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CONSEJOS PARA EL ESTUDIO Y LA TAREA





No hace mucho que publicamos en nuestro blog un artículo sobre la memoria y como optimizarla para alcanzar un mejor beneficio. Pero un buen rendimiento en los estudios no solo depende de una buena memoria.

Un buen rendimiento pasa por manejar de forma eficaz buenas estrategias de aprendizaje y manejar adecuadamente el aspecto afectivo y el entorno físico.

Las estrategias de aprendizaje nos facilitaran la tarea de aprender. Las estrategias cognitivas constituyen un grupo de estrategias de aprendizaje (los otros tres grupos son las estrategias comunicativas, las metacognitivas y las socio-afectivas). Consisten en actividades y procesos mentales que se realizan de manera consciente o inconsciente; con ellas mejoran la comprensión del lenguaje, su asimilación, su almacenamiento en la memoria, su recuperación y su posterior utilización.

Las estrategias cognitivas operan sobre la información, manipulándola hasta conseguir aprender, son conductas u operaciones mentales que nos permiten el aprendizaje. La motivación, la emoción y las actitudes también juegan un papel importante en la cognición. La clarificación o verificación de la información para confirmar su compresión, relación con conocimientos previos, razonamiento deductivo, repetir la información, relacionar conceptos, son estrategias cognitivas.

Las herramientas de tipo cognitivo favorecen la atención, mejoran la velocidad en el estudio y favorecen seguir explicaciones de forma eficaz.

Las estrategias metacognitivas son procesos que desarrollamos sistemáticamente y de forma consciente que nos permiten procesar información, buscar y evaluar información, almacenarla y recuperarla. Algunas estrategias metacognitivas son, por ejemplo, la revisión anticipada  del material por aprender, la atención selectiva o decidir por adelantado atender detalles específicos que nos permitan retener el objetivo de la tarea, la autoevaluación, autoadministración o detectar las condiciones que nos ayudan a aprender, etc.

Las estrategias metacognitivas cuentan con una serie de ventajas.  Dirigen nuestra atención hacia información clave, lo más importante. Estimulan la codificación, vinculando la información nueva con la antigua, forman asociaciones que facilitan el aprendizaje y dan sentido a la información. Ayudan a construir esquemas mentales que organizan y explican la información. Favorecen la vinculación de informaciones provenientes de distintas áreas. Permiten conocer las acciones, situaciones y estrategias que nos facilitan el aprendizaje para poder repetirlas o crear las condiciones óptimas para aprender. Permiten organizar la información de manera adecuada y que facilite el posterior acceso.

Otros aspectos importantes a la hora de aprender son el aspecto afectivo y el entorno físico. Manejar el aspecto afectivo es importante porque supone conseguir una actitud positiva ante el estudio, conseguir y mantener una buena motivación, controlar la ansiedad y controlar las emociones. Y conseguir un buen entorno físico también es un hito importante a la hora de mejorar en el estudio, se trata de conseguir las condiciones ambientales adecuadas y  que influyen de manera significativa en los resultados (el lugar de estudio debe ser el adecuado).


CONSEJOS PRÁCTICOS PARA ESTUDIAR MEJOR:


Descansar.

No hay un número máximo de horas para estudiar, pero debemos tener en cuenta que si pasamos mucho tiempo estudiando nuestro rendimiento bajará, cada cinco o seis horas de estudio el rendimiento disminuye.

Es importante hacer descansos para recuperar fuerzas. Cada cuánto tiempo hacer un descanso depende de cada persona y su ritmo de estudio.



El sueño.

Dormir bien y el tiempo suficiente es esencial para conseguir un buen rendimiento en los estudios. El tiempo depende mucho de la edad, pero no se debería de dormir menos de ocho horas diarias. Por ejemplo los adolescentes y niños más pequeños pueden necesitar dormir de 9 a 10 horas.

Es importante cuidar la calidad del sueño, que debe ser descansado y sin interrupciones; para ello debemos evitar bebidas estimulantes como las colas, también tenemos que evitar ver televisión antes de acostarnos (al menos programas que nos exciten demasiado), hacer deporte o cualquier actividad que estimule y active el sistema nervioso (como estudiar, jugar en la consola, el ordenador).

