus dificultades.
Cuando hacer la tarea nos lleva demasiado tiempo debemos plantearnos si la
cantidad de tarea que llevamos es demasiada para él o si las rutinas o tiempos
de ejecución y descanso son adecuados.
13-
Preparar con
antelación lo de día siguiente, como la mochila y los materiales y tareas.
14-
Es muy importante que reforcemos cada conducta positiva de manera inmediata. Se trata mantenernos atentos a todas las
conductas positivas y los avances y felicitarle por pequeños que sean. Una
sonrisa, una palabra de elogio (bien, genial…), una palmadita en la espalda,
una caricia…
15-
Premiar
más y castigar menos, evitar el refuerzo negativo (reprimendas y castigos)
siempre que sea posible. Debemos evitar que se genere una situación de castigo
continuo que a su vez sea motivo para otro castigo. El constante control sobre
estos niños y las constantes reprimendas hacen que su día a día sea muy
complicado de manera que muchas veces es mejor ignorar las conductas negativas
o infracciones menores (siempre que no sean peligrosas) para centrarnos en
premiar y elogiar todo lo positivo. Debemos comprender que necesitan mayor
supervisión.
16-
Es importante que
tomemos consciencia de las capacidades reales del niño o niña en
cada momento y no lo empujarlo más allá. Debemos entender y aceptar las limitaciones
que tengan y entender que lo que hace no se debe a una intencionalidad, muchas
veces el hecho que no hagan aquello que se les pide no se debe a que no quieran
sino que es debido a los déficits en sus
funciones ejecutivas cerebrales. A su vez, tenemos que ser conscientes de las
habilidades y de los aspectos positivos de los niños y niñas
. A
veces sólo nos fijamos en los errores y fallos y pasamos por alto sus
habilidades y virtudes.
17-
Diferenciar
entre las conductas voluntarias y las involuntarias, los castigos aplicados a
las acciones voluntarias deberían ser consecuencias lógicas de sus actos.
18-
Cuando decidimos usar el castigo debemos evitar aquellos
que son demasiado prolongados ya que son contraproducentes y de escasa
eficacia. Siempre será mejor la ausencia de premio que el castigo en sí.
19-
Evitar llamadas de atención en público.
20-
No
podemos ser muy genéricos en nuestras observaciones o peticiones. No sirve
de nada decirle que se porte bien, este es un término demasiado genérico para
cualquier niño y aún más para un niño/a con TDAH. Es preciso acotar más aquello
que queremos y comunicárselo de forma precisa, se trata de decirles que
comportamientos consideramos aceptables y cuáles no.
21-
Es muy importante cambiar los refuerzos, sobre todo los positivos, con frecuencia;
así tendremos más potencia en los estímulos positivos que usamos para promover
la conducta adecuada y evitamos la tendencia a habituarse a los estímulos y su
consiguiente pérdida de fuerza.
22-
Las normas son esenciales para una buena
convivencia en cualquier familia. Debemos establecer normas claras, hacer que las normas estén visible mediante carteles
ayudará mucho al niño o niña. Las normas deben ser claras, breves y precisas. Es importante no intentar implementar
muchas la mismo tiempo, debemos ir poco a poco, cuando tenga las primeras
asumidas sustituirlas por otras que nos falten.
No podemos hacer que los castigos y las
normas dependan de nuestro estado de ánimo porque origina confusión en el niño,
debemos ser coherentes.
23-
Establecer consecuencias
positivas o negativas claras, ellos necesitan saber bien cuales van a ser
las consecuencias de sus conductas. Estas consecuencias deben darse de forma
inmediata y consecuente. Debemos mantener las consecuencias negativas
proporcionadas a las negativas, siempre dejando un plazo razonable antes de
usar las negativas. Se trata de usar más lo positivo que lo negativo.
24-
Si tenemos
que reprobar una conducta, lo mejor es poner en práctica formatos positivos. Por ejemplo, en vez de decir: “No me grites” o
“Hables en ese tono” usted podría decirle: “Desearía seguir conversando contigo
de esto cuando me hables respetuosamente”.
25-
Asignarles
tareas del hogar ayudará al niño o niña a sentirse una parte importante de
la familia, les ayudará a aprender a organizarse y a tomar responsabilidad.
