ATIMANA-DAH Asociación Tinerfeña de Madres y Padres de Niños y Adolescentes con Déficit de Atención e Hiperactividad
La familia debe adaptarse a las circunstancias que marcan el
TDAH.
¿Cómo conseguirlo?
Las normas son esenciales para una buena
convivencia y para un buen desarrollo del niño. Debemos establecer normas y
límites claros y racionales. Las normas han de ser consistentes y deben estar
bien definidas. Para que sean más efectivas debemos escribirlas en una
cartulina y colocarlas donde el niño pueda verlas, además es conveniente
acompañarlas de dibujos pues le ayudará a comprender mejor las normas.
Es importante establecer unas normas y
límites adecuados a la edad y debemos ser constantes a la hora de aplicarlas.
Además, una vez establecidas las normas
debemos planificar consecuencias positivas y negativas. No dejarnos influenciar
por el momento, si estamos tranquilos los consecuencias de una conducta suelen
ser menos desproporcionadas que cuando estamos nerviosos o cansados. Es mejor
salir del escenario y contar hasta diez para tranquilizarnos antes de poner unas
consecuencias que no se adapta bien a la acción cometida.
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Horarios y rutinas son también importantes.
Establecer unas rutinas y horarios fijos
ayudará a la organización en el día a día, mejorará la convivencia, les ayudará
a comprender y optimizar el tiempo.
Plasmar las rutinas sobre el papel
acompañadas de dibujos representativos y colocarlas en un lugar accesible para
el niño, le ayudará a realizar las rutinas y a interiorizarlas.
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Es importante que el ambiente donde se desenvuelve
la persona con TDAH esté organizado y ordenado.
Un niño, adolescente o adulto con TDAH
tiene dificultades para organizar y ordenar su entorno, esto puede provocar
muchos problemas: pérdidas, olvidos, despistes, retrasos…. Ayudarles y enseñarles
a organizarse por medio de diferentes herramientas, estructurar el ambiento
para que las cosas puedan estar muy bien organizadas, etc, les ayudará a
mantener la organización a aprender a organizarse.
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Un ambiente relajado y tranquilo influirá
positivamente en la conducta de la persona con TDAH.
Cuanto más ordenado y relajado sea el
ambiento mejor se desenvolverá el niño, adolescente o adulto con TDAH. El ruido
y el jaleo distrae y no es un buen aliado del TDAH, de la misma forma, el
desorden puede dejar demasiados estímulos distractores a la vista, tener que
levantarse varias veces a buscar cosas que no tenemos a mano influye mucho a la
cantidad de distracciones que puedan producirse.
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Tenemos que aprender cuales son las
posibilidades del niño, adolescente o adulto con TDAH. También es importante
conocer las limitaciones.
Las exigencias a la persona con TDAH deben estar adaptadas a sus
posibilidades, no podemos pedirle aquello que no puede hacer.
Si somos nosotros los que padecemos TDAH también debemos tener en cuenta
este punto, aprender cuáles son nuestras limitaciones y nuestras posibilidades
y aprender a ponernos metas objetivas y que se puedan cumplir.
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Buscar lo positivo y reconocer el esfuerzo son
claves cuando tratamos con el TDAH. Motivar, enseñar que son muchas las cosas
buenas que se hacen. Estar ahí para premiar con un elogio y evitar destacar
constantemente lo negativo.
Ayudarles a reconocer lo negativo como una oportunidad para mejorar.
Ayudarles a reconocer los puntos fuertes y mejorar los más débiles.
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Informase y formase acerca del TDAH es esencial
para aprender a abordarlo y para dotarse de las herramientas adecuadas que nos
permitan manejarnos con el trastorno.
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Aprender a comunicarnos con nuestros hijos.
Reconocer y buscar lo positivo, conocer las posibilidades, etc… ayudarán
al niño, adolescente o adulto a fortalecer su autoestima y a motivarse para
diferentes logros.
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Aprender a afrontar los problemas de manera
organizada y estructurada. El TDAH dificulta enormemente las tareas de
estructuración y organización, de manera que tenemos que hacer hincapié en ello
y ayudarles en esta tarea.
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Ayudarle a aceptar sus errores sin encubrir sus
faltas, sin esconder ni engañar.
La avalancha de comentarios negativos sobre el niño con TDAH puede hacer
que termine evitando las tareas, escondiendo sus errores, mintiendo acerca de
lo que ocurre dentro del cole, engañando sobre el trabajo que tiene que
realizar, etc.
Tenemos que enseñar al niño que los errores forman parte de la educación
y de nuestra formación como personas. Debemos enseñarle a aceptarlo y sacarles
partido.
Asimismo debemos fomentar y destacar todo lo positivo, mostrarle
expectativas positivas de éxito, enseñarle que otras alternativas.
ATIMANA-DAH