No es aconsejable estudiar a última hora de la noche, debemos ir a la cama relajados, estudiar activará nuestro cerebro. Nunca debemos quitar horas de sueño para el estudio, dormir menos y descansar poco influye negativamente en nuestra capacidad de atención y retención, empeorará nuestros resultados y rendimiento. El rendimiento óptimo en el estudio se consigue cuando hay un equilibrio entre el tiempo que estudiamos y el tiempo que dormimos.



El ambiente.

El área de estudio influye notablemente. Es aconsejable que siempre se estudie en el mismo sitio, que el ambiente sea tranquilo, sin ruidos y distracciones, también debe estar bien ventilado.

Debemos contar con suficiente luz y que esté dispuesta de forma adecuada, preferiblemente si es natural, pero en caso de tener que echar mano de la luz artificial asegurarse de que es suficiente y está bien colocada (si eres diestro la luz debe colocarse a la derecha y si eres zurdo al contrario).

La mesa debe de estar ordenada pues nos ahorrará tiempo y distracciones. Y es conveniente tener todo a mano lo que evitará que nos levantemos a buscar cosas y perdamos el tiempo además de distraernos.

Para facilitar la concentración debemos eliminar todos los estímulos distractores que sean posibles, poster, televisiones, videojuegos, juguetes….



Planificar:

Es importante planear un horario objetivo que incluya descansos y obligaciones a cumplir.  Esto nos ayudará a organizarnos con nuestros estudios, a anticipar el tiempo que necesitamos para estudiar o hacer las tareas y también nos ayudará a ponernos en marcha a la hora de estudiar o hacer los deberes evitando dejar para después los quehaceres. La planificación permite obtener mejores resultados y hacer más llevaderos los estudios.

Los descansos son importantes en nuestra planificación, porque nos ayudan a evitar el agotamiento y favorecen la consolidación del conocimiento. Los tiempos de descanso dependen de la persona y el nivel de estudios, pero como norma general puede hacerse cada hora o cada dos horas.

Planificar no es otra cosa que organizarse. Y para organizarse es necesario tener en cuenta una serie de cuestiones. Cuánto tiempo se tiene para adquirir los conocimientos, qué materiales es necesario dominar para los exámenes y qué esfuerzo se necesita para conseguir los objetivos (tanto a largo plazo como esfuerzo diario). Respondiendo a estas y otras preguntas podremos hacernos una idea del tiempo diario que necesitamos para el estudio y para conseguir los objetivos deseados, se trata de establecer un ritmo de trabajo.

Por tanto tendremos que asignar un tiempo determinado para cada asignatura. Para ello debemos determinar la dificultad de cada tarea, el tiempo que van a necesitar en función de la cantidad y dificultad de la misma y el tiempo total disponible para toda la tarea. Habrá que sopesar si interesa empezar por la más difícil para aprovechar la energía o por la más fácil para lograr motivación a través del éxito, esto va a depender de cada persona, de la motivación y de otros factores. Muchas veces comenzamos con las cosas más fáciles para que al lograrlas nos sintamos motivados, pero si esto supone agotarnos puede suponer un problema cuando vayamos a empezar con las tareas más dificultosas; por ello es cuestión de tomar experiencia y ver qué es lo que se adapta mejor a nuestras  condiciones personales.

A la hora de planificar debemos plantearnos metas y objetivos que sean asequibles y realistas. Unos objetivos que nos motiven al lograrlos pero que no sean tan difíciles que nos frustren por no poder conseguirlos. Resulta interesante elaborar un calendario para seguir e intentar obtener esas metas planteadas anteriormente dentro del tiempo estipulado. El calendario ayudará a controlar y manejar mejor el tiempo.

Las listas son buenas para organizarse, permiten enumerar tareas para conocer de antemano qué es lo que hay que hacer, facilitan la organización del trabajo por orden de prioridades y nos ayudan a controlar su evolución.



Creando hábitos de estudio

 Los hábitos son importantes con ello conseguimos que los niños se acostumbre a un ritmo y una secuencia de trabajo diario, estas secuencias le facilitaran su vida diaria al convertirse en costumbres automatizadas.

