ATIMANA-DAH
Asociación Tinerfeña de Madres y Padres de Niños y Adolescentes con Déficit de
Atención e Hiperactividad.
El TDAH es algo real, es un trastorno real y está en el
cerebro del niño, no se trata de un invento sobre el que giran intereses
económicos. El TDAH
tiene más de un siglo de existencia.
El primer paso para conseguir una buena evolución del
trastorno y una buena calidad de vida en el afectado por el TDAH es aceptar la existencia del trastorno, aceptar que nuestro hijo o hija tiene TDAH
o que nosotros tenemos TDAH. Aceptar
supone ponerse en marcha para implantar soluciones, supone comenzar a adaptar
nuestras actitudes y nuestras acciones para comprender mejor el trastorno y
para adaptarnos a él.
No es que sea fácil aceptar que tu hijo tiene TDAH, pero
debemos encaminarnos hacia ese fin. Para unos es más complicado que para otros
y debemos ser conscientes de que es normal que nos asuste aceptar el
diagnóstico, que en un principio nos negemos a aceptar que sea verdad, que nos
enfademos o nos entriztesca; todo ello es común y probablemente pasemos por
todos esos sentimientos y tengamos muchas dudas. Lo importante es no estancarse
en ninguno de ellos, seguir adelante y terminar por aceptar lo que ocurre para
poder ponernos en marcha.
Debemos ser comprensivos, con la otra persona que padece el
TDAH, pero también con nosotros mismos.
¿Por qué es tan importante aceptar el trastorno?
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Primero porque supone la puesta en marcha de
acciones concretas y efectivas para paliar sus efectos.
No aceptar el
diagnóstico supone no hacer nada y retrasar las acciones pasa una factura
importante a la persona que padece el TDAH. El diagnóstico temprano y el
tratamiento precoz son esenciales para una buena evolución de la persona que
padece este trastorno.
Es complicado vivir con el TDAH tanto si lo padeces como si
eres padre o pareja del afectado. No reconocer algo no significa que
desaparezca, seguirá ahí. Reconocer que algo existe, aceptar que hay un
problema es el primer paso para solucionarlo. Digamos que al poner las cartas
sobre la mesa podemos ver claramente y organizar las cosas.
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Es también importante, porque el niño o niña, o
la persona afectada por el trastorno, necesitan sentirse queridos y aceptados
por su entorno, necesita sentir que pertenece al grupo, consiguiendo así una
mejor salud emocional tanto en los niños y niñas como en los adultos. Todos
necesitamos aceptarnos y ser aceptados tal cual somos, admitir las
circunstancias particulares que marcan el trastorno ayudará a conseguir esta
confianza y aceptación que tanto se necesita.
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Para adaptarnos a las circunstancias que marca
el TDAH es necesario comprenderlo y para comprenderlo es necesario aceptar que está ahí. Sin aceptar su
existencia será difícil comprender lo que pasa, adaptar nuestra vida
diaria a sus circunstancias, evitar
culpabilizarnos o culpabilizar al niño, construir normas, horarios y rutinas
con una mente clara y una actitud tranquila y no dejándonos llevar por el
estrés que pueda suscitar el trastorno.
Aceptar es el paso previo para poder conocer algo y comenzar
a conocer es el paso previo a comprenderlo y a poder manejarlo.
Informarnos y formarnos es esencial en el TDAH, ya que nos
ayudará a tener una visión más amplia, profunda y precisa del trastorno. Tener
información sobre el TDAH hará que podemos afrontarlo de forma efectiva,
formarnos para afrontar el TDAH conseguirá que los afectados y sus familiares
tengan una calidad de vida superior, una mejor adaptación al entorno, una vida
más feliz, al fin y al cabo.
Los padres queremos que nuestros hijos sean felices, ahora y
cuando sean adultos. Por eso aceptar la existencia del trastorno y ponernos en
marcha informándonos y formándonos es tan importante. Comprensión, información
y formación son las claves para conseguir las herramientas adecuadas que nos
ayudaran cada día a afrontar los retos que supone ser padres de niños con TDAH.
ATIMANA-DAH
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