26-
El niño/a con TDAH carece de perspectiva de
futuro por lo que los cambios pueden
afectarles de manera importante, es conveniente anticiparlos. Debemos intentar comunicar los cambios en las rutinas
y horarios para que pueda afrontarlos y adaptarse a ellos.
27-
Muchos niños con TDAH tienen problemas específicos en la
lectura o la escritura, incluso en ambos, debemos organizar las tareas especialmente dificultosas para el niño de
manera que les motiven y no les creen una carga adicional que pueda hacer que
rechacen las tareas.
28-
Los estímulos
intensos suelen molestarlos o activarlos haciendo que respondan de manera
más exagerada, es conveniente evitar ruidos
fuertes o gritos por ejemplo.
29-
Debemos recordar y tener en cuenta que ante
ciertas situaciones su comportamiento puede descontrolarse y ser peor, esto
ocurre sobre todo en situaciones que se alejan de las rutinas diarias y de los
horarios y que además suponen una intensidad estimular mayor. El hecho de que
exista menor control aumenta el problema. Estas situaciones pueden ser
reuniones familiares, cumpleaños, etc.… Anticipar y programar pueden ser la
clave para superarlas con éxito.
30-
El
deporte es muy bueno para los chicos y chicas porque les ayuda tanto en la
atención como en la hiperactividad, fomenta las relaciones sociales y es una
actividad placentera y buena para su salud física también. Todas las
actividades extraescolares serán beneficiosas siempre que les gusten, les motiven
y fomenten así su autoestima y motivación. También podemos alentar las
actividades creativas, ligadas a todas las formas artísticas: pintura, dibujo,
música, etcétera; pero en contextos estructurados.
31-
Si el niño tiende a ser oposicionista y
argumenta en exceso en vez de seguir instrucciones, no debemos alentar este
comportamiento, no debemos permitir esos largos comentarios y tomar distancia, esperando otro momento para continuar el diálogo.
32-
Los movimientos ociosos que no perturben o sean
peligrosos no deben ser bloqueados. A la
larga el niño/a fallará en conseguir lo que
queremos y simplemente habrá aumentado su nivel de frustración. Lo importante es concentrarnos en restringir sólo lo que es necesario. Podemos
ayudar a nuestro hijo o hija a manejar la tendencia que tiene de querer tocarlo
todo, por ejemplo, proporcionándole un objeto o juguete para manipular en las
situaciones que debe permanecer mucho tiempo sentado o quieto, cuando hablamos
con él puede ser útil también que tenga algo en las manos siempre que no merme
su atención hacia nosotros.
33-
Restringir
la cantidad de tiempo en que pasa
frente a la televisión o vídeo – juegos, es importante, debemos establecer un
límite horario.
34-
No
abandone el tratamiento ya que el TDAH es crónico, aunque la hiperactividad
pueda disminuir en la adolescencia, tanto el déficit de atención como la
impulsividad y otros factores como los déficits en las funciones ejecutivas,
continúan hasta la edad adulta. Es
importante tener este factor en cuenta para evaluar la situación de
forma correcta y efectiva.
35-
El niño tiene que saber que siempre vamos a
estar con él para ayudarle y apoyarle. Asegurarnos de que sabe que lo aceptamos tal como es.
Más Consejos para
Padres
1.
El
diagnóstico del TDAH debe estar a cargo de profesionales con experiencia
sobre el tema y especialmente cualificados y capacitados, si tiene dudas sobre
esto, busque una segunda opinión o una confirmación del diagnóstico con estos
criterios de elección de profesionales. El 50% de los niños y niñas con TDAH
padecen otro trastorno o comorbilidad
(es decir, que tienen más de una dificultad o trastorno). Es importante
que nos aseguremos de que se han diagnosticado correctamente todos los aspectos
del problema y estar atentos pues algunos de estos trastornos pueden aparecer o
manifestarse después del diagnóstico del TDAH.
2.
Así mismo, es importante que el tratamiento sea
iniciado con profesionales con experiencia, ya sea el farmacológico o el
psicológico-pedagógico. El mejor
tratamiento es siempre un Tratamiento Multimodal. Los fármacos a veces
son imprescindibles, pero no menos
necesario es aprender formas nuevas para
educar al niño y que éste, desarrolle estrategias tanto para afrontar las dificultades del TDAH como para potenciar
sus aspectos positivos. Una parte esencial del Tratamiento Multimodal es el
Entrenamiento de Habilidades Parentales.