Las rutinas aportan estabilidad, les permite controlar mejor su tiempo, aprenden a organizar sus materiales, sus estudios y a organizarse personalmente, además, les permiten anticipar tareas y acciones.

Para conseguir instaurar un hábito de manera efectiva debemos programarlo bien. Cuando se nos presenta el reto de crear un hábito, dónde se va a realizar el trabajo y cuándo. Un lugar de trabajo y un horario consigue que nos pongamos en marcha más fácilmente.

Cuando hacemos algo, siempre lo mismo, en el mismo momento y lugar, y además lo hacemos de forma repetida muchas veces, esta acción se termina convirtiendo en un hábito. Por tanto si queremos crear hábitos debemos repetir y repetir, y no perder de vista la idea de que crear hábitos lleva tiempo e insistencia, no se consigue de la noche a la mañana.



Realizando un plan de estudios para casa:

En casa debemos estudiar o realizar tarea cada día, independientemente de que nos la manden en el colegio o no, esto nos ayudará a crear hábitos. Por tanto es importante crear un plan de estudios para casa.

Qué incluir en el plan de estudios:

Tener una pauta diaria para dirigir nuestra actividad cada día es importante, se trata de tener un esquema a seguir para luego adaptarlo en función de las demandas que se presenten cada día.

En esta planificación debemos calcular cuánto tiempo tenemos para la tarea o para estudiar y cuánto vamos a dedicar a cada asignatura o apartado.

Las listas pueden ayudar en la organización y en la realización de la tarea, evitarán que nos olvidemos de asignaturas, temas o tareas. Podemos usarlas también para haciendo un seguimiento de lo que hemos hecho y lo que no.

Se  incluirán las tareas de clase y tiempo para estudiar y podemos incluir algunas tareas adicionales si lo creemos oportuno, o ampliar el material de clase para entenderlo y aprenderlo mejor.

Si no tenemos tarea de clase debemos programar alguna actividad para el tiempo de estudio, aunque solo sea leer.

El horario tendremos que modificarlo en función de las necesidades que se vayan planteando. Si no nos lleva poco tiempo una actividad a la que le hemos asignado más tiempo, ya sabemos que debemos bajarlo en el horario, para dedicarle esos minutos a otra actividad que cueste más.



Fases del estudio.

Poner todo el material a mano o comprobar que está en su sitio todo lo necesario para el estudio o la tarea.

Determinar las materias que se van a trabajar y el orden de trabajo, así como el tiempo que vamos a dedicar a cada una.

A la hora de estudiar:

Hacer una primera lectura para acercarnos al tema y valorar qué se va a estudiar y cómo, además de su grado de dificultad.

A continuación pasamos a una segunda lectura más profunda. A partir de aquí podemos echar mano de una técnica de estudio muy usada y práctica que es el subrayado.

Una vez hemos subrayado lo importante pasamos  repasar cada apartado, revisando que esté todo lo importante.

A partir de aquí podemos pasar a hacer esquemas y/o resúmenes.




TÉCNICAS Y TRUCOS



Mapas conceptuales:

Los mapas conceptuales o mapas de conceptos son un medio para visualizar ideas o conceptos y las relaciones jerárquicas entre los mismos. Facilitan el aprendizaje al ser muy visuales. Es una técnica importante para organizar información, sintetizarla y presentarla.

Para elaborar un mapa conceptual lo primero es leer el tema de manera comprensiva y localizar-seleccionar las palabras principales o más importantes (palabras clave). Determinar qué palabras son más importantes que otras y relacionarlas entre ellas, agrupándolas.

Los conceptos que hemos seleccionado, hay que ordenarlos según su importancia y según la relación que tiene con los demás. Se ordenan del más abstracto y general, al más concreto y específico. Y luego se conectan entre si los diferentes conceptos, comprobando que se comprende bien y se corresponde con lo leído.

Las palabras claves se colocan dentro de un círculos o cuadros y cada circulo se conecta con el otro mediante líneas o flechas.




El subrayado:

Subrayar es resaltar determinadas palabras o frases de un texto según la importancia del contenido y con el fin de discernir y clasificar mejor los conceptos, y, pasado el tiempo, evocarlos con mayor precisión, rapidez y claridad.

El subrayado es conveniente porque nos ayuda a comprender la estructura y organización del texto con más rapidez, fija nuestra atención y favorece el interés en el estudio y que captemos lo esencial, nos permite un repaso rápido de toda la materia, favorece la asimilación y desarrolla la capacidad de análisis y síntesis, además es esencial para confeccionar esquemas, mapas conceptuales y resúmenes.



El resumen: 

Consiste en reducir un texto en términos breves y concisos, conteniendo lo esencial o principal del texto. Debe ser claro y estar bien redactado. Es una técnica de estudio fundamental y requiere una lectura atenta y comprensiva para identificar las ideas clave. Además a la hora de repasar para exámenes es una herramienta útil pues nos permite volver sobre la información esencial sin pasar por elementos superfluos, lo que nos ahorra tiempo y esfuerzo.

Para resumir es necesario que comprendamos lo que leemos y esto es muy importante a la hora de hacer un resumen. Para ello lo primero que tenemos que hacer es leer el texto detenidamente y tantas veces como sea necesario. Debemos emprender una lectura comprensiva en la que podamos distinguir los elementos esenciales y destacables, diferenciando las ideas principales de las secundarias y reconociendo la estructura o partes del texto. Siempre es mejor realizar una primera lectura (solo leer) y luego comenzar a profundizar en el texto. Para emprender la lectura comprensiva podemos plantearnos cuestiones como ¿De qué se trata? ¿Qué intenta explicarnos? ¿Qué pone de relieve? ¿Cuál es el tema principal y cuál o cuáles los secundarios? ¿Cuál es su conclusión? ¿Cuáles son las ideas principales y las secundarias? ¿Qué relación guardan entre sí las ideas principales y secundarias? Todas estas preguntas podemos usarlas al final del resumen como cuestionario de comprobación, nos ayudarán, a comprobar que esté completo y bien hecho.

Para ayudarnos en un resumen el subrayado puede ser esencial. Subrayar las ideas claves e importantes nos ayudará a seguir un orden a la hora de elaborar nuestro resumen. Nunca debemos subrayar en la primera lectura pues podemos obtener ideas o conclusiones erróneas. Es importante no subrayar frases enteras sino más bien ideas y conceptos clave.

Una vez subrayado podemos ir estructurando las ideas en un folio aparte. En ocasiones y sobre todo si el texto es largo, puede ayudarnos realizar un esquema previo como guía para elaborar el resumen.

Debemos argumentar el resumen con nuestras propias palabras pues esto nos ayudará a afianzar el conocimiento y la comprensión de lo que estamos estudiando.

Para que el resumen pueda redactarse de manera coherente y correcta, y represente debidamente al texto base, conviene llevar a cabo las siguientes operaciones (información en  http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__1dea33e2-7a07-11e1-82d2-ed15e3c494af/index.html ):

Generalizar aquellos términos que tienen rasgos en común. Por ejemplo, en el resumen, se puede reemplazar "Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón" por "planetas del sistema solar".

Globalizar la información. Es decir, integrarla en unidades menores de sentido completo. Por ejemplo, la oración "Juan fue al cine" puede globalizar varias oraciones de un texto, tales como "Juan tenía ganas de ver una película", "revisó la cartelera", "encontró que se había estrenado la película que quería ver", "se dirigió al cine", "sacó las entradas", etc.

Integrar las oraciones a partir de las relaciones que se establecen entre ellas, ya sean de causa, consecuencia u oposición. Por ejemplo, si en el texto base aparecen dos oraciones como
· "Ameghino consideraba que el fósil era un objeto útil para el conocimiento." · "El fósil puede ser un testimonio de la historia de la vida y de las especies."
Se puede redactar una sola oración que conecte las anteriores, en este caso por una relación causal: "Ameghino consideraba que el fósil era un objeto útil para el conocimiento ya que puede ser un testimonio de la historia de la vida y de las especies."

Leer el resumen para comprobar si representa los aspectos principales del texto base.



Los esquemas:

Es una técnica de estudio básica que nos ayudará a compilar las ideas clave. A la hora de repasar nos ahorrará tiempo y esfuerzo, a la hora de estudiar nos facilitará el trabajo y nos centrará en las ideas importantes. Además los esquemas son una herramienta clave a la hora de realizar resúmenes.