3.
Aceptar y
conocer el trastorno es esencial. Debemos aceptar que existe un problema
para poder buscar soluciones y debemos auto convencernos de que no es culpa ni
del niño ni de los padres.
4.
Buscar
información sobre el TDAH. Pero debemos ser cuidadosos con lo que
encontramos, por ello debemos prestar especial atención a quienes tienen un
sólido respaldo científico. Para evitar
confusiones siempre es bueno optar por consultar páginas avaladas por las
asociaciones, fundaciones o federaciones de TDAH o a las páginas que estas
mismas organizaciones poseen. Las asociaciones conocen bien el trastorno y
tiene gran experiencia sobre él y todo lo que le rodea, de manera que será más
fácil dar con la información más adecuada y veraz. Es muy útil acudir a reuniones, charlas sobre
TDAH, escuelas de padres…
5.
No olvidar que los padres son sus mejores modelos a seguir. Nosotros debemos
ser su guía en sus actuaciones día a día.
6.
Si el entrenamiento parental no ha logrado que
los padres podamos trabajar de manera conjunta y apropiada, se debe considerar
la Terapia Familiar. No vacilen en pedir ayuda para ustedes mismos.
7.
Muchas veces los padres tienden a aislarse
social y familiarmente como consecuencia
de las conductas disruptivas del niño. Debemos evitar esta situación. Nos
podemos ayudar de estrategias que ayuden al niño a desarrollar sus habilidades
sociales, buscar talleres o programas de entrenamiento en habilidades sociales,
etc... El terapeuta puede informarle de cómo abordar estos temas.
8.
La educación de un niño con TDAH es muy
complicada. Los padres no deben tener
discordancias entre ellos y respecto a las pautas de actuación. Puntos
clave son: mantener la calma, conocer las situaciones que puedan perturbar al
niño y desarrollar estrategias de
afrontamiento y sobre todo prestarse
apoyo el uno al otro, ya que en muchas ocasiones tendrán que turnarse para
actuar y esta actuación debe ser coherente.
9.
Es importante que los padres aprendamos a relajarnos y dediquemos tiempo
a nosotros mismos, dejar al niño en un campamento, con algún familiar, etc...
Será beneficioso para ambos y ayudará a los padres a recuperar energías.
10. Distinguir persona de conducta. No
debemos olvidar que estos niños tienen la autoestima debilitada debido a todos
los fracasos que han ido acumulando en su vida, por eso cuando les hagamos una
crítica, esta debe ir dirigida a su conducta. Por ejemplo, le diremos: "tu
cuarto esta desordenado", en vez de "Eres un desordenado". Se
trata de desarrollar una perspectiva integral del niño o niña en el que
tengamos bien presentes sus “lados
fuertes”.
11.
A la hora de buscar colegio puede ser importante
buscar una escuela en la que los profesionales de la enseñanza, al menos, estén
abiertos a conocer y comprender el problema y actuar consecuentemente. Muchas
veces necesitaremos que exista interacción
entre profesionales externos y docentes, este es otro punto a tener en
cuenta. El profesional o profesionales de la salud que tratan a nuestro hijo
pueden brindar asesoramiento a la escuela.
Es importante colaborar con la escuela y los profesores del niño o niña, mantener
un contacto frecuente con los docentes
y, si es necesario, con el orientador del centro. Mantener una buena relación padres-colegio es imprescindible. En
este sentido los sanitarios que atienden a su hijo o hija y las asociaciones
pueden ayudarles a mantener una relación sana con el colegio, e incluso mediar
en los conflictos.
12.
Una buena
comunicación influye en las relaciones entre padres e hijos, en la
autoestima del niño o niña y en la estabilidad familiar. Fomentar una
comunicación fluida y asertiva crea un ambiente favorable y facilita la mejora
de los problemas a los que nos enfrentamos en el TDAH, ya sea los del niño/a o
los que nos afectan cuando entramos en la dinámica de educadores y cuidadores
de un niño con TDAH.
Fuentes:
Fundación
Cadah Cantabria.
Trastornohiperactividad.com
Fundación de
Neuropsicología Clínica. Guía para padres.