Los esquemas pueden servirnos para estudiar un tema o para planificar el estudio. El inconveniente de los esquemas es que se emplea mucho tiempo en hacerlos, pero el esfuerzo y sus ventajas compensan el esfuerzo.

Un esquema es una representación de la información que contiene un texto, organiza la información de forma jerárquica y sintética, relacionando los conceptos entre si mediante diferentes formas o símbolos.

Una de las principales ventajas de los esquemas es que con ellos aprovechamos al máximo nuestra memoria visual, ya que de un sólo vistazo somos capaces de ver todas las ideas y conceptos la relación entre todos ellos. Cuanto más ordenado y visual sea un esquema más fácil nos será recordarlo. Por eso suele ser recomendable usar diferentes colores, rotuladores, marcadores...

Para realizar un esquema es necesario que previamente realicemos al menos una lectura detallada y comprensiva del texto en cuestión, asegurándonos de comprender bien el contenido. Una vez realizada la lectura comprensiva debemos subrayar los puntos más importantes. Como vemos también aquí es importante la lectura y el subrayado.

Un esquema debe estar bien ordenado, de forma coherente. Debemos empezar por las ideas principales, que suelen ser tres o cuatro, para luego ir desarrollando las secundarias y relacionarlas con las principales. Relacionar las diferentes ideas de un esquema es importante porque refuerza el carácter visual, le da coherencia y permite que se entienda mejor. Las ideas clave en un esquema se relacionan mediante flechas, corchetes, llaves, cuadros, etc… Debemos usar palabras clave, frases cortas, pocos detalles y descripciones muy breves. Para sacar mayor provecho a un esquema tenemos que usar abreviaturas, incluso creadas por nosotros mismos, esto ayudará a hacerlo más sintético. Además es importante que usemos nuestras propias palabras, nos ayudará a entenderlo mejor y asimilar mejor la información.

No podemos hacer los esquemas uno o dos días antes de hacer el examen pues no nos daría tiempo y no nos serviría para nada, además los días previos al examen debemos usarlos para repasar y para esto nos sirven los esquemas. De manera que debemos tenerlos mucho antes, hay que irlos elaborando incluso semanas antes del examen.



La lectura comprensiva:

Leer de manera comprensiva es clave a la hora de entender un texto y por tanto a la hora de estudiar y aprender.

Debemos leer de manera que identifiquemos las ideas básicas y los detalles relevantes. Comprender un texto significa poder emitir una opinión acerca de él, hablar sobre el texto, expresar qué contiene.

Es importante centrarse en la lectura y ser constante. Leer y releer para sacar las ideas más importantes, preguntarnos acerca de lo que hemos leído nos ayudará  a comprender mejor.

Tener a mano un diccionario para aquellas palabras que no comprendamos es clave, porque no conocer algún significado puede bloquear nuestro aprendizaje.



Intercalar:

Intercalar materias durante el tiempo de estudio nos ayudará a no agotar la mente. Estar durante mucho tiempo con lo mismo deriva en cansancio y al final no conseguimos mejores resultados, más bien al contrario, llegado un tope no se avanza más en la materia en cuestión.

Tampoco es conveniente que al cambiar de asignatura, si hemos estado con una difícil, optemos por coger una igualmente complicada. Este cambio no es útil puesto que nuestra mente ya está bastante agotada.



Ampliar y relacionar:

Ampliar la información que tenemos sobre el tema que estudiamos ayuda a  fortalecer nuestro conocimiento y a comprenderla mejor.

Además relacionarla con los conocimientos previos y con la nueva información que hemos buscado, también nos ayudará a afianzar lo aprendido.



Algunos enlaces de interés:


Aprender a estudiar:

Esquemas:



Resumen:


Técnica de subrayado:



Estrategias metacognitivas y estrategias de aprendizaje:





Fuentes:

Taller de padres - orientación y asesoramiento a las familias de alumnos con NEAE derivadas de TDAH. Gobierno de Canarias - Consejería de Educación















http://www.psicopedagogia.com/tecnicas-de-estudio/lectura-comprensiva













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